Dicen que la cara es el espejo del alma. Y debe ser verdad. Pocas cosas expresivas y llenas de matices como una cara. Por eso, siempre hay una gran insistencia por "dar la cara" o "poner buena cara". Pero, ¿Ha sido siempre así? ¿Cómo ha ido modificándose nuestra morfología? ¿Cómo ha evolucionado la apariencia de la humanidad a lo largo de la historia?
Esas son las preguntas que se hizo el paleo-artista John Gurche y, con ayuda de la Universidad de Yale, estudió los fósiles, la conducta y la alimentación de cada especie. De esta forma, se aseguraba que la recreación era lo más realista posible. El resultado es este: 90 segundos que resumen 7 millones de años de cambios en nuestra historia evolutiva.
Una reconstrucción facial de 7 millones de años
El primer invitado es Toumaï (Sahelanthropus tchadensis) descubierto en el desierto de Djurab al norte de Chad y que vivió hace unos 7-6 millones de años y es considerado uno de los primeros homínidos de la historia. Es justo aquí, donde creemos que nuestro linaje se separa de otros linajes de primates. Aunque, la verdad, es un tema en el que hay debate porque hay quien piensa que, en realidad, es un fósil del linaje de los chimpancés. Donde parece que hay más consenso es en el Orrorin Tugenensis. Descubierto por la paleontóloga francesa Brigitte Senut en Kenia, vivió hace unos seis millones de años y parece, con relativa seguridad, que es el antecesor de el Ardipithecus. Aquí es donde la cosa se pone interesante. Con 5 millones de años a sus espaldas, ya nos empieza a dar un aire (lejano, eso sí). De hecho, nos ha enseñado mucho sobre el origen de la bipedestación.
El siguiente invitado es Lucy. Encontrada el 24 de noviembre de 1974 a 150 kilómetros al nordeste de Adís Adeba (Etiopía) y nombrada en honor de una canción de los Beatles, es posiblemente el fósil más conocido del mundo. Lucy era un esqueleto muy completo del Australopithecus afarensis (Entre 4 y 3 millones).
No está claro del todo cual fue el primer homo. Tenemos dudas sobre si fue el habilis, el rudolfensis, una categoría cajón que englobe a los dos u otra cosa. Pero está claro que los distintos homínidos fueron evolucionando en África hasta que, hace un millón de años, el Homo antecesor llega a Europa. Entre 600 y 200.000 años, el Homo heidelbergensis puebla ya toda Europa. Tradicionalmente, está considerado como el antepasado directo tanto de los Neanderthales como de nosotros, pero hay algunos estudios que plantean una mayor variedad de linajes que acabaron por confluir en el sapiens sapiens. En esos estudios ha jugado un papel importante Atapuerca y su sima de los huesos gracias a la cual conocemos a Miguelón, el famoso fósil burgalés, que es precisamente un heidelbergensis.
Justo antes de llegar a nosotros, podemos ver a nuestro primo el Homo neanderthalensis. Los neandertales, que merecerían un post aparte, todavía tienen algunos rasgos arcaicos (sobre todo en la frente) pero nadie puede negar que tiene un punto encantador (y mucho menos si has leído 'Los Hijos de la Tierra'). El fantástico trabajo de Gurche aunque no es exacto y, además, se circunscribe al caso europeo, sirve para poder contemplar el viaje morfológico que hemos hecho desde aquel lejano lugar de África hasta estar leyendo este artículo de Xataka.
Imágenes | Gurche
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