El hotel japonés que contrató cientos de robots "despide" a más de la mitad y da su trabajo a humanos

La cadena hotelera 'Henn na' ('Extraño') inauguró hace ahora 4 años su primer hotel en la ciudad japonesa de Nagasaki. En aquel entonces, sus particulares recepcionistas (una pareja de velocirraptores robóticos) le granjearon interés mediático a nivel internacional.

Si los huéspedes no se morían del susto al llegar a la recepción, podían dejar en manos de 'botones' mecanizados el transporte de su equipaje hasta sus habitaciones, donde les esperaba Chu-ri-chan, un simpático robot asistente activado por voz y destinado a atender sus peticiones. ¿Los peces de los acuarios? También robots.

Poco después los Henn na fueron reconocidos por el Guiness de los Récords como la primera cadena de hoteles del mundo gestionada (casi exclusivamente) por robots. En resumen, en estos años la cadena hecho de la robotización su seña de identidad.

De hecho, en algunos casos, se les ha llegado a poner de ejemplo de los efectos negativos de la proliferación de la inteligencia artificial sobre el empleo, aunque en este caso era más bien al contrario: una reacción a la escasez de mano de obra de la región.

"¡Estás despedido!" "No te he entendido, reformula tu petición"

Sin embargo, todo eso se puede haber acabado tras la última decisión de la dirección de la cadena hotelera: "despedir" a más de la mitad de los autómatas de su plantilla (concretamente 243).

¿La razón? Sencilla: la mayoría de los robots son un desastre. Los 'recepcionistas' son incapaces de responder la mayoría de las preguntas que les dirigen los clientes, los portaequipajes no siempre son capaces de llegar a la habitación correcta y Chu-ri-chan acostumbra a despertar a los huéspedes que roncan demasiado fuerte advirtiéndoles de que no ha podido entender su orden.

En origen, el primer hotel Henn na abrió sus puertas contando con un plantel de 80 robots, pero la reacción positiva del público en aquel momento les animó a ir añadiendo nuevos robots para todo tipo de tareas.

El 'simpático' asistente de las habitaciones del Henn na.

Y rápidamente hubo algo que quedó en evidencia: ni los originales ni los nuevos 'fichajes' eran capaces de seguirle el ritmo evolutivo a los asistentes que sus clientes conocían, como Siri o Alexa. Y empezaron a resultar más una carga que una ayuda para los escasos trabajadores humanos de la empresa.

Tecnología sí, pero no así

La empresa se ha dado cuenta ahora de que muchos de los robots eran totalmente innecesarios y de que el resto estaban dejando de ser útiles por pura obsolescencia. "Muchas personas cambian de teléfono cada dos años, por lo que cuatro años parecen demasiado tiempo", admite Takeyoshi Oe, director general de la cadena.

El problema es que la empresa no valoró bien el coste de reemplazar a ese ritmo su flota de robots. "Cuando realmente te pones a usar robots, te das cuenta de que hay lugares donde no resultan necesarios, o donde sencillamente molestan a la gente", reconocía con pesar el presidente de la compañía, Hideo Sawada.

A partir de ahora, los humanos se harán cargo de varias de las tareas asumidas desde la inauguración por los robots (como atender a los clientes en recepción) y el énfasis tecnológico del hotel se reorientará hacia aspectos más sutiles pero también más útiles: instalación de paneles solares y apertura de puertas de las habitaciones mediante reconocimiento facial.

Imágenes | Booking

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