El empresario está construyendo un enorme complejo autosuficiente de 500 hectáreas en Kaua´i con dos mansiones y casas de huéspedes
El proyecto está marcado por el secretismo, con contratos de confidencialidad y estricta vigilancia
"Es el club de la lucha. No hablamos del club de la lucha". La frase es de David y, por más sorprendente que resulte, su guiño a la famosísima película de D. Fincher nada tiene que ver con el cine distópico, asociaciones clandestinas o clubs selectos en los que impera el secretismo. De lo que habla es de Koolau Ranch, una inmensa mansión que se está levantando en una remota isla de Hawái. Una muy especial, eso sí. Si David asegura que él y el resto de los empleados que están dando forma a la construcción deben guardar la misma ley del silencio que imperaba entre Brad Pitt y Eduard Norton en la peli de Fincher es por la naturaleza de la obra.
Koolau Ranch será ni más ni menos que la nueva mega mansión de Mark Zuckerberg, un rancho tan exclusivo como lujoso, selecto... y secreto.
Movimiento en Kaua´i. Hace ya tiempo que Kaua´i ha dejado de ser una tranquila isla hawaiana bordeada por playas paradisíacas y unos paisajes que le han valido el apodo de "Garden Island". Al menos en parte de la ínsula, algo más pequeña que Gran Canaria, es habitual ver movimiento de centenares de obreros, camionetas con materiales y demás maquinaria de construcción. Y su nombre se ha colado sorpresivamente en las webs de medios internacionales como Wired, The Telegraph o New York Post, algo llamativo para una isla donde viven apenas 73.300 personas y en la que en 1973 funcionaban solo dos semáforos.
Si aquella remota región hawaiana registra ahora ese trasiego de vehículos y operarios y acapara titulares en la prensa internacional es por su nuevo inquilino: Mark Zuckerberg, cofundador de Facebook, CEO de Meta, poseedor de una de las fortunas más acaudaladas del planeta y sin duda una de las figuras más relevantes y polémicas del sector tecnológico. A pesar de sus enormes esfuerzos por mantener el proyecto en secreto, su alcance mediático y las propias dimensiones de Koolau Ranch han hecho que acabe despertando interés más allá de la isla.
Un complejo de (mínimo) 270 millones de dólares. Si hemos podido conocer los planes de Zuckerberg en Kaua´i es gracias a la exhaustiva labor de investigación de desarrollada por Guthrie Scrimgeour para Wired, medio que ha entrevistado a exempleados de la obra, profesionales próximos al proyecto y gente del entorno del empresario. Con todo ese material y los documentos y planos que Scrimgeour ha podido consultar gracias a los registros públicos, ha elaborado una descripción aproximada de cómo será Koolau Ranch. Y el resultado es digno del club de las mega mansiones al que nos tienen acostumbrados otros magnates.
Koolau Ranch costará al menos 270 millones de dólares. Y lo de al menos es un matiz importante porque, como detalla Wired, el dato responde solo a la suma de lo que costaron los terrenos, valorados en unos 170 millones, y la obra principal, que moviliza otros 100. La cantidad es en cualquier caso lo suficientemente eleva como para que destaque en el sector inmobiliario de Kaua´i, donde el proyecto de Zuckerberg destaca tanto por su elevado coste como por su secretismo.
Enorme, lujosa y autosuficiente. Tres adjetivos que se ajustan a lo que el responsable de Meta tiene en mente para Kaua´i. Empezamos con el primero. Wired calcula que el complejo abarca cerca de 500 hectáreas e incluye un refugio subterráneo de 460 m2 y una docena de edificios con al menos 30 habitaciones y 30 baños. El complejo se estructura en torno a dos mansiones con una superficie total equiparable a la de un campo de futbol y dotadas de ascensores, cocina profesional y espacios de trabajo, como oficinas y salas de conferencias.
No son los únicos detalles que han trascendido del ambicioso Koolau Ranch. El complejo tendrá poco de convencional, y no solo por su gigantesco bunker. En los planos se incluyen 11 viviendas que forman una especie de disco y se construirán en los árboles de una zona boscosa cercana. Por si semejante estampa no fuese lo suficientemente curiosa, están conectados además por puentes de cuerdas, por lo que sus inquilinos podrán pasar de una a otra sin tener que bajar al suelo.
Más que una casa XXXL. Las dimensiones y servicios de Koolau Ranch permiten pensar que Zuckerberg busca algo más que una casa XXL donde alojarse con su esposa e hijos. Wired explica de hecho que, aunque el complejo aún no está totalmente rematado, el magnate ya ha celebrado reuniones corporativas allí.
Para que ni él ni sus invitados echen en falta ninguno de los servicios de los que disfrutarían en una gran ciudad, Koolau Ranch incorpora gimnasio, sauna, jacuzzi, piscina, cancha de tenis, casas de huéspedes, edificios para operaciones… e incluso un gran depósito de agua de 16 metros de diámetro y cinco de alto que, junto a un sistema de bombeo, permitirá al complejo ser autosuficiente. Tampoco les faltará comida. En la enorme parcela hay cultivos agrícolas y se cría ganado.
Grande... y secreta. Hay un cuarto adjetivo que le sienta igual de bien al complejo y es el de secreto. Zuckerberg y su equipo han puesto un celo especial en que todo el proyecto de Koolau Ranch se desarrolle con la máxima discreción, una tarea nada sencilla dado el alcance mediático del empresario y el gran tamaño de la obra. Como reconoce a Wired uno de los exempleados, David, el personal que se encarga de trabajar en la parcela tiene totalmente prohibido compartir detalles sobre su labor. "Es el club de la lucha. No hablamos del club de la lucha".
Ironías aparte, carpinteros, electricistas, pintores… deben pasar por casetas de seguridad y están sujetos a un acuerdo de confidencialidad. Airear datos sobre la obra, aunque sea a través de las redes o entre compañeros de otros equipos, puede costarles el empleo, según los rumores que circulan entre la plantilla.
"La otra única ocasión en que esto ocurre es cuando se crean instalaciones militares protegidas. Es muy raro que un proyecto privado incluya un acuerdo de confidencialidad", explica a Wired un trabajador del sector de la construcción de la isla. Al secretismo del proyecto tampoco ayuda que se esté desarrollando en una zona aislada, en la costa norte, y que —según la publicación estadounidense— la propiedad de Kaua´i esté en manos de una decena de sociedades.
A prueba de filtraciones y ataques. Si difícil es acceder a la información sobre el complejo, más lo será entrar en él: Koolau Ranch está vigilado con una vasta red de cámaras —solo uno de sus edificios de operaciones supera las 20— y guardias de seguridad. La mansión está pensada además para ofrecer un blindaje a prueba de ataques. Por si cámaras y guardias jurados no fueran suficientes, incorpora un refugio subterráneo de 460 m2 dotado de una puerta metálica reforzada con hormigón al que se podrá llegar por un túnel que conecta las mansiones.
Además del despliegue de cámaras, Koolau Ranch contará con cierres insonorizados y puertas que en algunas estancias estarán diseñadas para que emiten el diseño de las paredes que las rodean. Semejante despliegue ha caldeado ya la imaginación de los habitantes de la isla, donde circulan rumores sobre los planes de Zuckerberg de construir un búnker o una "ciudad subterránea".
Un proyecto no exento de polémica. No todo es lujo, grandes datos y secretismo en torno a Koolau Ranch. Wired desvela que el proyecto también tiene su vis polémica. Zuckerberg empezó a hacerse con las propiedades hace ya años, en 2014, y el proceso no ha siempre ha sido tranquilo, lo que ha derivado en pleitos y subastas. A mediados de 2020, de hecho, se lanzó una petición para "impedir que Mark Zuckerberg colonice Kaua´i" que acabó sumando más de un millón de firmas. El CEO de Meta también ha recibido críticas de periodistas locales.
Imágenes: Bradleyolin (Flickr) y Hawai'i Tourism Authority
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