Los centros de educación superior del mundo avanzado están empezando a subirse al tren de la inteligencia artificial, ya sea fichando talento, reformando planes de estudio o aprobando nuevos títulos. Lo que sea por dar respuesta a una demanda creciente del mercado laboral... y de los propios estudiantes.
Tom Mitchell, decano interino de la Facultad de Ciencias de la Computación de la Universidad Carnegie Mellon (CMU), señala que las empresas, hoy en día, sienten ya "no pueden permitirse esperar 4 años a que alguien estudie un grado".
En cualquier caso, como parte de esa nueva hornada de nuevos títulos, la CMU ha anunciado la puesta en marcha del primer programa de grado centrado en inteligencia artificial de los Estados Unidos (hasta ahora, su territorio eran los posgrados): 37 estudiantes empezarán el próximo mes de septiembre a formarse en 'automatización de la ciencia'.
El perfil del estudiante al que se dirige este título es aquél que hace unos años no habría dudado en cursar alguna carrera que le hubiera enseñado a realizar experimentos de laboratorio. Ahora, en cambio, la automatización marca el camino a la ciencia, y los jóvenes investigadores del mañana deberán aprender a programar, operar y mantener a los robots que realizarán los experimentos por ellos.
Nuevas competencias para un nuevo modo de hacer ciencia
En palabras del presidente de la CMU, Farnam Jahanian, "Vamos a jugar un papel destacado en la promoción de nuevos paradigmas de investigación, y a cambiar el modo de hacer ciencia experimental". El grado proporcionará formación en tres áreas:
- Uso de instrumentos automatizados y estudio de sus principios de diseño, interfaces y capacidades.
- Métodos computacionales para la creación de modelos de predicción de los datos experimentales
- Métodos algorítmicos para el diseño y selección de experimentos.
Pero... ¿por qué llega ahora a los departamentos universitarios esta nueva tendencia de automatización de la ciencia? La progresiva y rápida mejora tanto de los sistemas de IA como de la agilidad y precisión de los robots empieza a permitir ahora la superación dentro de los laboratorios de logros que antes sólo estaban al alcance de manos y cerebros humanos.
Bob Murphy, el jefe del departamento de biología computacional de la CMU afirma que
"Estamos en mitad de un cambio de paradigma, en un momento en el que elegir y ejecutar los experimentos ya no son cosas que deban quedar en manos humana. [Y esto] mueve cada vez más alto en la cadena alimenticia".
Las ventajas que puede aportar la automatización de la ciencia parten del hecho de que la ciencia experimental es cara, y eso limita el número de experimentos a realizar. Los investigadores se ven, así, forzados a priorizar unos experimentos sobre otros.
El problema es que los seres humanos no somos del todo buenos a la hora de elegir el mejor conjunto de experimentos: la IA ofrece planificaciones más eficientes, abaratando y democratizando así el acceso a los grandes experimentos. Por eso, contar con un especialista en automatización de la ciencia puede resultar fundamental para muchas compañías en un futuro cercano.
Vía | Axios
Imagen | Univ. de Michigan
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