Jacki Morie sueña con el desarrollo de una tecnología que permita transferir los sentidos y acciones de una persona a un sistema remoto en tiempo real. Es decir, con crear 'avatares' robóticos que lleven un paso más allá el concepto de telepresencia y nos pongan en el camino del futuro imaginado por la película 'Los sustitutos', protagonizada por Bruce Willis en 2009.
Y Morie, que antes fue investigadora del Institute for Creative Technologies (donde desarrolló tecnología de realidad virtual enfocada a la telemedicina), pretende contribuir a dicho sueño desde su puesto de asesora técnica del concurso ANA Avatar XPRIZE, una competición global con 10 millones de dólares de presupuesto cuyo objetivo declarado es, precisamente, promover la presentación y desarrollo de ideas que nos conduzcan a crear avatares robóticos.
Su fundador es Peter Diamandis, ingeniero y emprendedor estadounidense, fundador y líder de la Singularity University y de la X-Prize Foundation, la entidad desde la que promueve la organización de concursos para promover el desarrollo tecnológico: antes del ANA Avatar XPRIZE existieron otros como el Google Lunar XPRIZE, el Carbon XPRIZE o el XPRIZE For Water Abundance.
"El ANA Avatar XPRIZE puede permitir la creación de una alternativa capaz de superar las limitaciones físicas humanas, que nos permita distribuir de manera más rápida y eficiente las habilidades y la experiencia práctica a aquellos lugares geográficos distantes donde más se los necesita, reduciendo la brecha de la distancia, el tiempo y las culturas".
El equipo ganador será aquel "capaz de integrar múltiples tecnologías emergentes para desarrollar un sistema de Avatar físico y no-autónomo que permita a su operador ver, oír e interactuar dentro de un entorno remoto de manera que lo sienta como si estuviera realmente allí". Si te interesa participar debes inscribirte antes del día 30 de septiembre.
¿Cómo podrían ser esos 'avatares' en un futuro cercano?
Normalmente, vinculamos el término 'avatar' únicamente a una representación gráfica digital (desde la foto de nuestro perfil de Twitter a un determinado modelo 3D en un videojuego multijugador) pero, tal y como explica Morie en una entrevista para la publicación Robotic Business Review,
"Ahora que la robótica se ha vuelto más sofisticada, y somos capaces de llevar a cabo una gama de labores más amplia usando robots humanoides. [...] Al tener una dimensión física, la gente podría 'teletransportarse' dentro del avatar o 'habitarlo' de algún modo. De repente, el uso de ese término ha adquirido un significado mucho más amplio".
Para Morie, los retos que hoy debemos superar antes de llegar a esto pasan no sólo por poner nuestra presencia dentro de un robot físico, sino también por lograr que el 'operador' reciba "lo que el robot está experimentando, tocar, oler, el viento en su cara. [...] ¿Cómo logramos captar la experiencia física del robot y enviarla a una persona situada en un lugar distante?".
Aun a falta de responder estas preguntas, Morie tiene claro que existirán oportunidades de negocio para estos avatares una vez puedan ser fabricados: cita ejemplos como la posibilidad de disponer de avatares en residencias de ancianos para poder acompañar a nuestros familiares impedidos durante algunos momentos del día; o la opción de disponer de avatares genéricos en nuestras casas ("como quien tiene una aspiradora o una Roomba") que puedan usar técnicos como electricistas y fontaneros para personarse en ellas a trabajar.
"Imagina que de joven te has dedicado a escalar montañas, y ahora eres mayor y ya puedes seguir haciéndolo eso. Pero podrías conseguir en ese avatar apto para el alpinismo que te permita disfrutar de la montaña del mismo modo en que lo hacías antes.
O, imagina que alguien postrado en su cama pudiera entrar en un avatar y darse una caminata. A la larga, esto nos proporcionaría capacidades que quizá jamás tuvimos, como las de internarnos en el océano o la de viajar al espacio".
Vía | Robotic Business Review
Imagen | Pixabay
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