En 2023, el famoso chatbot de IA estuvo prohibido por casi un mes en Italia
Los desafíos a nivel de privacidad para la firma dirigida por Sam Altman no han acabado
El lanzamiento general de ChatGPT en noviembre de 2022 planteó un amplio abanico de desafíos en términos de privacidad. Los expertos no tardaron en coincidir que la herramienta de OpenAI incumplía alguna de las directrices del Reglamento General de Protección de Datos (RGPD). En este marco, Italia suspendió al chatbot de inteligencia artificial en marzo de 2023.
La startup dirigida por Sam Altman consiguió volver a poner su producto estrella en el mercado del país europeo un mes más tarde, pero se trató de una victoria que no fue definitiva. El Garante para la Protección de Datos Personales de Italia (GPDP) dijo que su investigación continuaría. Ahora acaba de llegar a una conclusión preliminar que no pasa desapercibida.
El problema de ChatGPT y el RGPD
El regulador italiano ha anunciado este lunes que ChatGPT todavía incumple el RGPD, aunque no ha dado a conocer públicamente qué artículos en concreto. OpenAI, por su parte, sí ha sido notificada con todos los detalles de la investigación en curso y se le ha dado un plazo de 30 días para elaborar una respuesta a las presuntas infracciones señaladas por el GPDP.
Cuando ChatGPT volvió a funcionar en Italia después de la prohibición del año pasado lo hizo con varios cambios, como una página dedicada con información sobre los datos que la herramienta recopilaba de los usuarios, opciones para evitar que sus datos sean utilizados para entrenar modelos, y el bloqueo del registro para menores de 13 años sin consentimiento de sus padres.
Una de las preocupaciones reguladores que todavía no se habría despejado es la del procesamiento de datos. En TechCrunch señalan que las autoridades de protección de datos europeas pueden impulsar cambios en la forma en la que las compañías tecnológicas como OpenAI operan dentro del mercado comunitario para cumplir con el marco legal actual.
En caso de incumplimiento persistente, las firmas pueden exponerse a multas de hasta 20 millones de pesos o hasta el 4% de su facturación anual global. Además, claro, el caso extremo de tener que dejar de operar dentro de la UE. El tema de OpenAI y la privacidad de los usuarios ha vuelto a aparecer en escena, pero tendremos que esperar para saber qué sucederá.
La Ley de Servicios Digitales (DSA) y la Ley del Mercado Digital (DMA) están obligando a las grandes tecnológicas a adaptarse a las nuevas exigencias de la UE. Esto, en ocasiones, se ha traducido en retrasos en el lanzamiento de nuevos productos de IA. Uno de los ejemplos más claros es Copilot de Microsoft, que aterrizó en primer lugar en Norteamérica, Asia y Sudamérica.
Imágenes: Emma Fabbri | Jonathan Kemper | Andrew Neel
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