Sally Rooney es el fenómeno editorial del momento. Sus libros ya habían generado un seguimiento importante con anterioridad, pero su última obra, 'Intermezzo', entra dentro de otra categoría: atención de medios generalistas, gira y entrevistas en prensa... Su cuarto libro se sale parcialmente de los códigos temáticos que había cultivado en sus tres volúmenes anteriores ('Conversaciones entre amigos', 'Gente normal' y 'Dónde estás, mundo bello') y escapa de los prejuicios que la encasillaban en una supuesta "literatura para chicas", etiqueta que sigue funcionando pese a que hace años que la realidad la ha superado sobradamente.
Aún así, a Rooney se le puede enmarcar en algunas corrientes y etiquetas que ayudan a definirla: por ejemplo, encabezando un nuevo boom de escritores jóvenes de Irlanda, subconjunto donde también figuran autores como Lisa McInerney o Colin Barrett, influidos por el entorno de una Irlanda en la que las tradiciones se tambalean después de la crisis económica. Con todo, su reciente 'Intermezzo' demuestra que a Rooney no conviene adjudicarle el sambenito de narradora generacional de romances: su última novela habla de dos hermanos que intentan superar la muerte de su padre.
Eso no quiere decir, ni remotamente, que se pierda el punto de vista femenino: el cambio de actitud de uno de los dos hermanos, que pasa de una actitud misógina a una tolerancia y hasta estima a las mujeres desde el momento en el que se enamora, lleva a Rooney a plantear una serie de incógnitas acerca de la mirada masculina hacia muchas cosas. Entre otras, hacia las mujeres. Se trata de una visión personalísima que ha llevado a Rooney a vender más de 150.000 ejemplares en español.
Es decir, un negocio de primera. Por eso a las editoriales les interesa encontrar equivalentes geográficamente más cercanos de Rooney. Nos hemos paseado por algunas librerías y hemos preguntado sobre este tema a quienes realmente saben qué lee la gente: los libreros. Según nos cuentan, una Sally Rooney a la española sería una autora de tono marcadamente generacional, con la vista firmemente asentada en la realidad y la actualidad y que hable de temas universales desde una perspectiva eminentemente femenina. A veces incluso disfrazándola de literatura de consumo o de géneros como el romántico.
Con la ayuda de la gente de las librerías El Buscón (Madrid) y Casa Tomada (Sevilla), hemos elaborado una lista de posibles candidatas, ateniéndonos a características tan volubles y variables como la comercialidad o las temáticas. Y dejando claro que cada una de las citadas tiene una personalidad propia y que no se trata en ningún caso de clones de la autora irlandesa. Pero si te gusta Sally Rooney, quizás estas autoras te interesen.
Sara Mesa
Puede que sea la equivalente española más clara de Rooney, no solo por su considerable éxito, sino también por su pulso generacional y su falta de prejuicios a la hora de imbricar elementos de la literatura de género en sus historias. Cuenta con numerosas novelas, pero algunas de las más populares son 'Cicatriz' (en la que una asistente a un club de lectura inicia una relación turbia y llena de claroscuros con otro miembros del club), 'Cara de pan' (que narra otra relación perturbadora, la de un hombre maduro y una adolescente que se encuentran en un parque) y la reciente 'La familia' (una crítica a la institución familiar contando la historia de un hogar de seis miembros y sus transformaciones con el paso de las décadas).
Sara Torres
Poeta y novelista de Gijón con un estilo alejado de Rooney, pero que también incide en el tema de la mujer, aunque desde la perspectiva que le confiere haber estudiado el feminismo y lo queer desde un enfoque académico. Ha publicado en editoriales como La Bella Varsovia o Reservoir Books, donde tiene dos de sus mayores éxitos: 'Lo que hay', su debut en formato de prosa, que le ganó encendidos elogios con un drama acerca de la pérdida de la madre y las contradicciones que esto genera en la narradora; y 'La seducción', en la que se narra una historia de conquista, deseo y cariño entre dos mujeres de edades muy dispares.
Laura Fernández
Clamando que sus influencias principales son Philip K. Dick, Terry Pratchett y Stephen King, Laura Fernández no se va a ganar nunca el respeto de los suplementos literarios serios, pero su talento y éxito han convertido cada nuevo libro suyo en un acontecimiento editorial a pequeña escal . De momento ha publicado en grandes editoriales como Seix Barral y Random House, tiene novelas como 'Dos y dos son cinco', 'La Chica Zombie' y 'La señora Potter no es exactamente Santa Claus'. Esta, su último éxito, es una buena prueba de su falta de prejuicios, mezclando influencias de Roald Dahl con un potente discurso sobre la maternidad y el arte.
Elisa Victoria
Otra autora muy joven que le toma el pulso a preocupaciones más o menos generacionales pero sin perder una voz autoral particularísima. Además de escribir en multitud de publicaciones culturales, ha publicado novelas como 'Vozdevieja', con la que volvió todos los ojos sobre ella, y en la que cuenta las cuitas de una niña de nueve años que está empezando a madurar en el verano sevillano posterior a la Expo92. El estilo lírico y muy personal se repite en sus siguientes novelas, 'El evangelio' (donde su formación como profesora de educación infantil se plasma en la historia de una maestra que es asignada por error a un colegio de monjas) y 'Otaberra' (donde una joven con problemas para percibir el tiempo de forma convencional es la excusa para una ambientación en un marco temporal también muy concreto, el paso de la década de los ochenta a los noventa).
Sara Barquinero
Aunque es muy joven y su obra de ficción aún es escasa, Barquinero tiene un impresionante curriculum como activista artística, poeta y ensayista sobre temas relacionados con la filosofía. Tiene tres novelas: 'Terminal' (en la que dos personas que coinciden en la sala de espera de un aeropuerto por razones muy distintas entablan una conversación sobre los temas más dispares, lo que les acerca tremendamente); 'Estaré sola y sin fiesta' (un diario encontrado en un contenedor vertebra la reconstrucción de una vida que tiene mucho de retrato de los afectos generacionales);y la mucho más ambiciosa 'Los escorpiones', que escapa del retrato de la gente de su edad para ofrecer una gran peripecia que abarca desde la Italia de los años veinte a distintos puntos de España en la actualidad.
Marta Jiménez Serrano
Otra autora muy joven y de obra narrativa aún muy breve después de unos primeros pasos en la poesía, pero que ya vibra con un indiscutible tono de retrato generacional. 'Los nombres propios' cuenta la historia de una niña, después adolescente y luego mujer que no se desprende nunca de la compañía de una amiga imaginaria, hasta que empieza a preguntarse quién es realmente esa voz que le acompaña siempre. Y 'No todo el mundo' es una recopilación de relatos unidos por un tema común: el amor en la gran ciudad, y cómo este sentimiento impacta en todo tipo de edades, clases y condiciones.
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