El pasado viernes tuvimos el placer de charlar con David Jung, Quality Assurance Manager de Samsung que, en cristiano, viene a ser el principal responsable de gestión de calidad de la compañía coreana en Europa para el segmento de televisores.
Jung declinó la oferta de Xataka de grabar una entrevista a la manera tradicional, por lo que no vamos a citar directamente sus palabras. No obstante, este alto responsable de Samsung sí que nos ofreció algunas claves interesantes sobre las que meditar en relación hacia donde irá el mercado de televisores en el año que se avecina. En Xataka queremos abrir el debate y, sobre todo, saber cuál es vuestra opinión, como usuarios expertos, sobre temas como el 3D, la distribución de contenidos o la conexión a internet desde el televisor.
3D con gafas, callejón sin salida
Uno de los temas más interesantes en relación a los grandes televisores de salón es la tecnología 3D con gafas polarizadas. Por lo que hemos podido deducir de las declaraciones de Jung, en Samsung consideran que la tecnología 3D con gafas está ya estabilizada y, en cierto modo, terminada. A consecuencia de ello, no es la gran prioridad comercial de cara al 2011.
No son los únicos en tener esta opinión. Philips, por poner otro ejemplo, fabrica televisores compatibles con 3D, pero la mayoría de sus modelos no integran esta tecnología directamente. El emisor y las gafas son un extra totalmente opcional y excluído del precio de venta.
Aunque no contamos con cifras de ventas al respecto, nuestra opinión es que, de hecho, pocos consumidores salvo quizá los Early Adopters cambian de televisor en busca de una pantalla 3D. El consumidor medio busca un equilibrio inteligente entre precio, calidad de imagen y diagonal, y el 3D es visto como otro extra interesante, pero no la razón última para cambiar de equipo.
A nivel doméstico, el 3D cuenta con otro handicap, y es que la industria de los contenidos aún no se ha volcado directamente en este formato como ocurriera antaño con otras tecnologías. Cada vez hay más películas, emisiones televisivas o videojuegos en 3D, sí, pero la proporción aún es muy baja respecto a contenidos 2D como para que supongan un factor decisivo. Y vosotros, ¿Consideráis el 3D un elemento importante a la hora de elegir un nuevo televisor? ¿Podría acabar convirtíendose en un fiasco tecnológico fuera de las salas de cine?
3D sin gafas, nada que ver hasta dentro de cinco años
De la conversación con Jung extraemos otro dato muy llamativo: El 3D sin gafas aún tardará unos cinco años en llegar de manera efectiva a los grandes televisores. Aunque ya podemos ver pantallas de este tipo en pequeños dispositivos como la Nintendo 3DS, o incluso algún globo sonda de Toshiba para el mercado japonés, la tecnología 3D sin gafas dista mucho de estar madura. Jung apuntaba a problemas como el ángulo de visión, o la necesidad de aplicar capas ópticas que disminuyen la calidad de contraste y la luminosidad de los equipos.
En Samsung, como en otras compañías, mantienen un nivel de investigación febril respecto a la tecnología 3D sin gafas, pero de ahí a que lo veamos pronto en las tiendas hay un trecho.
La cifra de los cinco años coincide completamente con las predicciones realizadas por los responsables de XpanD, probáblemente el mayor fabricante de gafas polarizadas para salas de cine y otra de las compañías que más investiga en el campo del 3D sin gafas.
En cuanto al hecho de que los televisores funcionen con gafas de polarización activa no compatibles entre distintas marcas, el problema aquí parece puramente económico. Incorporar gafas pasivas, o alcanzar un estándar común a todos los fabricantes de paneles supone integrar procesos a la cadena de producción de televisores que encarecerían mucho el coste final del equipo. En este sentido, todo indica que las gafas activas propietarias van a seguir siendo el estándar durante un buen período de tiempo.
Internet en el televisor, la gran apuesta
El caso de internet en la gran pantalla empieza a parecer el Camarote de los hermanos Marx. La tecnología para acceder a la red desde el televisor está disponible desde hace años, pero no acaba de integrarse ni de alcanzar un estándar universal y, lo que es más importante, libre. Quien más quien menos, todas las compañías ofrecen acceso limitado a algunos servicios online como Youtube, FlickR o Facebook, mediante widgets, pero muy pocos integran un acceso completo a internet desde el televisor.
De nuestra charla con Jung entendemos que la conectividad a internet es, precisamente, la madre de todas las batallas para este 2011. Samsung presentará, en apenas unos días, su oferta de videoclub online bajo la plataforma Samsung Movies. Otros fabricantes, tanto de pantallas como de discos duros multimedia hacen lo propio. Incluso las grandes marcas de informática como Acer afinan sus propuestas para vender contenidos. Las tiendas de música y, sobre todo, de vídeo parecen ser la panacea de las ventas.
El entusiasmo repentino por ofrecer alquiler de vídeo en el televisor puede tener su explicación en el desembarco de servicios como GoogleTV, o AppleTV (cuyo servicio acaba de llegar a España) en el mercado. Los de Mountain View y los chicos de Jobs son temidos expertos en posicionar productos y ningún fabricante en su sano juicio va a permitirse quedar fuera de este jugoso mercado. En este sentido la competencia siempre es buena para el usuario y cuanta más oferta haya, mejor para todos.
A vueltas con los contenidos
En España, contamos con un severo handicap al respecto, que es la velocidad de las conexiones de Banda ancha. Para Jung, este problema depende de una doble solución, por un lado las instituciones y los operadores deben implicarse más en el desarrollo del mercado de vídeo online. La otra cara de la solución es afinar los servicios de streaming para que sean capaces de aprovechar con mayor efectividad el parco ancho de banda disponible.
Nosotros añadiríamos un tercer parche a este problema, que está completamente en manos de las grandes majors de distribución de contenidos. Los usuarios son perezosos y problemas como el de la piratería se solucionarían si de verdad existieran alternativas de videoclub online de calidad, a un precio asequible y, sobre todo, fáciles de entender, configurar y usar para todos, no sólo para los que estamos en estrecho contacto con la tecnología.
En este sentido, si desde las grandes productoras de TV y Cine se pusieran las pilas a la hora de negociar acuerdos de distribución con los fabricantes de equipos de imagen conectados, probáblemente la distribución de contenidos en la vieja Europa comenzara a acercarse al modelo americano, mucho más sensato, desarrollado y, a la postre, rentable.
Nuevas tecnologías. El futuro se llama OLED
Aún nos sorprende que los responsables de las grandes marcas de televisores pongan mala cara al oir hablar de temas como los paneles IPS. Este tipo de tecnología está en dique seco en lo que a grandes pantallas se refiere. Todo indica que la gran apuesta de las marcas está en el OLED. Desde Samsung nos cuentan que 2011 será un año de sorpresas y grandes anuncios en este sentido, y que el tamaño de los televisores OLED no tardará en dispararse hasta diagonales de gran formato. La clave en este tema está en que las cadenas de producción de LCD/LED no necesitan de excesivos cambios para pasar a producir OLED.
En cuanto a resolución, chocamos de nuevo con el mercado de contenidos. Parece que nos hemos quedado estancados en el FullHD, y muchos consumidores demandan ya equipos con resoluciones superiores a un precio que no suponga empeñar un riñón. Sin embargo, el mercado de contenidos sigue acaparado por los 1080p y, lógicamente, ningún fabricante ve sentido en asumir sobrecostes sin garantías de rentabilidad. Al menos no por el momento.
Cerramos estas reflexiones con una conclusión personal: El 3D ha llegado para quedarse, pero no podemos esperar muchos cambios en una tecnología que se ha adelantado varios años a la oferta de contenidos y que ahora necesita reposar hasta convertirse en mayoritaria. 2011 no será el año del 3D, no al menos a nivel comercial. 2011 será el año de la televisión conectada, y el mercado de equipos de imagen inteligentes, lo que en Samsung ya llaman Smart TV, va a ponerse realmente interesante.
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