Cuando hablamos de proyectos locos, megaconstrucciones o ciudades del futuro, tenemos que mirar automáticamente a Arabia Saudí. No es para menos, ya que es el enclave en el que, en algún momento, se finalizará el faraónico proyecto Neom con elementos como la ciudad lineal de 170 kilómetros de largo o la colosal torre Jeddah. El nuevo sueño parece ser un edificio de dos kilómetros de altura que dejarían al imponente Burk Khalifa como un rascacielos del montón.
Eso sí, se están acumulando los proyectos de megaedificios en Arabia Saudí.
De dónde venimos. Actualmente, Arabia Saudí tiene una buena lista de construcciones pendientes si nos fijamos únicamente en este tipo de construcciones que podríamos calificar como obscenas. Aparte de los comentados, The Line sigue llamando la atención de todo el mundo por su desmedida ambición y sus posibles complicaciones en el día a día, pero también tenemos la torre con aspecto cristalino de 330 metros o el imponente Mukaab, un cubo de 400 x 400 metros.
Humillando a Emiratos Árabes. Uno de los objetivos de Emiratos Árabes fue dejar de ser visto como el pozo de petróleo del mundo para convertirse en un destino turístico apetecible. Con el Burj Khalifa como reclamo (tanto que ha sido protagonista en sagas como Fast and Furious o Mission Imposible), se buscó tener un gigante de 828 metros y 162 pisos en el que el lujo es la seña de identidad. Jeddah, si alguna vez termina su construcción, mirará por encima del hombro al Burk Khalifa, pero lo de la nueva torre saudí sería aún más exagerado.
Dos kilómetros. Como señalan en Architectsjournal, las autoridades han dado luz verde al inicio de este proyecto de rascacielos de dos kilómetros de altura situado en Riad, cerca del Aeropuerto Internacional Rey Khalid. No se han especificado datos y tampoco tenemos un render que nos ayude a comprender la inmensidad de un edificio de tal magnitud, pero sabiendo que sería más del doble del actual edificio más alto del mundo, nos podemos hacer una idea.
De factura británica. Muchos de estos proyectos se están construyendo de la mano de arquitectos estudios de arquitectura británicos como Zaha Hadid, pero parece que el gato al agua para el nuevo edificio más alto del mundo se lo habría llevado Foster + Partners. Son los responsables de, entre otras construcciones, la torre Al Faisaliah, la que hasta la llegada de la torre PIF fuera la torre más alta de Arabia Saudí con unos 267 metros que, ahora, quedarían en nada. De hecho, el aeropuerto junto a esta megatorre también está siendo remodelado por Foster + Partners.
¿Para qué tanto? Sin saber cuántas plantas tendrá finalmente, es complicado hacer una estimación, pero en edificios de esta magnitud se albergan oficinas, hoteles, comercios, espacios de entretenimiento y viviendas. Y casi tan interesante como ver el propio edificio, será echar un ojo a los planos de los cimientos de tal coloso. Para que nos hagamos una idea, las torres gemelas Petronas de 452 metros de altura cada una cuentan con unos cimientos que se hunden 120 metros. El de las Petronas es un caso exagerado, puesto que la torre Taipei 101 de 508 metros tiene unos cimientos de 79,8 metros y Jeddah parece que tiene una estructura de 105 metros para su kilómetro de altura.
De la manera que sea, y viendo el ritmo al que avanzan otros proyectos como el propio Jeddah que debería haber estado terminado en 2018, parece que todavía falta para que veamos este gigante de Riad. Emiratos Árabes tendrá tiempo para reaccionar, aunque puede que su estrategia no esté enfocada en la altura, sino en convertir Dubai en la capital de los rascacielos de lujo.
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