Lo último que sabíamos sobre el Tren Maya es que el INAH seguía trabajando para mejorar la señalización y los senderos de las zonas arqueológicas del país. El proyecto más emblemático del gobierno de Andrés Manuel López Obrador también está envuelto en la polémica debido al impacto ambiental que puede ocasionar su trayecto. De hecho, hace un mes de detuvo un tramo clave, y ahora ha salido un nuevo e importante actor para poner freno al proyecto.
La Unesco levanta la voz. El pasado mes de julio, el colectivo “Sélvame del Tren” recurrió a la Unesco para tratar de detener por todos los medios los avances del tramo 5 del megaproyecto del gobierno. A través de una carta denunciaban que el proyecto afecta el patrimonio arqueológico y paleontológico de la zona. En el documento señalaron que la región alberga vestigios que datan del origen de la humanidad en América.
Finalmente, el Comité del Patrimonio Mundial de la Unesco ha solicitado al gobierno de México que realice una evaluación ambiental estratégica para calcular los efectos nocivos que puede ocasionar el Tren Maya. Específicamente, nombra al centro histórico de Campeche, a las zonas arqueológicas de Chichén Itzá, Uxmal y Palenque, y a las reservas de la biósfera de Sian Ka’an y Calakmul, todos declarados patrimonio cultural y natural de la humanidad.
Urge evaluar antes de continuar. El “toque de atención” de la Unesco llegó en la reunión que tuvo lugar en Nueva Delhi, India, presidida por Vishal V. Sharma, quién dijo lamentarse de que el Tren Maya se esté levantando a gran velocidad ignorando las advertencias para elaborar una Evaluación Ambiental Estratégica (EAE), como se propuso en el Consejo Internacional de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, órganos consultivos de la Unesco.
No solo eso. Antes los representantes de los 195 países que forman parte de la Unesco, el Comité del Patrimonio Mundial leyó tanto el análisis como las conclusiones que sus especialistas y órganos consultivos hicieron del Tren Maya, momento en que se hizo especial énfasis en la situación de la zona arqueológica y reserva de la biósfera de Calakmul, Campeche, declarada patrimonio cultural y natural de la humanidad en 2002.
El problema del tramo 5 sur. Lo contamos hace unas semanas. Su suspensión se debió al impacto ambiental, y era el camino que debía atravesar uno de los destinos turísticos más visitados del país, la Riviera Maya, con sus playas, sitios arqueológicos y parques naturales.
El dictamen de los juzgados que lo paralizaba indicaba que las empresas que se encargan de la realización de las obras no han respetado el informe de impacto ambiental que Semarnat emitió en 2022. De hecho, el juez ha sido bastante claro al detallar que, de seguir las obras en el tramo, el riesgo de los daños era irreversible.
Mientras tanto, descubrimientos. Lo cierto es que el proyecto también está revolucionando los hallazgos y yacimientos arqueológicos. Sin ir más lejos, hemos descubierto siete estructuras prehispánicas en Kohunlich, lo que supuso que una estación se debe desviar. Para hacernos una idea, el INAH ha comentado que, poniendo como ejemplo el Tramo 2, cubrieron los 235 kilómetros del mismo, identificando 1.032 monumentos y atendiendo 2.454 casos de geotecnia. En el Tramo 7, los investigadores tenían localizadas siete estructuras prehispánicas.
Estamos ante un proyecto tan grande, en todos los sentidos, que no parece que vaya a poner de acuerdo a quienes lo promocionan frente a sus detractores. Mientras unos abogan por una inyección económica descomunal por los tramos y rutas que enseñan la riqueza historia de la zona, otros recuerdan que está en peligro algo mucho más importante: las selvas y cavernas que albergan precisamente ese rico pasado histórico.
Imagen | Mundo al Revés, Alstom
Ver 2 comentarios