El CSIC propone una estrategia que promete reducir un 21% las emisiones de CO2 anuales en España: su captura y almacenamiento bajo tierra

Para que España consiga alcanzar el objetivo de descarbonización que ha suscrito en el Acuerdo de París, firmado en diciembre de 2015, es necesario que consiga eliminar los más de 300 millones de toneladas de CO₂ que produce cada año. Este compromiso es vinculante desde un punto de vista jurídico, y, lo que es aún más importante, persigue mantener el calentamiento global por debajo de los 2 ºC para mitigar los efectos de la emergencia climática.

Eliminar 300 millones de toneladas de dióxido de carbono no es en absoluto pan comido, pero esto no significa que no sea posible. De hecho, según un grupo de investigación liderado por el científico del CSIC Juan Alcalde y en el que participan técnicos de la Universidad de Barcelona, del Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados, del Instituto Geológico y Minero de España y de la Universidad de Salamanca y Valladolid, entre otras instituciones, es un objetivo factible.

Estos investigadores han ideado un punto de partida que, según ellos, permitirá a España dejar de emitir a la atmósfera hasta 69 millones de toneladas de CO₂ al año, una cifra que equivale al 21% de las emisiones anuales del país. Su estrategia consiste en poner a punto unas instalaciones diseñadas para recoger el CO₂ que emiten las fuentes más contaminantes, que casi siempre son industriales, y acumularlo en almacenes subterráneos diseñados específicamente para abordar esta tarea.

La estrategia 'hubs & clusters', una aliada para combatir la emergencia climática

En realidad, esta estratagema no es nueva. Estados Unidos, Canadá, Australia, Reino Unido y Noruega son algunos de los países que la han desplegado para reducir sus emisiones de CO₂ y descarbonizar algunos sectores industriales que resulta difícil transformar. Esto es precisamente lo que el CSIC propone implementar en España, pero para que esta estrategia funcione correctamente es necesario identificar con precisión las zonas con altas emisiones de dióxido de carbono producidas por concentraciones de fuentes de emisiones masivas.

Los investigadores que han elaborado esta propuesta han identificado 15 concentraciones de emisiones de CO₂ cuya producción excede las 2 toneladas anuales, y también han encontrado las estructuras de almacenamiento geológico que deberían estar ligadas a cada uno de estos núcleos de emisión. Curiosamente, la mayor parte de ellos están alojados en la región norte de España debido a la intensa actividad industrial que tiene lugar en esta zona.

Los investigadores han identificado 15 concentraciones de emisiones de CO₂ cuya producción excede las 2 toneladas anuales

Lo que propone la estrategia hubs & clusters es constituir varios hubs, que son agrupaciones de emisores de CO₂ que se encuentran próximos geográficamente (como centrales eléctricas, fábricas, cementeras, acereras, etc.), de manera que cada uno de ellos esté vinculado a un almacén subterráneo habilitado para recoger sus emisiones. La combinación de un hub en particular y el almacén subterráneo con el que opera constituye un cluster.

Como acabamos de ver, esta propuesta es relativamente sencilla. El reto consiste primero en identificar los hubs y los almacenes subterráneos idóneos, algo que los científicos involucrados en este estudio ya han hecho (han publicado su trabajo en la revista ScienceDirect), y después en implementar la tecnología de captura del CO₂ adecuada para cada grupo de emisores. Es algo que otros países ya están haciendo, como hemos visto, por lo que su viabilidad tecnológica está fuera de toda duda.

Imagen de portada | Ralf Vetterle

Más información | CSIC | ScienceDirect

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