Puede que haya un futuro en el que gracias a internet y a las impresoras 3D seamos capaces de enviarnos pizzas, pero lo que parece más próximo es la posibilidad de enviar sabores en bebidas. Como quien envía una foto o un mensaje por mail o mensajería, lo que estos científicos dicen haber logrado es enviar sabor a limonada.
Se trata de la última demostración del trabajo del equipo de científicos de la Universidad de Singapur liderado por Nimesha Ranasinghe, en cuyo portfolio vemos que tiene varios proyectos dedicados a la transmisión de sabor por internet. El equipo presentó este último trabajo con la limonada en la Conferencia Tangible (en Yokohama), mostrando que, según aseguran, han logrado transmitir el sabor de una limonada por internet.
La realidad virtual de las papilas gustativas
¿Cómo puede digitalizarse un sabor? La idea de estimular sabores engañando al organismo no es nueva, pero según explicaba ya Ranasinghe hace unos años se habían hecho aproximaciones con sustancias químicas y no con estímulos eléctricos, siendo éste el modo empleado por el equipo para una "piruleta digital" que ya mostraron en 2013 y que emulaba sabores.
Este planteamiento viene del hecho de que los estímulos sensoriales sean, en último término, pulsos eléctricos entre ciertas neuronas del cerebro. De ahí que el enfoque sea tratar de traducir los bits de información que se envía electrónicamente a la señal eléctrica que entiende nuestro cerebro.
Así, combinando esta estimulación eléctrica y térmica y la posibilidad de codificar la información para enviarla electrónicamente, lo que han hecho ahora es probar con 13 sujetos, los cuales bebieron de una jarra dotada con electrodos llena de agua (sin añadidos) que, tras recibir el envío de información vía móvil, estaría reproduciendo el sabor y también la tonalidad de la limonada con el pulso eléctrico e iluminación LED.
Según recogen en NewScientist, en general los sujetos comentaron que la limonada real sabía más agria que la virtual, pero que el hecho de que el color de la virtual fuese más pálido les hizo pensar que sería ésta la más agria.
Saborear para creer
Como decíamos, la carrera por la estimulación artificial de los sentidos es larga, con propuestas como la de iSmell de Digiscents, que se trataba justamente de enviar olores de manera digital, pero fue un proyecto fallido por falta de interés por parte del mercado (tras haber recaudado hasta 20 millones de dólares para su financiación). En el caso de la limonada digital además falta la parte del olfato, que es imprescindible para que percibamos el sabor plenamente.
Es algo complejo por la naturaleza de los olores, dado que un ser humano es capaz de distinguir más de 1.000 millones de olores y esto dificulta las moléculas a elegir, pero el equipo afirma que están trabajando en un cocktail virtual que además de sabor y color incluya también el olor. Faltará ver si logran esta transmisión electrónica plena de la experiencia de beber y sobre todo si esto acaba siendo de interés para el mercado.
En Xataka | ¿Cuánto nos falta para tocar, oler y besar por internet?
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