Necesitamos capturar CO2 para frenar el cambio climático. Una "nueva" madera prometer ser una ayuda revolucionaria

  • El estudio de varios árboles del Jardín Botánico de la Universidad de Cambridge ha permitido descubrir una madera con unas propiedades alucinantes

  • Es extremadamente eficaz a la hora de capturar el carbono atmosférico gracias a su peculiar estructura interna

La lucha contra el calentamiento global se realiza en varios frentes. Debido a los efectos del cambio climático y a los ambiciosos objetivos de cara a 2030 y 2050, está claro que debemos replantearnos varias cosas. Una es el cómo comemos, pero también cómo nos movemos y el tipo de vehículo que utilizamos. Y, cómo no, la configuración de nuestras ciudades y cómo construimos.

En este sentido, hay un renovado interés en la madera como método de construcción no sólo por precio, sino por los avances a la hora de crear maderas que atrapen más dióxido de carbono. También hay empresas que plantean la utilización de ladrillos de madera para capturar carbono. Y, en esa línea, se encuentra el estudio de un grupo de científicos de la Universidad de Cambridge que han encontrado un "nuevo" tipo de madera extremadamente eficiente a la hora de secuestrar el carbono.

Árbol de los tulipanes. Para su investigación, los científicos de la Universidad Jagellónica y de la Universidad de Cambridge tomaron muestras de 33 árboles del Jardín Botánico de la Universidad de Cambridge con el objetivo de estudiar la historia evolutiva de las poblaciones de gimnospermas y angiospermas.

Algunas de esas muestras pertenecen a los Liriodendron chinense y Liriodendron tulipifera, dos especies supervivientes del antiguo género Liriodendron y que se conocen comúnmente con varios nombres, siendo uno el de ‘árbol de los tulipanes’. Lo que encontraron es que estos árboles tienen un tipo de madera única que no encaja en ninguna de las categorías establecidas de madera dura o madera blanda.

Una estructura singular. Los investigadores utilizaron un microscopio electrónico de barrido de baja temperatura (crio-SEM) para obtener imágenes de la arquitectura de las paredes celulares secundarias en su estado nativo. Lo que encontraron es que sus microfibras son mucho más grandes que las de sus parientes de madera dura.

El estudio de la ultraestructura de la madera es algo rutinario porque es fundamental para entender qué aplicaciones puede tener cada tipo de madera, así como para la comprensión de los aspectos ecológicos y evolutivos de los árboles. Esto puede ayudar a comprender qué especies son mejores para ciertos ambientes de cara a la repoblación, pero también es importante porque aporta información sobre la captura de carbono de cada árbol.

Secuestrando el carbono. Y, precisamente, con lo que se toparon durante el estudio fue con una madera extremadamente eficaz en esta tarea de absorber carbono. El doctor Jan Łyczakowski, de la Universidad Jagellónica, comenta que los liriodendros "divergieron de los árboles de magnolia hace unos 30 a 50 millones de años, lo que coincidió con una rápida reducción del CO2 atmosférico".

Continúa comentando que eso podría suponer que estos árboles de tulipán son especialmente efectivos a la hora de almacenar carbono y el equipo sospecha que las macrofibrillas más grandes de esta 'madera media' o 'madera acumuladora' pueden estar detrás del rápido crecimiento del propio árbol.

Ya se están explicando. En una situación en la que el carbono atmosférico se estaba reduciendo, estos tuliperos evolucionaron y se adaptaron para capturar y almacenar mayores cantidades de carbono, algo esencial para su crecimiento. En pocas, palabras: se volvieron más egoístas y su ultraestructura optimizó la captación de carbono para su propia supervivencia.

El estudio ha permitido conocer los motivos por los que son tan eficientes en esta tarea, pero el propio Łyczakowski comenta que "algunos países del este asiático ya están utilizando plantaciones de Liriodendron para retener carbono de forma más eficiente".

Celebrando los jardines botánicos. Algo que este hallazgo señala es que hay ciertos árboles que, si se adaptan a las condiciones de otras latitudes, pueden ser verdaderos pulmones para nuestras ciudades. Łyczakowski afirma que "comprender la diversidad de la madera permite impulsar programas de captura de carbono para ayudar a mitigar el cambio climático".

Además de celebrar la importancia de este tipo de estudios para comprender la ultraestructura de la madera, pone en valor los jardines botánicos a la hora de contribuir a la investigación moderna gracias a una selección diversa de plantas que crecen en un mismo lugar.

Imágenes | Universidad de Cambridge

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