Es muy posible que, si estás leyendo esto, fueras uno de los más de 80 millones de personas que tuvo un Tamagotchi. Fue uno de los juguetes más importantes y codiciados de la década de los 90, pero lejos de pasar de moda como los Furbys (aunque hay nuevos modelos, el furor no es ni parecido al de hace 25 años), Bandai ha sabido sacar jugo a los tiempos actuales.
¿Cómo, que el Tamagitchi sigue vivo? No sólo eso, sino que la compañía sigue vendiendo los modelos originales y se ha ido asociando poco a poco con otros gigantes del entretenimiento para ofrecer estos juguetes en versiones de 'Star Wars' o importantes anime japoneses. Incluso hay un modelo llamado Tamagotchi On que tiene pantalla a color y conexión con el smartphone.
Si no sabes lo que es un Tamagotchi, se trata de un juguete digital con forma de huevo y una pequeña pantalla en la parte central. En ella vemos (hechos con 'cuatro' píxeles) la forma de una criatura a la que debemos cuidar desde que nace y hasta que mueve. La alimentamos, jugamos con ella mediante minijuegos extremadamente simples y hasta le ponemos la vacuna cuando enferma. También debemos recoger las cacas y, si lo hacemos bien, irá creciendo y cambiando de forma.
Como decimos, aunque sigue muy vivo, el Tamagotchi su momento de máxima popularidad fue hace 20-25 años, pero hubo quien nunca perdió ese amor por el juguete y mantuvo vivo su espíritu incluso en las horas bajas del mismo: la comunidad.
Tamagotchi 88822 Star Wars R2D2 Virtual Pet Droid con minijuegos, Clips de animación, Modos Extra y Llavero (Azul), Multicolor
Algo muy bonito de cualquier hobby es que siempre hay un grupo (puede ser reducido o enorme) de personas que siguen disfrutando del mismo tanto por lo que aporta a nivel personal el propio objeto/juego/lo que sea como por lo que enriquece a nivel personal formar parte de una comunidad de personas con una pasión en común. Algo que suelen hacer estas comunidades es investigar todo lo relacionado con esa pasión, por lo que es habitual encontrar secretos años más tarde del lanzamiento.
Podríamos pensar que el Tamagotchi, siendo más simple que el mecanismo de un cerrojo, no albergaría ningún secreto a estas alturas. Se lanzó en 1996 en Japón y un año después en los mercados europeos y norteamericanos, pero realmente sí que había algo que atormentaba a la comunidad: Moll & Lora.
Mothra Tamagotchi
En 1997, Bandai lanzó en Japón el primer modelo de Tamagotchi basado en una licencia. Aparte de un nuevo diseño externo, tenían un procesador algo más rápido que permitía que los botones funcionaran mejor (transmitiendo las órdenes más rápido al juego) y lo interesante es que el bicho es Mothra.
Se trata de una polilla gigante que ha aparecido en películas de Godzilla y cuya temática es perfecta para un juguete como un Tamagotchi, ya que nace de un capullo, se convierte en gusano y va pasando por varias fases evolutivas. Esta versión especial de Tamagotchi se lanzó con motivo de la película 'Rebirth of Mothra II', donde la polilla estaba acompañada por dos hadas que, básicamente, la cuidan y tienen ciertas habilidades.
Moll y Lora se consideraron durante años extremadamente difíciles de criar, ya que no se conocían los requisitos para que aparecieran más allá de unas escuetas líneas en el manual oficial del juguete, pero hace unos años, apareció el primer caso documentado de alguien que había conseguido a las hadas. Se trató de un usuario llamado TamaTamer que, debido a un error de su Mothra Tamagotchi, consiguió a la pareja.
¿Cómo? Parece que consiguió a las hadas mediante un error en el contacto de la batería y, con cambios rápidos de la misma, aparecieron. Realmente no está muy claro cómo lo hizo, pero ese suceso dejó claro que Moll y Lora podían aparecer en el juego y se podía interactuar con ellas de manera normal, como si fueran otra criatura más.
La comunidad se puso a investigar y hasta se crearon documentos muy detallados con todo lo que se había probado para que aparecieran las hadas, incluso documentando los errores durante la partida y las consecuencias. Se llegó a la conclusión de que los personajes ni siquiera estaban programados en el juego y simplemente se trataba de una broma de los creadores. Otro escenario era que eran un glitch.
Sin embargo, hubo quien no se rindió.
Un proceso oscuro
rhubarb_pie es un usuario de Discord que ha descubierto el proceso para que Moll y Lora aparezcan en su Tamagotchi sin aprovechar fallos de la batería o hacer trucos, al menos de forma aparente. "Después de años de debate sobre si esto era posible, he demostrado que puedes criar a las gemelas en Mothra", comenta el usuario.
"La forma de conseguirlos es extremadamente opaca, por lo que no me sorprende en absoluto que nunca hayan sido encontrados hasta ahora", comenta el descubridor. En una guía extensa en Discord, ha detallado el proceso y lo cierto es que hay que realizar una serie de pasos de forma minuciosa. Además, hay que tener tiempo libre. "Comencé mi partida el 11 de mayo y acabo de tener a las gemelas hoy, 5 de junio. Tarda unas tres semanas, algo absolutamente brutal".
Ahí están, arriba a la derecha... desde 1997
Y… cómo se consigue? Lo primero que hay que decir es que rhubarb_pie estuvo investigando el código de la ROM de este Tamagotchi, pero tras comprenderlo, se puso a probar en una unidad real. Y sí, el proceso es loquísimo:
- Hay que conseguir a Mothra Leo y cuidarlo de forma casi perfecta. Esto implica más de 80 horas de dedicación al bicho de forma casi permanente para que no nos tenga que avisar y sus estadísticas sean impecables.
- Significa que, durante casi siete días, debemos atenderlo en su horario de vigilia, que es de 8:00 a 21:00. 13 horazas sin despegarnos mucho del juguete.
- El peso deber estar entre 70 y 79, algo más alto que su peso base y debemos estar siempre en ese rango.
- No puede morir por enfermedad y lo más jorobado es que, al tener que mantenerlo durante tanto tiempo, puede caer enfermo sin que hayamos fallado nosotros realmente y… morir, dando al traste con todo el asunto.
- Habiendo hecho todo esto, tendremos que matar de hambre a Mothra Leo. En ese momento pondrá un huevo que tendremos que cuidar y repetir todo el proceso. Al final del mismo, y de otras 80 horas, evolucionará a Moll y Lora.
Es un proceso largo y complejo por la dedicación casi absoluta que requiere y, como decía su descubridor, no me extraña lo más mínimo que nadie lo hubiera descubierto en estos más de 25 años. Vamos, que prácticamente hay que pedir unas vacaciones para poder hacer todo esto.
Y sí, me han dado ganas de desempolvar mi Tamagotchi, pero tengo claro que en cuanto se me muera… volverá al cajón.
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