Aunque el plástico, el cristal y metales como el acero o el aluminio son los componentes más habituales de la parte exterior de la mayoría de dispositivos, estamos viendo como, últimamente, las carcasas de muchos portátiles se fabrican con materiales menos convencionales, como el magnesio.
Estos materiales tienen como objetivo aumentar la resistencia de las carcasas ante golpes y caídas, además de buscarse que bloqueen lo menos posible las ondas, mejorando la recepción de Wi-Fi y protocolos similares. Investigadores de la universidad de Clemson están trabajando en nuevas maneras de proteger nuestros dispositivos.
Lo hacen mediante nanotecnología, con una serie de nanotubos de carbono enrollados, en forma de muelle, creando una capa que se coloca sobre la carcasa de plástico y la protege, haciéndola mucho más resistente.
Es decir, no estamos hablando de nuevos materiales para las carcasas, sino de una protección para estas, pero que se mantiene invisible, dejando ver las características del original.
Hasta ahora, el problema de este proceso era conseguir fabricar los nanotubos suficientemente rápido y con un coste razonable para que la tecnología fuera aplicable, algo que parecen haber solucionado con nuevas técnicas y que da esperanzas de que no pase demasiado tiempo hasta que podamos verlo integrado en nuestro dispositivos.
Vía | TGDaily.