X está en la mirilla de la Unión Europa. El pasado mes de diciembre la Comisión abrió una investigación para saber si la plataforma de Elon Musk estaba cumpliendo la Ley de Servicios Digitales (DSA) y, hace apenas unos meses, la conclusión preliminar se publicó con un claro resultado: más bien no. De confirmarse finalmente, la sanción podría ser de hasta el 6% de los ingresos globales de la empresa y, en el caso de X, podría ser bastante más.
6%, sí, pero del imperio. Según desliza Bloomberg citando a fuentes relacionadas con la materia que no han sido identificadas por motivos obvios, los reguladores están considerando tener en cuenta los ingresos globales no solo de X, sino de las demás empresas de Elon Musk. Estamos hablando de SpaceX, Neuralink, xAI y The Boring Company. Tesla no contaría al ser una empresa pública que no pertenece a Musk en su totalidad (solo tiene un 13%, para los curiosos).
La persona, no la empresa. Si bien es cierto que Twitter era una empresa pública (es decir, cotizada en bolsa), una de las primeras decisiones que tomó Elon Musk fue hacerla privada. Según las fuentes citadas por Bloomberg, al ser X una empresa privada "bajo el control exclusivo de [Elon] Musk, la Comisión está sopesando esencialmente si el propio Musk debe ser considerado como la entidad a multar en contraposición a la propia X".
Según un portavoz de la Comisión Europea citado por el medio estadounidense, las obligaciones de la DSA se aplican "independientemente de si la entidad que ejerce una influencia decisiva sobre la plataforma o el motor de búsqueda es una persona física o jurídica".
De momento, a la espera. Esta investigación comenzó bajo el mando de Thierry Breton, pero tras su dimisión quedó en manos de Margrethe Vestager. No sabemos si la Comisión Europa acabará multando o no a X, pero lo que sí sabemos es que las conclusiones preliminares no fueron muy positivas. Cabe destacar que hace apenas unas horas la Comisión Europea confirmó que X no cumple los requisitos para ser considerada gatekeeper en tanto que "no es una pasarela de acceso importante para que los usuarios profesionales lleguen a los usuarios finales".
Pero una cosa es la DMA y otra la DSA. Porque el problema de X no es con la DMA, sino con la DSA (Digital Services Act), ley que aplica a todas las plataformas con más de 45 millones de usuarios mensuales en territorio europeo. En su conclusión preliminar, la Comisión explicó que el verificado propicia los patrones oscuros, que “no se corresponde con la práctica de la industria y engaña a los usuarios”, que "hay evidencia de actores maliciosos motivados que abusan de la cuenta verificada para engañar a los usuarios" y que la forma en la X ofrece acceso a los datos (la API de pago) parecer estar hecha para disuadir a los investigadores.
También está la libertad de expresión. Otro frente que X tiene abierto es con respecto a la difusión de "mensajes de odio y contenidos terroristas" y la falta de moderación en su plataforma. Mensajes que, por otro lado, son defendidos por Musk con el argumento de la libertad de expresión. La Unión Europea también tiene una investigación abierta al respecto.
¿De cuánto podría ser la multa? Los ingresos de X durante los últimos 12 meses hasta junio de 2023 fueron de 562 millones de dólares. Un 6% serían unos 32 millones de euros. Ahora bien, si sumamos el resto de empresas del imperio Musk, sobre todo SpaceX, la cifra puede crecer muchísimo. Lamentablemente, estos datos no son públicos.
Pero hay algunas estimaciones. De acuerdo a la consultora Payload, SpaceX generó 8.700 millones de dólares en ingresos en 2023. Asumiendo que esa cifra fuese cercana a la realidad, una potencial sanción del 6% ascendería a 522 millones de euros. No sería la sanción más alta de la historia, ni de lejos, pero no estaría nada mal para ser la primera sanción fruto de la aplicación de la DSA.
Imagen | Wikimedia Commons (UK Government)
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