Interesante lo que está ocurriendo durante estos días en dos de los estados más importantes de los Estados Unidos, ya que la semana pasada el gobierno de Nueva York anunciaba un proyecto ley que obligaría a todos los fabricantes de smartphone, a tener puertas traseras en sus dispositivos, claro, si es que quieren vender dentro de este estado.
Hoy ha sido el turno de California, quien prácticamente ha copiado palabra por palabra la propuesta de ley que anunciaba Nueva York la semana pasada. En ambos casos, se trata apenas de una propuesta, pero en caso de ser aprobada, compañías como Apple y Google tendrían dos opciones: dejar de vender sus smartphones en esos dos estados, o bien, instalar métodos que permitan descifrar la información contenida en el dispositivo.
Las compañías deben ser aliadas de las fuerzas del orden
Para el caso de Nueva York, la iniciativa A8093 menciona que a partir del 1 de enero de 2016, todos los smartphones que se vendan dentro del estado, deberán contar "con facilidades" para acceder al contenido personal de usuario, como cuentas bancarias, lugares visitados por medio del registro de GPS, llamadas y mensajes recientes e información de contactos, así como fotografías y cuentas de correo electrónico.
Lo grave del asunto en Nueva York, es que la iniciativa ya ha pasado los dos primeros filtros y se encuentra en manos de la asamblea, quien decidirá si se pasa o no al senado para su aprobación. Los habitantes del estado pueden entrar a la página del senado y emitir su voto para que los legisladores conozcan la opinión de los ciudadanos.
En el caso de California, el miembro de la asamblea Jim Cooper ha presentado la iniciativa de ley AB 1681, que de igual forma que en el caso de Nueva York, exige que los fabricantes, prestadores de servicio, o desarrollador del sistema operativo, tengan la capacidad de descifrar y desbloquear equipos de comunicación móvil en caso de que la ley así lo exija.
A diferencia de Nueva York, en California aplicaría en dispositivos vendidos a partir del 1 de enero de 2017. Cualquier smartphone vendido en el estado después de esa fecha que no pueda ser descifrado, se hará acreedor a una multa de 2.500 dólares para el fabricante o responsable del software.
De acuerdo a las palabras del legislador Cooper, esta medida obedece a que la policía no puede hacer su trabajo de forma correcta, gracias a que las compañías de tecnología están bloqueando la aplicación de la ley. En Estados Unidos, los jueces pueden ordenar el bloqueo de cuentas bancarias u órdenes de registro a casas de sospechosos, pero por increíble que parezca, no existe una manera de ordenar que se acceda a la información contenida en un smartphone.
Por supuesto esto supone un grave problema a compañías como Apple, quien ha aclarado en varias ocasiones que iOS posee claves de cifrado que la compañía no conoce ni puede romper. El mismo caso para Google, que en sus más recientes versiones de Android, se cuenta con cifrado para los datos almacenados en el dispositivo.
Lo curioso es que de aprobarse esta ley en el estado de California, Apple y Google no podrían vender sus dispositivos dentro del estado donde se encuentran sus cuarteles generales. Ahora el siguiente paso es esperar la decisión del comité en el caso de California, mientras que para Nueva York todo recae en la asamblea.
Imagen | Julien Sabardu
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