La edición del libro 'El odio', en el que José Bretón confiesa el asesinato de sus hijos, ha sido paralizado después de numerosas peticiones de Ruth Ortiz, mujer del asesino, por la propia editorial que iba a publicarlo, Anagrama. Aunque creen que tienen derecho a editarlo, de momento detienen el proceso hasta que exista un pronunciamiento legal sobre las peticiones de Ortiz. Una decisión que, en cualquier caso, pone sobre la mesa las polémicas obras literarias escritas por asesinos, y que últimamente están llegando al panorama editorial español.
El caso Bretón. José Bretón mató a sus dos hijos Ruth y José en Córdoba en 2011, pero desde 2013 y durante 12 años mantuvo su inocencia. El libro 'El odio' recoge la correspondencia que ha mantenido con el periodista Luisgé Martín y en el que finalmente confiesa el crimen, que llevó a cabo envenenándolos y posteriormente incinerando los cadáveres. Bretón fue declarado culpable y cumple 25 años de prisión en la cárcel de máxima seguridad de Herrera de la Mancha.
El libro que no fue. 'El odio' iba a ser publicado el 26 de marzo, con el indudable gancho comercial de incluir la confesión de Bretón. En cuanto se anunció, Ruth Ortiz acudió al Servicio de Atención a Víctimas de Andalucía, con quien presentó un escrito a la Fiscalía (primero de Córdoba, luego de Barcelona, donde está la editorial) pidiendo que se detuviera la publicación. La ministra de Igualdad, Ana Redondo, ha manifestado su apoyo para impedir que se revictimice a Ortiz. El citado mensaje de Anagrama manifiesta su disconformidad y menciona obras como 'A sangre fría' de Capote o 'El adversario' de Carrère como precedentes.
Nuevas vías para el true crime. Es uno de los géneros de moda indiscutibles dentro de una variante morbosa de los documentales criminales de toda la vida. En plataformas, cada muy poco tiempo triunfa una serie o película de ficción basada en hechos reales, o bien documentales que desentierran viejos casos o criminales icónicos. En podcasts, programas como 'Criminopatía' o 'El señor de los crímenes', por no hablar de hitos fundacionales como 'Serial' o 'Criminal' apuestan por la profusión de datos y la narración atmosférica. Los libros sobre el tema también abundan, y prácticamente todas las editoriales tienen sus lanzamientos true crime, pero esta orientación de dar voz a los asesinos es nueva. ¿O no lo es tanto?
Más convictos que escriben. El de Bretón se suma a una serie de libros que distintos hombres condenados recientemente están escribiendo. El mediático Daniel Sancho estaría escribiendo uno desde la prisión en Tailandia. Y Alfonso Basterra, condenado por el caso Asunta, ha escrito un libro en la cárcel, aunque no tiene nada que ver con el caso que le dio la fama: es una novela que se titula 'Cito' y que dedica a la niña asesinada. Los tres casos más mediáticos y que más horas han ocupado en los medios en los últimos años entre conjeturas, seguimientos y tertulias, encuentran así una tan singular como esperable contrapartida editorial.
Una larga tradición. Los casos de Bretón, Sancho o Basterra no son únicos. Un asesino en serie tan legendario como John Wayne Gacy detalló sus crímenes en el libro de memorias 'A Question of Doubt', de 1992, animado por la abundante literatura que estaba generando. Y el recientemente fallecido OJ Simpson jugó con el morbo de su caso con 'If I did it', en el que contaba, en forma de hipótesis, el crimen por el que fue juzgado, aunque nunca llegó a publicarse en su forma original, sino como un manuscrito comentado. Más abundantes son los libros en los que un periodista se entrevista con el criminal o investiga el caso e intenta ponerse en su piel, como en los clásicos citados por Anagrama o el propio 'El odio' de Martín y Bretón, y que aún no está claro si llegaremos a leer.
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sr.lobo.
Lo que es delirante es que esa basura siga respirando.
El sistema en Europa se basa en la reinserción (lo que se denomina prevención especial, en contraposición con la prevención general de otros países). Bien, este monstruo no puede ser reinsertado en ningún caso. Nadie que haga eso puede ser reinsertado o reeducado.
Escoria como José Bretón o Patrick Nogueira solo merecen la pena de muerte.
Hay cierto tipo de delitos que, cuando no existe duda sobre la autoría, como en estos dos casos, no pueden ser castigados simplemente con pena de privación de libertad.
pableras
Ya tiene entrada en la wikipedia así que por decencia no diré nada más al respecto. Ese miserable no se merece ni el aire que respira. Mucho menos que se le de altavoz.
Y si los carroñeros pensasen más en las víctimas y en el dolor de los supervivientes no habríamos llegado a este punto.
harry_haller
Veo en este artículo una desubicación absoluta respecto a este libro. Ni lo ha escrito Bretón, ni es true crime. Leyendo las explicaciones de su autor, Luisgé Martín, parece ser que va mas bien en la linea de "A sangre fria".
Dicho esto, comprendo absolutamente las reivindicaciones de la madre. Yo tengo perspectivas encontradas respecto a su publicación, principalmente por empatía hacia ella, pero creo que finalmente terminará publicándose. De lo contrario, habría que dejar de publicar también cualquier noticia de sucesos.
Trocotronic
Lo que es delirante es que haya una panda infecta de personajes que quieran comerciar con la terrible muerte de dos niños.
jhcsegjkkgxchk
Dado que en nuestra sociedad imperfecta, semejante basura sigue respirando, debería estar prohibido publicarle nada ni darle voz, voto y se le debería retirar tantos derechos como le retiró él a aquellas dos pobres criaturas.
mrdecker
Independientemente de si el libro es la vivencia de Breton o una narracion del caso, o que se puedan utilizar como objeto de estudio, etc... estos libros me parecen el premio y reconocimiento al asesino, la pregunta es facil, quien disfruta al ver esto publicado? Él o su mujer? eso lo dice todo.
macuesto
En cuanto salga de la cárcel.... que saldrá, pues se le mete el libro por donde yo me sé y no digo más por si las mosca.