En 2012, Apple fue acusada de negociar el precio de los libros que se vendían en la tienda iBooks. Las cantidades se fijaban con las editoriales y, según el tribunal que ha llevado esta demanda,
Una corte federal ha condenado a Apple a pagar 450 millones de dólares por haber pactado el precio con las editoriales. La mayoría de esa cantidad irá a los consumidores de ebooks que recibirán una compensación monetaria todavía no pactada. Todo ello fruto de una demanda antimonopolio y con una historia que tiene a Amazon como protagonista también.
Apple tenía un objetivo claro: acabar con el monopolio de Amazon
En 2010 Apple decidió entrar a competir en el negocio de los ebooks. Por aquel entonces la referencia era Amazon que además de tener su propia colección de libros electrónicos había convencido a muchas editoriales y escritores independientes (con su particular relación amor-odio) para publicar sus creaciones en esta plataforma. ¿Cómo podía atraer Cupertino a las editoriales? Ofreciendo un mayor margen de beneficios.
Apple prometió por aquel entonces que los escritores recibirían entre un 80 y un 90% del precio del libro. Todo esto coincidió con un creciente malestar por parte de las editoras que veían como Amazon hacía descuentos de sus libros para ser más competitivos. En cambio, el modelo de Apple permitía a las editoriales fijar el precio que ellas quisieran. Lo cierto es que quedarse a solas con Amazon no parecía una gran idea.
Todo bien, pero había un problema: si otra tienda rebajaba el precio de ese ebook, la editorial estaba obligada a bajar el precio en la tienda de Apple. Al tener una nueva plataforma para vender libros, las editoriales tenían el poder para reclamar a Amazon la negociación de los precios.
Según los abogados del departamento de Justicia del caso, el cambio era inevitable. Las editoriales no se podían permitir vender libros en la tienda de Apple con los precios de Amazon. En ese momento, el precio de libros comenzó a subir. Los abogados de Apple declararon en el juicio que ellos, sin saberlo, facilitaron un empuje para que las editoriales comenzaran a presionar a Amazon.
Los resultados de esta demanda han encontrado pruebas para demostrar que Apple había inflado el precio con consentimiento de las editoriales y así atraer a más libros y escritores. Al dar beneficios más altos, ambas partes ganaban al fijar el precio pero la demanda ha terminado poniendo freno a todo esto.
Por supuesto, esto no acaba aquí y ahora Apple quiere llevar el caso al Tribunal Supremo tras haberse desetimado el recurso de apleación. Un portavoz de la compañía ha emitido el siguiente comunicado:
"Apple no conspiró para fijar los precios de los ebooks y esta normativa no hace nada para cambiar las evidencias. Estamos decepcionados con el Tribunal que no ha reconocido la innovación y la elección que la tienda iBooks ha traído a los consumidores. Mientras que nosotros queremos pasar página, este caso es sobre principios y valores. Sabemos que no hicimos nada malo en 2010 y vamos a evaluar los siguientes pasos"
Vía | WSJ
En Xataka | El libro electrónico: ¿paraíso o infierno para los escritores?
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