Construir un ordenador cuántico no es tarea fácil. Si hay dos empresas referentes en este campo esas son IBM y Google. Los dos gigantes tecnológicos han abrazado la computación cuántica como uno de los terrenos donde quieren liderar en el futuro, pero no están solas.
El listado de ordenadores cuánticos no es muy largo, pero sirve para comprobar como entre estas grandes empresas se han colado unas pocas startups especializadas en computación cuántica. Compañías con sus propios ordenadores cuánticos donde algunas ya han dejado atrás esa fase inicial y actualmente cotizan en bolsa.
D-Wave, los pioneros en comercializar los ordenadores cuánticos. Fundada en 1999, esta compañía canadiense es reconocida por haber sido la primera empresa en crear un ordenador cuántico con vertiente comercial, alejada del mundo puramente académico.
Cuentan con más de 160 patentes y se caracterizan por apostar por ordenadores de temple cuántico. En 2020 presentaron su D-Wave Advantage con 5.760 qubits y se espera que la nueva versión disponga de más de 7.000 qubits.
Si nos fijamos en sus ingresos, D-Wave es una compañía que tiene previsto para este 2023 unos ingresos de entre 11 y 13 millones de dólares, aunque con un EBITDA negativa de unos 58 millones de dólares. Unas cifras que reflejan que la persecución de mejores ordenadores cuánticos por el momento no es un negocio rentable para esta empresa de la Columbia Británica.
IonQ, los primeros en salir a bolsa. No es de extrañar que IonQ base sus ordenadores cuánticos en las trampas de iones. Su fundador es Chris Monroe, que trabajó junto a David Wineland, físico ganador del Nobel, en sus pioneros trabajos sobre qubits controlables.
Esta compañía de Maryland fue la primera especializada en computación cuántica en salir a bolsa. Previamente recibió más de 20 millones de dólares por parte de Google Ventures y destaca por ofrecer sus ordenadores cuánticos a través de la nube de los principales servicios como AWS, Azure y Google Cloud.
Harmony, Aria y Forte son los nombres de los tres ordenadores cuánticos que han desarrollado. Este último cuenta con 32 qubits. Para los futuros ordenadores con 35 y 64 qubits, la compañía ha anunciado un acuerdo para establecer un centro de datos cuánticos en Europa.
Sus últimos resultados financieros apuntan que para este 2023 esperan tener unos ingresos de entre 18,9 y 19,3 millones de dólares, con un crecimiento de las ventas de más de un 100%. Si bien, como ocurre con D-Wave, es una compañía con un EBITDA negativo: 19,4 millones en el segundo trimestre de este año.
Quantum Computing Inc. Especializados en procesamiento de información cuántica fotónica, esta empresa cotiza en el Nasdaq pese a su pequeño tamaño. Han sido premiados por ayudar a la NASA a monitorizar el cambio climático con sus soluciones cuánticas.
Quantinuum. El equipo de Honeywell se fusionó en 2021 con el equipo del Cambridge Quantum Computing para formar esta empresa que ya cuenta con 450 trabajadores. Entre sus ordenadores cuánticos se encuentra en modelo H2 basado en trampas de iones con hasta 32 qubits.
Atom Computing. En su haber disponen de ordenador de 100 qubits. Tras este logro, a principios de 2022 consiguieron una ronda B de 60 millones de dólares para proseguir con su trabajo. Este verano han anunciado una alianza con el gobierno de los Estados Unidos para colaborar en la expansión de las tecnologías cuánticas.
Rigetti, acechando a los referentes en computación cuántica.El exempleado de IBM, Chad Rigetti, decidió fundar su propia compañía especializada en chips cuánticos en 2013. Desde entonces, Rigetti ha lanzado múltiples ordenadores cuánticos. Con hasta 84 qubits, como el reciente Ankaa-1, convirtiéndose en la empresa que más cerca está de rivalizar con los dos gigantes.
Para salir a bolsa, Rigetti se asoció con una SPAC en una operación que puso a la compañía un valor de unos 1.500 millones de dólares. En esa fecha, se anunció que el objetivo para 2024 era dar un salto completo con un ordenador cuántico de 1.000 qubits y para 2026 uno de 4.000 qubits. Pero este primer año en bolsa no está siendo sencillo para las startups cuánticas, que han visto como sus acciones caían.
Entre los logros de Rigetti está el haber vendido su primera CPU cuántica (QPU) a un reconocido laboratorio nacional estadounidense. Para el año que viene ya trabajan en la definición de Lyra, su ordenador cuántico de 336 qubits. La hoja de ruta es prometedora y la ambición de Rigetti es intentar acercarse a los números de IBM, pero el modelo de negocio de este sector todavía está por definir.
Rigetti espera tener unos ingresos de unos 65-75 millones de dólares para finales de año, con unas pérdidas netas del segundo trimestre de unos 17 millones de dólares.
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