Un equipo de investigadores del MIT y la Universidad de Innsbruck han diseñando y construido una computadora cuántica escalable de cinco átomos. Con éste equipo y utilizando pulsos láser, han sido capaces de implementar el algoritmo de Shor, la llave maestra para abrir (casi) cualquier clave criptográfica.
Muchos de los sistemas de cifrado actuales (ya sean tarjetas de crédito, secretos de estado o los memes que mandamos a través de algunas apps de mensajería) se basan en criptografías de fuente abierta. Precisamente el tipo de criptografía que este hallazgo haría obsoleta. Puede ser que estemos ante el primer paso de la siguiente gran revolución de la criptografía moderna.
La llave maestra de internet
En 1994, Peter Shor diseñó los planos de la gran llave maestra. Es decir, desarrolló un algoritmo cuántico que, de ser implementado en una máquina cuántica operativa, haría muchos de nuestros sistemas de cifrado obsoletos. Como hemos explicado otras veces, el cifrado o encriptación de clave pública se basa grosso modo en la existencia de cálculos que sobrepasan nuestra capacidad de computación actual.
Es un hecho computacional muy conocido: multiplicar dos números y obtener el resultado, es muy sencillo y rápido. Pero coger el resultado y averiguar qué qué dos números se han multiplicado (la factorización) es un infierno. Todos sabemos que 15 es el resultado de multiplicar 3 y 5. Pero con forme asciende el número de dígitos todo se hace más complicado, lento y laborioso. El número RSA-768 (un número de 232 dígitos) fue factorizado en 2009 tras dos años del trabajo de un grupo de investigadores.
Los RSA son un conjunto de número semiprimos muy grandes que forman parte del RSA Factoring Challenge, una competición para promover la investigación computacional. Por ejemplo, RSA ofrece 100.000 dólares al primero que factorice el número RSA-1024 que tiene 302 dígitos. Parece sencillo, pero antes de que nadie se lance a ello, los dos años de trabajo del RSA-768 serían unos 2000 años en un ordenador de sobremesa.
El cerrajero cuántico
Por ello, con la creación de una computadora cuántica escalable no solo han demostrado que el algoritmo de Shor, el algoritmo cuántico más complejo que tenemos, es implementable realmente. Sino que, de esta manera, todo lo que hay que hacer para computar un número mayor es hacer más grande el equipo. Es un enorme paso porque como explicaba Isaac Chuang, profesor de física e ingeniería eléctrica en el MIT y uno de los investigadores del proyecto: "La computación cuántica ha dejado de ser un asunto de física básica, ahora es un asunto de ingeniería". Tiempos nuevos para la criptografía.
Actualización (07/03/2016): Parece que, tras analizar el artículo, aunque es un gran avances, muchos expertos coinciden que el procedimiento utilizado no garantiza la escalabilidad del proceso. Habrá que seguir trabajando.
Vía | MIT
Más | Así es el futuro de la criptografía: física cuántica
Imágenes | Alper Çuğun y Robert Couse-Baker
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