El extraño encanto de las bombas nucleares nunca pierde actualidad. Pase el tiempo que pase, siempre hay algún líder mundial (con ligeras tendencias megalomaníacas) que quiere lo que todo el mundo quiere', ser una potencia nuclear.
Pero, más allá de las moratorias y la política, ¿de verdad es tan difícil construir una bomba nuclear? ¿Es tan complejo montarnos nuestra propia bomba nuclear en el jardín, el garaje o el maletero del coche? ¿O, a día de hoy, es más fácil de lo que pensamos?
Una bomba nuclear en tres cómodos pasos
En realidad, lo de las bombas nucleares es algo fácil. Basta con conseguir una masa de material radiactivo en estado crítico, sentarse (a cierta distancia y con gafas de sol, si es posible) y observar como ocurre la magia. Cuando un átomo golpea a un átomo inestable de uranio, éste se divide liberando energía.
Si conseguimos dividir los suficientes en un espacio pequeño, se produce una reacción en cadena y podemos llegar a producir una buena cantidad de energía. Grosso modo, depende de si esa emisión está controlada o no, hablamos de una central nuclear o de una bomba. Esta es la parte fácil a partir de aquí, todo se complica.
Conseguir los ingredientes (o ¿se puede comprar plutonio por internet?)
Como decía, no se puede hacer una bomba nuclear sin material 'fisible' (material inestable que se 'fisione' con facilidad). Un material que en las bombas estándar suele ser o plutonio-239 o uranio 235. Esto, ya de por sí, es un problema importante: he buscado en las principales tiendas online (Amazon, Ebay, AliExpress...) y no he encontrado nadie que lo suministre. Aunque, eso sí, no he mirado en Milanuncios ni en Wallapop.
No hace falta mucha cantidad: las bombas de Hiroshima y Nagasaki produjeron efectos terribles con una cantidad muy moderada de material. Little Boy, la bomba que cayó sobre Hiroshima, sólo produjo la fisión de 910 gramos de uranio de los 64 kg que llevaba; en la Fat Man fue alrededor de un kilo de los 6,19 que transportaba.
Parece poco, pero reunir la masa de isótopos suficiente para crear una bomba nuclear es casi imposible. Pese a las películas de acción donde siempre roban una antigua cabeza nuclear soviética, el Organismo Internacional de la Energía Atómica hace un control muy exhaustivo de todos los movimientos de material susceptible de usarse.
Cómo hacer una bomba nuclear
Una vez que tenemos el material hay muchos diseños posibles para fabricar una bomba. Los dos más conocidos (y sencillos) son la bomba tipo cañón y la bomba de implosión. En las bombas tipo cañón, el uranio está separado en dos partes, una a cada extremo de un tubo. Con un explosivo tradicional se lanza un trozo contra otro para crear una explosión en cadena.
En las bombas de implosión, se rodea una masa de material fisible con explosivos. De esta manera, al explotar la masa se comprime aún más y se produce la reacción en cadena. Estas fueron las primeras bombas fabricadas, más tarde surgieron las bombas de dos fases de las que hemos hablado en otras ocasiones.
Pese a todo, tener material y ser capaz de montar un mecanismo remotamente similar a estos no asegura nada. De hecho, como hemos podido ver en la nada disimulada carrera nuclear de Corea del Norte, lo más probable es que fracasemos humillante y estrepitosamente. Aunque las ideas generales sobre la energía nuclear (y el proceso en sí) son relativamente sencillas, hacer una bomba, pese a los avances científicos, sigue siendo algo muy complejo.
Complejo, aunque no tanto
En 1964, el ejército americano empezó a plantearse cómo de difícil era realmente crear una bomba nuclear. Contrató a dos estudiantes de física que acababan de acabar la tesis y que no tenían experiencia con bombas de este tipo. Su misión era construir una bomba nuclear utilizando solo información que estuviera disponible en abierto (y a la que pudiera acceder cualquier persona).
Tardaron 2 años pero el resultado final fue una bomba de implosión que, según los cálculos de los especialistas, podría generar una explosión similar a Hiroshima. No quiero ni imaginar cuánto tardarían hoy en día con todo el material que pone internet a nuestra disposición.
La única cosa realmente difícil de conseguir fue, efectivamente, el material radioactivo. Esta complejidad en su localización y en su gestión es la verdadera "barrera de entrada", pero no es la única causante de que las bombas nucleares hayan dejado de ser las armas de moda en los conflictos de hoy en día.
Ya no se trata tanto de tener bazas negociadoras, sino de ser capaces de navegar en el magma de países, grupos y organizaciones internacionales que se revuelven en los conflictos del siglo XXI. Y para eso, las bombas nucleares son el equivalente a matar moscas a cañozanos. Después de todo, igual no necesitas tener una bomba nuclear en el jardín. Aunque lo único que pretendas sea presumir con los amigos.
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