El ejército de Estados Unidos ha logrado la pizza que aguanta tres años "fresca" tras 20 años de investigación

Hemos hablado en alguna ocasión de la comida para astronautas, dado que son condiciones en las que no es posible cocinar y tener comida tan sabrosa como en tierra firme, pero aquí también hay situaciones en las que la comida ha de ser más práctica que deliciosa: las áreas de combate. La intención es que no se renuncie al sabor ni a la variedad, y por fin el ejército estadounidense ha cumplido los deseos de las tropas con la M.R.E. pizza.

Como (casi) todo lo estadounidense la denominación va con siglas, las cuales se corresponden en este caso a Meals Ready to Eat ("alimentos listos para comer"). Pero dado que las exigencias de durabilidad en ocasiones están reñidas con lo palatable, con los años los soldados apodaron dichas siglas con Meals Refused for Everyone ("alimentos rechazados por todo el mundo").

Pizza (todo terreno) a "domicilio", aunque sea con paracaídas

De este apodo sabemos por el New York Times, que cuenta parte de la historia de esta ansiada pizza. Ya en julio, la propia Armada anunciaba con tal de alimentar la esperanza (nunca mejor dicho) de las tropas que ya faltaba poco para que este manjar llegase, comentando que los soldados llevaban pidiendo pizza M.R.E. desde los 80.

La creación de esta pizza es un trabajo que ha llevado 20 años y más de cien intentos a los científicos y técnicos de alimentación (no en vano la llaman el "Santo Grail de la alimentación de campo). El NYT incluye las declaraciones de uno de los técnicos, Michelle Richardson, que resume cómo la pizza era un deseo habitual y extendido entre las tropas y cómo los técnicos se lo tomaron como un reto.

"Todos querían pizza y cerveza. No podíamos proporcionarles cerveza, pero ¿pizza? Me gustan los desafíos." Michelle Richardson, técnico superior de alimentación en la Armada estadounidense.

Como decíamos, las condiciones que estos alimentos han de aguantar a veces están reñidas con mantener el sabor y la textura, y en este caso un alimento ha de poder aguantar fresco 36 meses en condiciones que pueden ir desde el frío polar hasta el calor del desierto, pasando por la humedad del tanque de un barco (por ho hablar de aguantar caídas de más de 30 metros en paracaídas).

En este caso añadir queso, salsa y carne suponían un plus de dificultad por la posibilidad de que la humedad migrase de un ingrediente a otro, de ahí que parte del trabajo estuviese en modificar la masa, la salsa y el queso para que tuviesen el mismo nivel de humedad y el mismo pH.

Añadir queso, salsa y carne suponían un plus de dificultad por la posibilidad de que la humedad migrase de un ingrediente a otro

Para evitar la oxidación (es decir, la reacción con el oxígeno que hace que el queso se amarrone y el pepperoni se enrancie) se incluye una lámina de acero (en un sobre) para "cazar" ese oxígeno que se desprende de la masa. Y las catas se iniciaron una vez se logró un producto que aguantaba estable seis meses a unos 38 grados centígrados.

Se trata de una porción de pizza con mozzarella, tomate y pepperoni de 7,5 x 13 centímetros aproximadamente y 88 gramos de peso neto. De hecho, podéis tener una idea cercana de la pizza consiguiéndola por internet o porque, como no podía ser de otra manera, hay reseñas en YouTube:

En ésta se prueban varios M.R.E. (la pizza se abre aproximadamente en el instante 9:21), pudiendo ver muy bien cómo están envasados y qué variedad de alimentos hay. La pizza al parecer huele y sabe bien, y los ingredientes están preparados para aguantar mucho tiempo sin estropearse, como hemos descrito antes (en el vídeo explica que la mozzarella de esta pizza antes se quema que se funde ante el suministro de calor).

Los ingredientes de la pizza M.R.E..

Que nadie se quede sin pizza, ni aquí ni en el espacio exterior

Sea con piña o no, la pizza es uno de los manjares más populares desde hace años, y casi un símbolo si hablamos de Estados Unidos (aunque no sea su país de origen estrictamente). De hecho, ya vimos que la NASA por su parte también está intentando que los astronautas puedan saborearla, aunque optando por la impresión 3D.

De hecho, el avance tecnológico de la mano de la investigación espacial ha tenido sus consecuencias tanto en la conservación de alimentos como en otros objetos y técnicas cotidianas. Veremos si el menú puede seguir ampliándose en estas situaciones tan desfavorables para la cocina.

Imagen | U.S. Army / David Kamm (RDECOM)

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