El origen de HP no es muy diferente del de otras grandes compañías de tecnología, como Apple o Microsoft. A pesar de iniciar su andadura con unos recursos limitados todas ellas lograron madurar nutriéndose de unas pocas buenas ideas y de un ecosistema que propiciaba el emprendimiento. Sin embargo, Bill Hewlett y David Packard dieron sus primeros pasos como empresarios en un contexto económico profundamente desfavorable.
Hewlett y Packard se licenciaron en ingeniería eléctrica por la Universidad de Stanford (Estados Unidos) en 1935. En ese momento la Gran Depresión, que había comenzado seis años antes, arremetía contra la economía estadounidense con un ímpetu avasallador, por lo que no era un momento propicio para poner en marcha un proyecto empresarial. Curiosamente, Palo Alto entonces era un oasis en medio de un desierto inmenso.
Motivados por Frederick Terman, que les dio clase en Stanford, los dos amigos decidieron instalar en el garaje alojado junto a la casa a la que se habían mudado recientemente David Packard y Lucile, su mujer, un pequeño laboratorio de electrónica. Terman ejercía una influencia positiva en sus alumnos, y a muchos de ellos les aconsejó que no abandonasen California al acabar sus estudios y montasen sus empresas en las inmediaciones de la universidad.
El garaje que podéis ver en la fotografía de portada de este artículo tomada por BrokenSphere está ubicado en el número 367 de la Avenida Addison, en Palo Alto, y es el mismo garaje que alquilaron Hewlett y Packard en 1938 para iniciar su aventura empresarial. Actualmente este espacio forma parte de un museo privado, y se le considera de forma unánime el lugar en el que nació la Silicon Valley que conocemos hoy en día.
El oscilador HP200A fue su primer producto, y Disney su primer cliente
Hewlett y Packard constituyeron oficialmente su empresa en 1939, muchos años antes del nacimiento de la industria de la informática. Desde entonces persiste una anécdota, probablemente con base real, que defiende que los dos socios utilizaron una moneda para permitir que fuese la suerte la que decidiese cuál sería el nombre de su empresa. Una de las opciones era 'Packard-Hewlett', y la otra, como podemos intuir, 'Hewlett-Packard'.
El capital inicial con el que formalizaron su empresa ascendía a 538 dólares, que equivalen aproximadamente a unos 10 688 euros de hoy en día. No era una cantidad suficiente para embarcarse en un gran proyecto, por lo que decidieron aplicar sus conocimientos de electrónica para poner a punto, entre otros productos, un oscilador de precisión, que es un dispositivo electrónico diseñado para generar una señal periódica.
El oscilador HP200A fue su primera propuesta exitosa, y Bud Hawkins uno de sus primeros clientes, y, sin lugar a dudas, el más importante de todos ellos. Y es que Hawkins trabajaba como ingeniero jefe de sonido en Walt Disney. En 1939 esta compañía estaba trabajando en la producción de la mítica película 'Fantasía', que llegó a los cines a finales de 1940, y los técnicos de sonido que lidiaban con los efectos y la banda sonora de esta cinta necesitaban probar su coherencia en las primeras salas de cine equipadas para reproducir su entonces innovador sonido estereofónico.
Bud Hawkins decidió recorrer las tiendas de electrónica de la bahía para buscar el equipamiento electrónico que necesitaba, y no tardó en dar con el garaje en el que los dos fundadores de HP habían puesto a punto su HP200A. Aquel oscilador era más preciso y costaba menos de la mitad que cualquier otro disponible en la zona, por lo que Hawkins decidió comprar ocho unidades a Hewlett y Packard.
Aquella venta dio a estos dos emprendedores el impulso que necesitaban. De hecho, gracias al empleado de Disney HP cerró su primer año con unos beneficios superiores a los 1500 dólares de aquella época. No estaba pero que nada mal. Los ingresos que obtuvieron gracias a la venta de su exitoso oscilador electrónico permitieron a Hewlett y Packard poner a punto otros dispositivos electrónicos más complejos, como un radar, un analizador de espectro o un analizador de distorsión armónica, entre otras soluciones.
La andadura de HP no había hecho más que comenzar. Los beneficios que obtuvieron durante sus primeros años de actividad permitieron a Hewlett y Packard salir del garaje en el que nació su empresa y construir su primer edificio en 1942. En apenas tres años ya tenían cerca de 200 empleados, y su porfolio de productos era lo suficientemente amplio para permitirles otear un futuro prometedor. Y no se equivocaron. El resto es historia.
Imagen de portada: © BrokenSphere / Wikimedia Commons
Imagen interior: Colin
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