Quizá la pregunta no era si podíamos construir la linterna más potente del mundo, sino si debíamos
Sólo permite usarla al máximo durante siete segundos, pero vale la pena
Hay momentos en los que la humanidad no debe dejarse llevar por preguntas como si deberíamos construir algo y, simplemente, hacerlo. Esa parece ser la máxima de Hacksmith Industries, un canal de YouTube que más de una vez nos ha sorprendido por sus alocadas y espectaculares construcciones, como el sable láser de 'Star Wars', el escudo del Capitán América o el Stormbreaker de Thor. Sin embargo, algo que realmente es útil es una linterna de dos metros, varios kilos de peso y una potencia… incalculable.
Vamos a ver cómo fabricaron la linterna más potente y poco práctica del mundo que iluminaría ella solita un estadio de fútbol.
Las linternas más potentes. A Hacksmith le gustan los proyectos imposibles y como inspiración para su linterna, tomaron la que en aquel momento era la linterna comercial más potente del mundo. Se trataba de la IMALENT MS18, una linterna con 100.000 lúmenes de brillo gracias a sus 18 LED de alta potencia. Ya ha sido destronada por una nueva generación, la IMALENT MS32 que se puede comprar por unos 800 euros y que cuenta con un brillo de 200.000 lúmenes y una distancia máxima de más de 1,8 kilómetros.
300 LED y una PCB a medida. Parece que esas características se quedan cortas para los estándares de este canal y, por eso, emprendieron la aventura de crear su propia versión de la linterna más potente del mundo. Para ello, compraron 300 LED y, como no hay una PCB lo suficientemente grande como para poder colocar los diodos, diseñaron la suya con el software Altium Designer. Desde él se pueden probar las configuraciones y, como sólo se pueden instalar seis LED por PCB, encargaron 50 placas.
El problema de la batería. Eso hay que alimentarlo y el problema es que las baterías deben tener unas características muy concretas. Los LED son elementos que necesitan corriente constante y, cuanto más tiempo permanezcan conectados a una batería que está en las últimas (antes de volver a cargarse), más potencia perderán. Es por ello que se necesita un controlador LED de corriente constante. De este modo, el driver demandará la energía necesaria a la batería para que siempre sea constante en la entrega a los LED.
El inconveniente es que se necesita uno de estos drivers por cada PCB, por lo que también tuvieron que encargar 50 controladores LED de corriente constante, cada uno conectado a una PCB y todos ellos enlazados con la batería.
Y del calor. Otro problema tiene que ver con la temperatura. Los LED son eficientes y los que solemos tener en la iluminación de casa no generan calor. Cuando la potencia aumenta, el calor también lo hace y es necesario dotar a estos LED de un sistema de disipación que suele ser pasivo mediante una placa de aluminio en la parte trasera. De hecho, aunque tengan disipación, las linternas muy, muy potentes suelen tener varios modos de brillo, permitiendo el más intenso sólo siete segundos de uso.
En el caso de la linterna de Hacksmith, el calor también es un problema. Para intentar solucionarlo, crearon un disipador enorme que colocaron en la parte trasera de los PCB. Es un sistema de disipación pasiva que permite aligerar algo la temperatura, pero aun así en poco más de 5 segundos, el sistema se sobrecalienta. El problema es que es extremadamente potente y en el vídeo que compartieron cuesta hacerse una idea de la luz que ese cacharro tiene que estar emitiendo.
Enfocando la luz. Antes de encenderla, sin embargo, toca solucionar el último problema: cómo hacer que sea una linterna con un foco dirigido en lugar de un punto muy brillante sin alcance alguno. Para eso, las linternas convencionales cuentan con una lente que dirige la luz. Además, el interior está fabricado en un material que permite reflejar la luz. El objetivo es concentrar lo que emiten los LED en un punto.
Aquí tenemos lo mismo, pero a lo grande. Entre los LED y la lente hay que dejar un espacio y lo que hicieron fue cortar un cubo de basura y forrar su interior con un material reflector. Con esto se consigue dirigir la luz a una lente que concentra muchísimo los haces y que funciona como una lupa gigante. Y, además, a cada conjunto de seis LED les colocaron lentes individuales para aumentar aún más la eficiencia de la luz que llegará a la lente.
¿Potencia? Una burrada de lúmenes. Con todo eso construido, fabricaron un sistema para controlar la potencia con un botón (con tres niveles, además del de apagado), pusieron bonito el exterior dando forma de linterna y empezaron con las pruebas. Era el momento de medir la intensidad de la luz y, para ello, utilizaron un radiómetro de Crookes o molinillo de luz.
Se trata de un objeto que consta de una esfera de cristal que forma el vacío en su interior, donde está una especie de molinillo suspendido con cuatro aspas sin fricción prácticamente y que giran cuando la luz incide en ellos. Es un dispositivo curioso y en los primeros diseños puede que no funcionara muy bien, pero cuando se consiguió crear casi el vacío perfecto en su interior, se pudo demostrar que la luz ejercía cierta fuerza.
Bien, pues algo interesante es que con la linterna IMALENT se puede ver que las aspas giran a cierta velocidad, pero con la linterna de Hacksmith no sólo esa velocidad aumenta, sino que el calor generado provoca la explosión del cristal, y eso sin la lupa instalada. Y… ¿lo mejor de esto? Realmente no parece algo muy difícil de fabricar, ya que la PCB es simple y lo único que haría falta es conseguir los materiales y lanzarse a por una gesta aún mejor.
La mala noticia es que no entra en el maletero del coche para una situación de emergencia.
Imágenes | Pantallazos de Hacksmith
En Xataka | Esta linterna hecha a mano es tan potente que integra un sistema de refrigeración líquida
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