Imagínate entrar a una tienda y, cuando vas a pagar, el dependiente te dice que eres tú quien decide el precio de los objetos que has decidido comprar. Extraño, ¿verdad? Humble Bundle es una iniciativa que lleva un tiempo utilizando esta modalidad para vender juegos, apps, ebooks y otros contenidos digitales, pero ahora hay una plataforma de venta de ebooks que también se ha sumado a esta estrategia. Es española y se llama Lektu.
Hace unas semanas pusieron en marcha esta iniciativa con un primer pack de ebooks de Ciencia Ficción y durante estos días está disponible su segundo bundle, en este caso dedicado al rol con contenidos de Walhalla Editorial, Joan Tretze, Nosolorol y otros editores conocidos del sector. El pago mínimo son seis euros. ¿El máximo? El máximo lo eliges tú. Hemos hablado con David Fernández, director de Lektu, para que nos cuente un poco más sobre esta nuevo modelo de distribución de ebooks.
Paga lo que quieras por este "bundle"
"Lektu es un proyecto en continuo desarrollo, es una startup. Iniciamos nuestro proyecto en el 2014 con varias funcionalidades, pero con la idea clara de que nuestra misión es experimentar nuevos métodos de comercialización en el mercado de la venta de contenido digital", nos dice David Fernández cuando le preguntamos por qué han decidido experimentar con la venta de contenidos por "packs" en los que el propio lector decide el precio.
En este caso han decidido establecer un precio mínimo de 6 euros para un contenido cuyo precio "por separado", según ellos mismos explican en su web, supera los 40 euros. Dicho mínimo lo han elegido ellos "en consenso con los editores". Pero ¿por qué 6 euros y no 2 euros o 10 euros? "Hay una barrera psicológica sobre el precio de los ebooks, y se considera de manera general que un buen precio para un libro de narrativa debe rondar los 5-6 euros. En casi ningún caso se llegaría a 10. Consideramos que es un precio base muy atractivo", nos añade.
El dinero recibido se reparte entre los propios editores (61,98%) y Lektu (20,66%). El 17,36% restante se corresponde con el IVA. Los editores ponen el material y ellos la plataforma y otros recursos. Según Fernández, el margen habitual del libro impreso es del 60-75% para el autor editor, que se reduce casi a la mitad si se trabaja con una distribuidora. Ellos consideran que su modelo "teniendo en cuenta nuestros costes" consigue "un valor aceptable para ambas partes".
Hablando con David me entra la curiosidad: el mínimo son 6 euros pero ¿cuánta gente paga el mínimo y cuánta decide pagar por encima? Según sus propias cifras, en el caso del primer bundle de ciencia ficción, el 65% de los clientes pagaron más de 6 euros. En el caso del bundle actual, el de rol, la cifra sube al 95%.
¿Significa esto que el modelo que están utilizando les funciona? "Estamos consiguiendo mayor cantidad de ventas de los bundles que de los productos por separado, eso está claro", nos dice David. También hay beneficios para los autores, según nos cuenta: además de los ingresos, "tienen acceso a un público que de otra manera no hubiese probado sus productos".
Para el futuro, podemos esperar ver más bundles en Lektu. Próximamente están previstos packs de literatura romántica, libros de terror, cómics y autoeditados. "No es algo temporal, es algo que queremos incorporar como parte de la oferta de Lektu ya que, sin tener unas ventas espectaculares, sí que está teniendo una aceptación muy buena tanto por parte de los autores y editores como de los clientes. Dentro de las cifras que manejamos todo el mundo está contento", sentencia el director de la plataforma.
El problema de decir "no" al DRM: catálogo limitado
Lo primero que te llama la atención a entrar a Lektu es que se trata de una tienda de ebooks, sí, pero en su página principal no encontrarás la mayoría de superventas del momento. Si sigues leyendo y bajas hasta el pie de la página, pronto encontrarás la razón: no utilizan DRM, es decir, no usan protecciones anti-copia.
De hecho, ésta fue una de las principales razones por las que Lektu nació allá por 2014, cuando la Editorial Gigamesh (sí, la que edita 'Canción de hielo y fuego' aquí) buscaba un sitio donde vender estos libros. En palabras de David Fernández:
"En el año 2014 la Editorial Gigamesh, que publica en España en castellano la saga de Canción de hielo y fuego, quería comenzar a vender los ebooks de la misma. No había en aquel momento ninguna plataforma que les permitiese una venta de los productos sin DRM y sin quedar atados a un “ecosistema”, así que decidieron iniciar el camino de la venta directa.
Cuando se empezó a desarrollar este proyecto tecnológico, una web donde poder vender los libros de Canción, sin DRM, en modo descarga, directamente del editor al cliente final, vimos claramente que muchas otras editoriales con la misma filosofía podrían estar interesadas en usar una plataforma de ese tipo.
El equipo de socios actual es Gigamesh, Cristina Macía, a la que muchos conoceréis por ser, además de editora en Palabaristas, traductora de la saga de Canción, Farid Fleifel y yo, David Fernández. A mí se me suele asociar con el foro Cyberdark.net, activo del 2000 al 2005, y con la librería online del mismo nombre y que aún sigue existiendo, aunque con otro propietario." (David Fernández, Lektu)
Existen dos ventajas claras al no ofrecer productos con DRM: la primera, que "no hay limitaciones en su uso, utilizamos siempre formatos estándar, 100% compatibles con todo, reconvertibles si es necesario para uso en otros dispositivos (de epub a mobi por ejemplo)"; la segunda, que se ahorran los problemas que suelen dar. Y, además, otra ventaja adicional en la que podríamos no pensar al principio pero que sí es importante según Fernández: ahorro, "ya que poner DRM a un producto cuesta dinero".
Pero el hecho de no tener DRM es algo que sí les ha cerrado muchas puertas, según ellos mismos reconocen. Les pregunto si esto les limita mucho su catálogo, y me responde sin dudarlo: "Sí, mucho". Las grandes editoriales lo usan y la mayoría no contemplan, por ahora, un escenario sin él (B de Books sería una de las excepciones). Por eso la mayor parte del catálogo de Lektu se compone de autores autopublicados y editoriales indies.
Aun así, ellos se muestran firmes en su mensaje de que el DRM perjudica tanto al lector como al editor:
"El DRM no sólo es lesivo para los derechos del usuario. Vaya, es que cierra la tienda online en la que compraste el producto y puedes llegar a perderlo del todo. Además no es una tecnología universal, quedas atado a una serie/número/plataforma de dispositivos donde poder usar los bienes digitales que has comprado." (David Fernández, Lektu)
Sin DRM, ¿con descargas no autorizadas?
¿Por qué la industria del libro es tan defensora del DRM? Sencillo: porque, en teoría, pone más difícil el hacer copias digitales de un contenido y distribuirlas a otras personas. Desde Lektu no lo ven así, y vienen a decir que, si alguien quiere saltarse el DRM de algo, al final lo va a acabar haciendo (aunque sea ilegal):
"Como todo el mundo sabe, aunque la ley lo impide, el DRM se salta, se quita, es una tecnología defectuosa. El “pirata” comprará el producto con DRM y se lo quitará con alguno de los numerosos programas que existen. Al final resulta que el perjudicado por el DRM suele ser el cliente “legal” que se encuentra en un loop informático cuando quiere usar lo que ha comprado." (David Fernández, Lektu)
Por eso ellos ponen a disposición de los autores otro DRM, que llaman "DRM social". No impide que el contenido se copie o se distribuya, pero se le añaden marcas de agua (visibles o invisibles) que sirven para identificar al comprador. Se trata de algo opcional que los editores deciden si utilizar o no en sus libros. Curiosidad: casi nadie lo utiliza.
Si es una especie de DRM "pasivo" que no evita copias, ¿para qué sirve? Según ellos mismos advierten en su web, se reservan el derecho a cancelar la cuenta a los usuarios que redistribuyan sus libros en redes P2P. Les preguntamos si alguna vez han tenido que recurrir a ello y nos explican que no y que tampoco actúan "proactivamente en su búsqueda". Alguna editorial les ha consultado por alguno de sus títulos que han aparecido, pero no se ha llegado a actuar sobre ello.
El presente y el futuro de Lektu
Ser Lektu no es nada sencillo. Ellos mismos me lo reconocen: "La tecnología está hecha, los productos son atractivos –de eso estamos seguros-, lo que necesitamos son… ¡clientes! No solo en los bundles sino a nivel general de Lektu, necesitamos más ventas, porque nuestro modelo como empresa solo funciona si el número de ventas es bastante alto. Tenemos que llegar a la gente y convencerles de que se dejen esos 6 ó 10 euros para comprar cultura digital. No nos es fácil, te lo puedo asegurar."
Desde 2014, fecha de lanzamiento de la plataforma, han ido pivotando hasta lograr hacerse un huequecillo en el mercado. Al ver la reacción de las editoriales a su propuesta, no tardaron en abrirse a los escritores autoeditados, que recibieron mejor su modelo, y también a otros formatos: ahora mismo tienen audiolibros y hasta podcast. Venden productos digitales (de los que se llevan el 25%) y también físicos (10%).
Si pensamos en cifras, que desde Lektu nos proporcionan, estamos hablando de 100.000 pedidos únicos (de los cuales, 50.000 son descarga gratuita, 23.000 pago social, 15.000 pago dinámico, 11.000 pago fijo y 1.000 de otro tipo) con más de 45.000 usuarios registrados, 500 autores/editores y 5.200 productos. Aunque la mayoría de sus clientes son españoles, también hay un porcentaje importante que llega desde Latinoamérica y Estados Unidos.
Además de los bundles, durante todo este tiempo han venido experimentando con otras modalidades de pago que no han inventado ellos (me insisten), pero sí han implementado: el pago social (por ejemplo, con un tweet) o el paga "si te gusta", entre ellas. También para este año tienen prevista una novedad muy importante: lanzar su versión con contenido en inglés.
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