Telefónica está aprovechando la edición 2012 de su Móvil forum para enseñar la evolución de algunos de los proyectos en los que lleva tiempo trabajando, sobre todo alrededor del concepto de "smart city". Uno de ellos, una suerte de parada de autobús digitalizada, nos ha interesado especialmente por lo que tiene de integrador de varias tecnologías que confluyen en el todo conectado.
El nombre con el que lo han bautizado desde SmartLAB ("laboratorio de ideas" creado por el grupo de empresas formado por ADmira, Ficosa, Intel, JCDecaux y Telefónica) es "Smartquesina", abundando por partida doble en la manía de anteponer "smart" a casi cualquier cosa para reforzar su posicionamiento innovador. En cualquier caso se trata de una evolución, partiendo de algunas funcionalidades que ya están integradas en muchas paradas de autobús como es el caso de la información en tiempo real de horarios del transporte público.
La marquesina con super pantalla... y "autosostenible"
Lo que más llama la atención de esta parada de autobús tecnificada es la presencia de dos pantallas, una hacia dentro (que es la interactiva) y otra hacia afuera. Ambas permiten ser programadas desde un sistema central que gestiona la información que muestra, que puede ir desde contenidos de servicio público hasta publicidad como veremos más adelante.
Un aspecto destacable es que se busca que energéticamente sea autosostenible, por la vía de paneles solares o incluso integración de mecanismos para captar energía eólica. Responsables del proyecto nos reconocían que es algo que no se consigue del todo, en parte por lo poco previsible y estable que es la captación de energías renovables, pero que al menos se paliaba el consumo que necesita hacer de la red eléctrica convencional.
Interactuar mientras eres observado
Llegamos a los aspectos, quizás, más innovadores y a la vez peliagudos de la propuesta. Es posible interactuar con la marquesina, pudiendo el usuario consultar información de rutas, pero también comprar el billete de transporte, descargar información y comprar servicios (teatro, conciertos, cine) que aparezcan en la pantalla. Todo ello desde el móvil, para lo que se plantean el uso de NFC o de otro tipo de mecanismos (barruntamos que códigos QR aunque no lo han confirmado).
Pero hay más, la smartquesina dispone de una cámara que además se integra con un sistema de reconocimiento de imágenes. ¿Para qué se utiliza tal como está planteado ahora el proyecto? Por un lado cuenta a las personas que hay en la parada, con lo que puede medirse cuanta gente ve la publicidad y también cuanta gente está esperando el autobús (y ayudar a optimizar el número de ellos que se pone a trabajar).
Por otro lado también segmenta al público que está en la parada por edad y género, es decir, puede clasificar a los presentes con un muy alto grado de fiabilidad, contabilizarlos históricamente y también ofrecer un sistema publicitario que cambie los anuncios en función de quien esté presente. Que hay un señor de cuarenta años, pues es el perfil que ha podido vender a una aseguradora de coches tradicional; que es una chica de 18, pues posiblemente es un segmento a la que ofrezca una aseguradora barata online.
Modelo de negocio, privacidad y aceptación social
Los responsables del proyecto juran y perjuran que en ningún momento se intenta identificar a los usuarios ni se guardan las imágenes para otros usos que no sean los descritos. Por LOPD consideramos que esto no es sólo probable, sino algo a lo que obliga la ley, por lo que no nos preocupa tanto por lo que puedan hacer hoy sino por la avanzadilla que supone de ciudades cada vez con más cámaras que una vez instaladas abrirán el debate a otros usos menos respetuosos con la privacidad.
Pero otro tema bien diferente es la aceptación social, que para un servidor es siempre es una incógnita puesto que la privacidad preocupa cuando los efectos de perderla se hacen evidentes, no antes. En los tiempos de Facebook es probable que si la gente ve un valor en este tipo de soluciones, acepte la parte de ser "observado y segmentado".
Por último, detrás de la "smartquesina" hay un modelo de negocio: venta de una publicidad más eficiente y potente, comercialización de servicios como venta de entradas y búsqueda de que energéticamente no sume demasiado respecto a lo que hay ahora. Tal como están las administraciones públicas parece difícil que haya un dsepliegue que requiere una inversión importante, más si es una incógnita que la comercialización de publicidad exterior pueda evolucionar de modelo y que se cree el hábito de comprar entradas de cine en la parada del autobús con el móvil.
Antonio Ortiz es cofundador de WeblogsSL, la empresa que hace Xataka y en la que ejerce el cargo de director de Estrategia Online. Escribe habitualmente en su blog Error500 sobre internet y tecnología. Está en Twitter y en Google Plus
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