El gigante asiático aspira a tener sus propias interfaces cerebro-máquina avanzadas para 2025
La tecnología BCI ahora es un objetivo clave para el Ministerio de Industria y Tecnología
China y Estados Unidos compiten en un amplio abanico de sectores con potencial para generar cambios notables en el futuro. En los últimos años hemos visto cómo ambas potencias económicas y militares han impulsado proyectos de computación cuántica, inteligencia artificial y energía nuclear.
La última rivalidad entre Pekín y Washington tiene que ver con el desarrollo de interfaces cerebro-máquina (BCI, por su siglas en inglés). Si bien las iniciativas de este tipo llevan desarrollándose desde hace tiempo de un lado y del otro del tablero, ahora estamos presenciando movimientos muy interesantes.
China y EEUU, en la línea de meta
El lunes Elon Musk anunciaba que Neuralink había realizado su primer implante humano. El BCI de la compañía, que ya se había probado en monos, iniciaba sus ensayos clínicos. Casi al mismo tiempo, China definía al desarrollo de la tecnología BCI como clave para abordar sus necesidades estratégicas.
La noticia salió a la luz a través de un documento publicado por el Ministerio de Industria y Tecnología de la Información. En el texto se detallan los objetivos de desarrollo que el gigante asiático considera como relevantes para los próximos años y que, dada su importancia, intentará impulsar.
En el apartado productos innovadores se menciona a las interfaces cerebro-máquina. La idea es que país pueda desarrollar una serie de productos de interfaz cerebro-computadora “fáciles de usar y seguros” para 2025, así como fomentar la exploración de aplicaciones en diversos campos.
Según el documento, las BCI podrían ocupar un rol importante en la rehabilitación médica, la conducción autónoma y la realidad virtual. Para conseguirlo, China se ha fijado el objetivo de desarrollar una serie de políticas especiales para incentivar proyectos sobre esta tecnología.
Como decimos, el gigante asiático lleva años trabajando en la creación de dispositivos BCI. Hace aproximadamente un año, el gobierno abrió un laboratorio en la ciudad de Tianjin para “impulsar la innovación científica” en este sector con más de sesenta científicos especializados.
Nuracom, la Neuralink china, asegura que está trabajando en un sistema BCI con un implante innovador mucho más seguro y eficiente cuyo chip será capaz de canalizar las señales cerebrales y brindar estimulación inversa. De momento, eso sí, todavía no ha comenzado con los ensayos clínicos.
Imágenes: Neuralink
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