Llevamos años avisando y ya ocurrido. La "carne sin carne" de empresas como Beyond Meat e Impossible Food se ha convertido en mainstream. En un par de años, estas compañías han logrado colocar sus productos en más de 20,000 restaurantes de todo EEUU y están dando el salto a otros mercados como Canadá.
Un éxito brutal que, sin embargo, está poniendo a los fabricantes en serios aprietos. La pregunta ahora mismo no es si los productos pseudocárnicos basados en plantas tienen futuro, la pregunta es si la carne de mentira está preparada para no morir de éxito.
¿Pueden las nuevas hamburguesas sin carne morir de éxito?
Los restaurantes quieren más y más. En el Wall Street Journal han puesto números a la tendencia. El 15% de todos los restaurantes de EEUU ya ofrecen productos de este tipo, según un estudio de Technomic Inc. Es decir, un 3% más que hace un año.
Y el motivo es claro: La gente busca estos productos aunque sean más caros. White Castle, una de las primeras cadenas norteamericanas en subirse al carro, registró un crecimiento del 4% en ventas los dos meses posteriores a hacerlo. Los Burger Kings que ofrecen la Impossible Whopper han experimentado un crecimiento del 17% en visitas (mientras las de la cadena caen un 2%), según otro informe de inMarket al que ha tenido acceso el WSJ.
El boom de la industria de las hamburguesas de mentira Eso ha hecho que las empresas que lideran el sector, se disparen. Beyond Meat está al borde de la rentabilidad y han cuadruplicado el valor de sus acciones desde Mayo, cuando salieron a bolsa. Ya vale 6.000 millones de dólares. En el caso de Impossible Foods acaba de cerrar una ronda de inversión de 300 millones. Los inversores han detectado la oportunidad, pero el problema sigue encima de la mesa: ¿podrán cumplir las expectativas que están generando?
No es carne todo lo que reluce Y es que el rápido crecimiento está golpeando fuerte a las compañías que fabrican estos productos. El asunto central aquí es que las nuevas hamburguesas no se basan en procesar tofu o champiñones como las hamburguesas veganas que se suelen consumir hoy por hoy. Los nuevos productos necesitan manipular proteínas y poner en marcha procedimientos mucho más complejos para los que aún no tienen procesos industriales totalmente optimizados.
Pero es que por no tener no tienen ni cadenas de distribución. Impossible Foods vive en una crisis de reputación permanente entre los clientes que la acusan de priorizar a las grandes compañías y los problemas de una red de distribuidores que estaba muy bien para la empresa de hace seis meses, pero que ahora es a todas luces insuficiente.
El secreto está en el precio Eso significa que son caras y, aunque sobre el papel no deberían, van a seguir siéndolo en los próximos años. La hamburguesa de Beyond Meat cuesta el doble que una hamburguesa normal y la de Imposible Food no es mucho más barata. Y sorprendentemente este problema puede ser su gran baza: muchas empresas se muestran reticentes a dar el paso precisamente por sus dudas de que, a estos precios, el producto tenga futuro más allá de la novedad.
Y pueden estar en lo cierto. Este es el gran reto de la carne de mentira: conseguir cabalgar la ola de lo mainstream sin morir en el intento. No parece fácil.
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