Un congreso en Sydney en 2012 al que acudió supuso un antes y un después en la vida de la ingeniera de telecomunicaciones malagueña. Allí conoció al que se convertiría en su futuro jefe de Google, la compañía donde ha desarrollado un sistema de localización que ya está activo en 17 países.
La revista del Instituto de Tecnología de Massachusetts, el 'MIT Technology Review', reconoció a María García como una de los 35 jóvenes europeos, menores de 35 años, más innovadores en 2018, gracias al sistema Emergency Location Service, ELS, con el que la ingeniera de telecomunicaciones malagueña, de 32 años, ha logrado hacer más precisa la información de ubicación desde la que se realiza una llamada de emergencia en los teléfonos con sistema operativo Android.
Cualquier usuario de Android que tenga la versión 4.0 o superior podrá activar el ELS gratuitamente a través de Google Play.
Un reconocimiento que para la joven supone “todo un honor”, a la vez que destaca la “tarea impresionante” que está haciendo el equipo de geolocalización de Android “por intentar mejorar los sistemas de posicionamiento y ponerlos a disposición de los usuarios en los momentos más críticos”.
Por el momento, el proyecto ELS, en el cual García trabajó durante dos años, ya está activo en 17 países, la mayoría europeos, y se ha aplicado en cientos de miles de llamadas al día a servicios de emergencia que ahora cuentan con una ubicación más precisa, explica la ingeniera.
Ahora, García quiere llevar más lejos este sistema de geolocalización. Se encuentra volcada en el desarrollo de un algoritmo que permita estimar en qué planta del edificio está el usuario. El objetivo de la ingeniera, como cuenta, es poder usarlo en los mapas de Google cuando se está en un centro comercial o en un aeropuerto, por ejemplo. Esta información se proporcionaría a los servicios de emergencia "para que se encuentre antes al usuario" que haya llamado al número de emergencias, explica.
“Pensé que sería controladora aérea en algún momento o que desarrollaría nuevos sistemas o protocolos de comunicación para una empresa tecnológica grande”, cuenta García acerca de sus aspiraciones cuando comenzó a estudiar Ingeniería de Telecomunicaciones en la Universidad de Málaga. Y no se equivocó.
Una familia de ciencias
En su infancia ya se respiraban las ciencias. “Mis padres siempre hablaban en casa de temas de ciencias y nos llevaban a museos interactivos de ciencias”, recuerda la malagueña. Además, esta asegura que la persona “más influyente” en su vida, después de sus padres, fue su hermana melliza Ana, con la que hacía prácticamente todo. “De niñas íbamos a clases de pintura, manualidades, inglés, piano, solfeo, coro y no sé ni cómo nos daba tiempo a jugar al fútbol por las tardes” y destaca que todavía siguen tocando el piano a cuatro manos.
Al final, Ana se decantó por la arquitectura y fue en su hermano mayor, ingeniero informático,en quien se fijó a la hora de elegir la carrera. “Le apasionaban los ordenadores y me entró intriga por hacer algo parecido, pero yo prefería aprender más sobre cómo funcionaban las comunicaciones”, asegura García.
Su carrera le llevó hasta Alemania, donde se doctoró en Ingeniería Eléctrica en la Universidad Técnica de Múnich, después de haber cursado su cuarto año de carrera con un Erasmus en el Politecnico di Milano en Italia. Fue el doctorado que realizó en el centro aeroespacial alemán (DLR) el que le brindó la oportunidad de viajar hasta Sydney en 2012 para presentar un artículo en el congreso “Indoor Positioning and Indoor Navigation, IPIN”.
Este evento marcó su vida de forma especial ya que el orador principal se convertiría dos años después en su futuro jefe en Google. Ella misma, en la edición del ya mencionado congreso, celebrada en 2017 en Hokkaido, Japón, fue la oradora principal y habló del ELS. “Fue muy emocionante porque había quizá unas 200 personas”, confiesa la ingeniera. Justo se cumplían cinco años desde que conoció a su jefe.
La vida en Mountain View, California
Hace poco más de cuatro años que María García estableció su residencia en Mountain View, California, donde se encuentra la sede principal de Google. Recientemente, se ha sumado un nuevo miembro al hogar, su primera hija que acaba de cumplir seis meses.
García cree que podrá conciliar bien la familia con el trabajo porque Google tiene un horario “muy flexible” y ahora está trabajando a jornada parcial, por lo que sale a las dos de la tarde y aprovecha para dar paseos con su marido y su hija, además de jugar con ella. “Tengo dos semanas de trabajo al 50% con sueldo completo para facilitar la transición”, apunta la malagueña.
El talento como motor de un país
Por otra parte, García opina que para combatir la falta de oportunidades y precariedad laboral que se están dando en su país de origen, España, “es fundamental que se fomente el talento a todos los niveles porque eso hace que el país sea competitivo y avance”. “Me encantaría que en España se dieran esas condiciones porque es la manera principal de atraer talento”, sostiene.
La ingeniera malagueña reconoce echar “mucho de menos” a su familia y amigos en España y de hecho, en junio, planea visitar junto a su marido e hija su ciudad natal. Aunque se ha planteado alguna vez volver a su país, de momento, sus objetivos a largo plazo son “seguir siendo feliz” y disfrutar de lo que tiene y de lo que ha construido con su familia.
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