Los llamados 'ordenadores de escala milímetrica' o 'micromotes' no son nuevos, llevan varios años desarrollándose con la idea de impulsar dispositivos diminutos para un consumo energético mínimo, sobre todo para dispositivos IoT. La Universidad de Michigan es la que se ha encargado de investigar más a fondo dentro de esta tecnología, de hecho hace dos años nos presentaron su primer apuesta con el M^3.
Hoy en el marco de la Conferencia Internacional de Circuitos de Estado Sólido de la IEEE (ISSCC), los informáticos David Blaauw y Dennis Sylvester de la Universidad de Michigan presentaron la más reciente actualización a su micromote, el cual ha disminuido de forma importante su consumo energético, ampliado su memoria, pero lo más relevante es que ahora es capaz de integrar todo un sistema de inteligencia artificial.
Redes Neuronales y Deep Learning en un ordenador del tamaño de un grano de arroz
Algunos pronostican que para el año 2035 tendremos un trillón de dispositivos conectados enviando información a la nube, y de aquí sólo será útil cerca del 40%, ya que el resto se tratará de información en bruto captada por micrófonos, cámaras de seguridad, y otro tipo de sensores. Por lo anterior es importante crear dispositivos "más inteligentes" que no sólo capten información, sino también que sepan analizarla.
El desarrollo de este nuevo micromote cuenta con la colaboración de TSMC (Taiwan Semiconductor Manufacturing Company), y se trata de al menos 10 diseños que han sido creados para operar con sólo unos nanovatios, pero esto sin perder potencia de procesamiento, ya que también son capaces de ejecutar redes neuronales y procesos de deep learning.
La presencia de un procesador capaz de ejecutar tareas de inteligencia artificial se debe a una ampliación en la memoria, que ahora llega a un megabyte de memoria flash, un avance importante después de que la primera versión sólo contaba con 8 kilobytes de SRAM. Lo atractivo de este nuevo diseño es que han logrado mantener el tamaño de tan sólo un milímetro cúbico, todo un bajo consumo de sólo 288 microvatios.
Ahora ¿para qué queremos inteligencia artificial en un ordenador tan diminuto? La respuesta corta es para que la información enviada a la nube sea de calidad y se aproveche en mayor medida. Por ejemplo, una cámara de seguridad sólo se activará cuando escuche voces o registre rostros, y así no nos llenemos de vídeos donde no se ve nada o ésta sea activada cada vez que un árbol se mueve.
Esto también aplica a dispositivos médicos que sólo enviarían datos cuando se presente una emergencia, o bien, dispositivos en oficinas que sepan cuando una puerta se debe abrir al identificar a una persona autorizada, o desactivar el aire acondicionado cuando la cámara detecte que la mayoría de la gente se está abrigando. Vamos, su uso puede ser tan amplio que incluso Intel Capitals invirtió en 2013 una cantidad de dinero no anunciada para aprovechar este desarrollo.
Vía | IEEE Spectrum
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