Jiang Ping es una joven de 17 años procedente de una zona rural de China. Estudia diseño de moda en la Escuela Secundaria Vocacional de Lianshui, en la provincia de Jiangsu, aunque utiliza buena parte de su tiempo libre para aprender matemáticas de manera autodidacta. Y lo hacía en secreto. Hasta hace apenas unos días nadie sabía lo bien que se le dan las matemáticas. De hecho, tiene un gran talento natural para esta disciplina. Acaba de demostrarlo.
En China las escuelas vocacionales están destinadas a aquellos estudiantes cuyas calificaciones no les permiten acceder a las escuelas secundarias. Buena parte de los alumnos de los centros vocacionales procede de las zonas rurales del país, y la mayor parte de ellos no llega a cursar estudios universitarios. Para acceder a la universidad lo ideal es conseguir el acceso a una escuela secundaria debido a que dispone de los recursos necesarios para preparar el examen de ingreso a la universidad, conocido en China como "gaokao".
La historia de Jiang Ping ha desvelado la desigualdad del sistema educativo chino
La Academia Damo, que pertenece al todopoderoso Grupo Alibaba, celebra desde hace seis años un concurso anual de matemáticas muy prestigioso en el que participan estudiantes chinos procedentes de las mejores universidades del planeta. Algunos de ellos están cursando sus estudios en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), en EEUU; la Universidad de Cambridge, en Reino Unido; la Universidad Stanford, en EEUU; o la Universidad Tsinghua, que es una de las más prestigiosas de China.
La Academia Damo desvelará cuáles son los resultados de la final en agosto, pero de alguna forma y pase lo que pase Jiang Ping ya ha ganado
Jiang Ping ha acaparado todas las miradas durante este concurso. Y lo ha logrado por méritos propios. El hecho de que haya aprendido matemáticas en su tiempo libre y de forma autodidacta no le ha impedido superar a cientos de estudiantes procedentes de las mejores universidades del mundo y meterse de lleno en la final del concurso, que ha tenido lugar durante el pasado fin de semana. La Academia Damo desvelará cuáles son los resultados de la final en agosto, pero de alguna forma y pase lo que pase Jiang Ping ya ha ganado.
De hecho, consiguió colocarse en el puesto 12 durante el acceso a las pruebas finales. A esta fase llegaron 800 estudiantes. "Aprender matemáticas es difícil, pero cada vez que resuelvo un problema me siento muy feliz [...] No me importa lo que me depare el futuro. Pase lo que pase seguiré aprendiendo matemáticas. Nunca he pensado en rendirme", asegura Jiang Ping.
La historia de esta joven es apasionante, de eso no cabe la menor duda, pero lo más importante es que está sirviendo para poner de relieve las desigualdades inherentes al sistema educativo chino. "La historia de Jiang Ping nos recuerda que debemos optimizar aún más el mecanismo de identificación y el cultivo de talentos para que las personas talentosas y trabajadoras puedan destacar lo antes posible", sostiene la agencia de noticias Xinhua, que está dirigida por el Estado chino.
Pese a todo, el acceso a la final de Ping ha suscitado cierta controversia. Y es que 39 finalistas han enviado una carta conjunta al comité organizador en la que ponen en tela de juicio su pericia en el ámbito de las matemáticas. El comité todavía no se ha pronunciado acerca de esta denuncia, pero este conflicto no está evitando que la historia de esta joven esté inspirando a millones de estudiantes chinos. De hecho, el vídeo de Douyin, la versión china de TikTok, que recoge su historia contabiliza ya más de 6 millones de "me gusta". Mucha suerte, Jiang Ping.
Imagen | Weibo
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