Hace unos meses algunos disfrutamos curioseando los interiores de las baterías de Tesla Motors gracias al despiece de uno de sus propietarios. Ahí vimos que las baterías realmente tienen más capacidad que la que Tesla dice (por redondear), pero lo que han conseguido ahora cuatro años antes de lo estimado es el desarrollo de células de batería que pueden durar el doble de las actuales.
En concreto ha sido un trabajo del equipo de Jeff Dahn, uno de los investigadores en los que la empresa confió hace algo más de un año y que han estado estudiando la degradación y el desarrollo de las células de batería. Hablando de por qué la empresa de Musk había confiado en ellos en el MIT, anunció este logro tan anticipado y aparentemente esperanzador en lo referente a este componente.
Algo para celebrar, pero aún pendiente de comercialización
Se ha progresado mucho en cuanto a la mejora de las baterías desde que se trabaja con coches eléctricos como ya vimos, pero aún así es un componente a mejorar (y no sólo hablamos de los coches, las baterías en general). De ahí que el fabricante se centre en mejorar este componente, más allá de las de los coches, y en este caso el avance ha sido en relación a la vida media de las baterías Tesla actuales.
En la actualidad, Tesla monta en sus coches baterías desde los 60 kWh hasta los 100 kWh, con una degradación aproximada de menos del 8% en 100.000 millas (unos 160.934 kilómetros) en el caso del Model S. Según Musk lograron simular un recorrido de 500.000 millas (unos 804.672 kilómetros) para comprobar la degradación y la batería seguía operando al 80% de su capacidad original, pero una muestra de que había más trabajo que hacer fue la contratación de Dahn.
¿Qué es lo que dijo el ingeniero? Que habían conseguido superar el propósito de lograr celdas con el doble de vida media que las actuales, concretamente calcula unos 20 años, según transcriben en Futurism (de la ronda de preguntas y respuestas en la charla en el MIT). Algo que han logrado cuatro años antes de lo previsto, aunque como actualizaron en como han actualizado en Electrek tuvo que matizar que no se trata de baterías que estén actualmente en los automóviles Tesla, y que en los años que quedan piensan ir más allá en sus avances.
Mucho camino por recorrer también dentro del laboaratorio
La investigación del equipo de Dahn se ha basado en las células níquel-manganeso-cobalto (baterías NMC), que son las que Tesla usa en las Powerpacks y Powerwall, por lo que de los frutos de este trabajo podrían salir beneficiados más productos. Las que usan en los coches son de níquel-cobalto-aluminio (NCA), en las que también han estado trabajando y que una nueva producción empezará en la Gigafactory el próximo mes de junio.
Actualmente, la autonomía de los Model S va desde 290 y 430 kilómetros según modelo, velocidad, temperatura exterior, diámetro del neumático y climatizador (basándonos en los cálculos de la propia empresa). Probablemente aquí también haya margen de mejora más allá de incluir más células, pero de momento lograr que la integridad de la pieza aguante más podría ser una buena noticia para los futuros poseedores de uno de estos coches, y quién sabe si para otras industrias.
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