Por usar una foto "libre" de un árbol de navidad para un sencillo artículo acabó recibiendo una denuncia en la que el autor exigía más de 200 euros. La red está plagada de imágenes con licencia Creative Commons, que permite compartir la foto en otras publicaciones. Gracias a esto, muchos medios tenemos la posibilidad de ilustrar nuestros artículos de distintas formas. Pero no todas las licencias Creative Commons son iguales. Y hay quien lo aprovecha para llevar a juicio a aquellos que se equivocan a la hora de atribuir correctamente la autoría.
Según describe Computer Weekly, únicamente en los Estados Unidos, el fotógrafo alemán Marco Verch ha demandado a individuos y empresas por un valor de 4,5 millones de dólares por utilizar alguna de sus múltiples imágenes con licencia Creative Commons.
No todas las licencias Creative Commons son igual de "libres"
Las imágenes publicadas por Verch pueden encontrarse en su perfil de Flickr, en su web personal y, hasta que fue bloqueado en 2018, en la Wikipedia. La gran mayoría están publicadas bajo la licencia Creative Commons CC-BY 2.0, una versión que data de 2004 e incluye un particular requisito de atribución, donde no sirve únicamente con nombrar al autor, también hay que cumplir unos requerimientos muy concretos:
- Uso del título exacto, con enlace a la fuente original de la imagen.
- Incluir el nombre completo del autor.
- Enlace a la licencia Creative Commons CC-BY 2.0 específica.
- Si ha sido editada o redimensionada, debe mencionarse explícitamente.
Simplemente con que uno de estos detalles no se cumpla, el autor tiene potestad para iniciar acciones legales y solicitar una indemnización. Una acción que lejos de ser algo puntual, se ha convertido en su práctica habitual. Con demandas que en casos como el del grupo de voluntarios holandés Kijk Haar!, alcanzan los casi 1.000 euros.
Trolls del copyright
Entre Marco Verch y su abogado, Richard Liebowitz, han iniciado más de 1.120 casos por copyright en los juzgados de EE.UU. Unas denuncias que pese a lo descabelladas que pueden parecer, son completamente legales y han terminado con algunos usuarios pagando las cantidades solicitadas. Según el abogado suizo Martin Steiger, Verch envía cada mes cientos de demandas.
For some we spoke to, the penalty demands were too much.
— Chad O'Carroll (@chadocl) November 17, 2020
Dutch volunteer group Kijk Haar! got a legal demand for almost 1000 euros.
The demand was so stressful that the small group decided to stop their work after Verch went after them.
Verch envía correos a los usuarios solicitando un abono por utilizar sus imágenes y pide un ingreso a través de su página de Paypal.me. El autor explica que en muchos casos ha llegado a acuerdos amistosos y que en "un gran número de casos renuncian o reducen considerablemente" su tarifa.
Para encontrar estas imágenes, el fotógrafo utilizado tecnología de reconocimiento de imágenes. Mediante software busca en qué otras páginas están repetidas sus imágenes y aprovecha para enviar el correo solicitando el ingreso.
Según describe Computer Weekly, el caso de Verch más allá del simple hecho de solicitar una recompensa por no utilizar correctamente la licencia Creative Commons. Y es que el fotógrafo ni siquiera sería el autor material, externalizando a empresas como Upwork o directamente fotógrafos individuales de Europa del Este o América Latina.
"Desde el punto de vista estrictamente técnico, la actuación es impecable"
"Es un poco complicado. De entrada la primera tendencia es a evitar tener problemas", explica David Maeztu, abogado de 451.legal experto en derecho y tecnología. "El problema está que te está buscando las cosquillas con la atribución. En España la atribución es un derecho, pero no una obligación. La obligación viene impuesta por la licencia".
"Lo que reconoce la Ley de Propiedad Intelectual es el reconocimiento a la autoridad. Si yo te lo pido tienes que reconocerme. La licencia hace ejercicio de este derecho. Cuando usas la licencia tienes que cumplir los términos de la misma y por lo tanto indicarlo", apunta Maeztu. "El problema es que las cantidades que se piden están, a mi juicio, desproporcionadas para el daño moral que se produce".
"Jurídicamente, desde el punto de vista estrictamente técnico, la actuación es impecable. En el sentido que es adecuado. Otra cosa es que nos parezca bien o mal o que se esté generando un negocio a partir de un abuso", señala el abogado. "Si luego las fotos que se están reclamando están hechas por un tercero, el autor va a ser otro. No el que licencia. La autoría es un derecho moral, irrenunciable e inalienable".
"La actuación es un poco maliciosa, por decirlo de alguna manera. Por utilizar licencias catalogadas como libres, con cláusulas que no están adaptadas y donde se aprovechan debilidades. Hemos tenido problemas con fotos utilizadas de gente que ha reclamado en Austria. Lo que te llega a España es la reclamación de allí, con una norma y un funcionamiento distinto a España y con el procedimiento prácticamente cerrado que te deja muy poco margen para poder sustanciar una oposición. Hay gente que se está aprovechando de todo esto y hay que tener cuidado", concluye Maeztu.
Imagen | Andreas Weiland
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