El 26 de octubre el Parlamento Europeo votaba en contra del Reglamento sobre el abuso sexual infantil (CSAR, por sus siglas en inglés). Esta propuesta de ley ponía sobre la mesa el 'Chat Control', una petición que ataca frontalmente a la mensajería privada y todos sus usuarios: acabar con el cifrado de extremo a extremo.
Ylva Johansson, Comisaria europea de Interior, fue la principal impulsora de esta propuesta. El pilar que fundamentaba su iniciativa era el de perseguir los delitos relacionados con el abuso sexual infantil. Para ello puso sobre la mesa una propuesta descabellada: acabar con el cifrado de extremo a extremo para poder escanear cualquier conversación privada.
Una derrota que no ha bastado. A finales de octubre de 2026 el Parlamento Europeo rechazaba el CSAR, la propuesta de ley que quería eliminar el cifrado de extremo a extremo en cualquier solución de mensajería privada. La medida generó el rechazo del Supervisor Europeo de Protección de Datos, que ya advirtió sobre sus peligros:
"Las medidas que permiten a las autoridades públicas tener acceso al contenido de las comunicaciones, de forma generalizada, afectan la esencia del derecho a la vida privada. Incluso si la tecnología utilizada se limita al uso de indicadores, el impacto negativo de monitorizar las comunicaciones de texto y audio de las personas de manera generalizada es tan severo que no puede justificarse bajo la Carta de Derechos Fundamentales de la UE. Las medidas propuestas relacionadas con la detección de la solicitación de niños en los servicios de comunicación interpersonal son extremadamente preocupantes."
Si bien el Parlamento dio una respuesta unánime respecto al cifrado, se seguía buscando una forma de acceder a los mensajes para perseguir este tipo de delitos.
La ley quiere seguir adelante. La UE está más cerca de volver a votar para aprobar esta proposición. El cambio clave está una nueva etiqueta para, según el documento publicado por el Consejo Europeo, lograr el acceso a los mensajes "sin romper el cifrado". El entrecomillado es obligado, ya que gigantes tras empresas como Signal explican su postura: el plan de la UE sigue atentando contra el cifrado de extremo a extremo.
"Para evitar aún más las injerencias indebidas en los derechos fundamentales y garantizar la proporcionalidad, las órdenes de detección deberían abarcar únicamente las imágenes y los componentes visuales de los vídeos y las URL, mientras que debería excluirse la detección de la comunicación sonora y el texto. A pesar de esa limitación de la detección a las imágenes y los componentes visuales de los vídeos, la captación de menores podría seguir identificándose en cierta medida mediante la detección del material visual intercambiado."
La modificación de la UE propone ahora que las órdenes de detección aborden "únicamente las imágenes y componentes visuales de los vídeos y las URL", excluyendo la comunicación sonora y de texto. Desde Signal tienen claro que acceder a los mensajes cifrados, ya sea para acceder a contenido visual o escrito, sigue rompiendo el cifrado.
No lo tendrán tan fácil. Desde Signal ya han dejado clara su postura: el cifrado de extremo a extremo es un derecho fundamental. En Mastodon no dudaban un momento: "Que no quepa duda: abandonaremos el mercado de la UE antes que socavar nuestras garantías de privacidad".
No es tan solo un asunto de postura de las compañías, en países como España el artículo 18 de la Constitución Española expone que "se garantiza el secreto de las comunicaciones y, en especial, de las postales, telegráficas y telefónicas, salvo resolución judicial". No hay una distinción entre contenidos: el derecho al secreto en las comunicaciones solo puede vulnerarse bajo resolución judicial.
Cabe plantearse si con las modificaciones del texto la votación saldrá adelante. La respuesta fue unánime hace un año, y con suerte todo seguirá como hasta ahora si el Parlamento vuelve a responder.
En Xataka | España quiere acabar con el cifrado de extremo a extremo. Es el país de Europa más radical respecto a esta mala idea
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