Las redes sociales, y en especial Twitter, están viviendo unos tiempos hostiles en el que muchos usuarios parecen enfrentados y siempre ofendidos. Además de tener que lidiar de esta manera con sus lectores, los escritores también se enfrentan a retos impuestos por la tecnología, como el tratar de ganarse la vida vendiendo libros en formato físico o digital en una sociedad que considera que toda la cultura ha de ser gratis.
De todo esto vamos a hablar con Juan Gómez-Jurado, el protagonista de nuestro séptimo capítulo de 'Insert Coin', nuestra sección mensual en la que entrevistamos a invitados de primer nivel relacionados con las materias que nos fascinan en Xataka. El programa en vídeo lo puedes ver a continuación, el cual es un resumen editado de la charla con nuestro invitado. Si quieres escuchar la entrevista entera puedes hacerlo en nuestros podcast de iTunes e iVoox.
Juan Gómez-Jurado es periodista y escritor, autor de novelas publicadas en más de cuarenta países y traducidas a cuarenta idiomas. En su bibliografía nos encontramos de todo, desde libros de ficción como 'Cicatriz' hasta literatura juvenil o colaboraciones en obras de no ficción. Pero también es tuitero, de esos que llevan cerca de ocho años en la red social y la han visto evolucionar.
Y precisamente por eso, la primera parte de nuestra conversación se centra en las redes sociales en general y en Twitter en concreto, hablando sobre cómo está cambiando y cómo tiene que lidiar con unos usuarios que son presa fácil de la descontextualización. También hablaremos de su pragmático punto de vista sobre el estado de salud del negocio literario y su relación con las nuevas tecnologías.
Twitter y cómo se toma la gente las redes sociales
Empezamos hablando sobre el concepto que algunos tienen en la cabeza de que el "escritor convencional", es ese que se pasa los días encerrado en su casa escribiendo. Esta visión choca de frente con Gómez-Jurado, un escritor muy activo que colabora en otros medios y espacios, y que de hecho no cree en ese concepto clásico de escritor recluido.
"Lo que tiene que hacer un escritor es vivir, estar haciendo cosas, es estar vivo y en contacto con el mundo. Estar encerrado en casa escribiendo no, no es una buena idea", nos dice. "Lo que hay que hacer es trabajar muy duro. Yo, de hecho, dedico bastantes horas a escribir, pero no es lo único que hago".
Y entre las cosas que hace está el tuitear. Aunque admite que lo hace menos de lo que le gustaría, entre otras razones, porque Twitter le está empezando a producir un tremendo hartazgo. "Ocurre que es una red social que se ha visto poseída por un tono muy desagradable", nos dice.
Nos cuenta que en el año 2010 o 2011, todos los que estaban en esa red social se conocían, e incluso nacían amistades y hacían quedadas. Hizo muy buenos amigos en esa época. Pero opina que Todo ha cambiado hoy en día, y que todo es más difícil porque la gente está siempre muy enfadada.
"El otro domingo, para hacer una prueba de esto mismo, subí una foto de la paella que acababa de hacer a la que pongo guisantes a posta para fastidiar a los 'talibanes'", nos cuenta. "Enseguida recibí un montón de críticas, e incluso insultos y de amenazas porque se me había ocurrido decir que eso es una paella".
Sobre si algún día veremos reflejada esa acidez de Twitter en uno de sus libros, nos confiesa que, aunque públicamente no lo muestra, su visión del mundo es más ácida de lo que se pueda encontrar en cualquier "tuitero chungo". También tiende a llevárselo todo al humor negro, algo que también pasa en Twitter, y tanto eso como la acidez ya es algo que lleva tiempo reflejando en sus personajes.
Entonces, nos da otra de sus claves para sobrevivir en la red social, y es que lo que opina la gente de ti tiene que ser irrelevante siempre, seas escritor o apoderado de un banco. Y esto es un buen consejo porque, en su opinión, el gran problema de Twitter es que a la gente le llegan los comentarios descontextualizados, en los que no se entiende ni el tono, ni la intención, ni se ve a la persona que lo está diciendo.
Y luego están, dice, esos que se notan que no han entendido lo que dices pero se ponen a debatir públicamente contigo. En esos casos, él nos dice que muchas veces se pone a dialogar con ellos para intentar explicarles las cosas, lo que puede dar a "fantásticas situaciones de trolleo" si el individuo no corrige su actitud, o a inusuales entendimientos cuando uno de los dos se da cuenta de su error.
"El problema es la actitud general. Yo disfruto mucho en las redes sociales, creo que son imprescindibles, a mi me han ayudado a estar donde estoy, y he encontrado a gente que es maravillosa", nos cuenta. "Pero sólo me gustaría que la gente se lo tomase todo mucho más tranquilamente, que tengas derecho a equivocarte".
El tema de las descargas debe estar fuera de la ecuación
Y ya que tenemos a un escritor como invitado, entramos a hablar sobre la industria literaria. Concretamente, le preguntamos cómo le está afectando el eterno debate entre el mundo del papel y el mundo digital, y qué opina de cómo algunas empresas como Amazon empiezan a tener cada vez mayor protagonismo en el sector.
Sobre el debate de lo digital, nos dice que no es algo que hubiera que pararse discutir, sino algo que está ahí y a lo que tienes que adaptarte. Eso pese a que admite que lo digital a veces tiene un lado negativo por la pretensión de muchos de que todo en la cultura tiene que ser gratis. Gómez-Jurado nos dice que él se esfuerza mucho por intentar que esta sea lo más barata posible, pero que cree que debe haber un límite. Aun así, tampoco es todo negativo.
"Igual que la gente tiene que intentar dar un paso hacia nosotros y darse cuenta de que hay que pagar por lo que se está consumiendo, ese arma de doble filo que es Internet también permite que mucha gente que se descarga tus libros sin pagar tenga acceso a ellos", nos dice. "Pero este es un debate que ya, sinceramente, me aburre soberanamente".
En su opinión, lo que hay que hacer es centrarse en escribir los mejores libros posibles, intentar darlos a conocer, y desde luego no preocuparse de quién se lo ha descargado o no. Vamos, que el eterno debate de las descargas ilegales es irrelevante para nuestro invitado, lo importante es hacer un buen producto y que la gente lo conozca.
"'Juego de Tronos' lo ve más gente ilegal que pagando, pero da igual, lo importante es que es la serie más importante de la historia de la televisión y lo ha transformado todo", nos dice. "¿Eso que tiene de bueno para Benioff y Weiss? Pues que probablemente, ellos han podido hacer episodios de 30 millones de dólares porque había mucha gente que lo estaba viendo, aunque no pagando".
Nos dice que sí, seguramente para los autores sería mejor que todos pagasen por consumir su trabajo, pero es consciente de que vivimos en un mundo totalmente distinto. De hecho, reitera que ese asunto de las descargas tiene que estar fuera de la ecuación y del planteamiento de los autores, y que hay cosas más importantes como tener el apoyo de los libreros, tanto físicos como digitales.
Y para terminar, ya que tocamos el tema de la televisión, le preguntamos en qué formatos le gustaría ver una obra suya. En su respuesta menciona el cine y los videojuegos como sitios donde un escritor se muere por estar. Y sobre quienes preguntan si no tiene miedo de que desvirtúen su obra, nos dice que de lo que realmente tiene miedo es de no llegar a final de mes. Por eso él está vendiendo muchos de los derechos para adaptar las obras.
"Si al final, lo que importa no sólo es la historia, sino poder seguir comiendo para poder crear más historias", nos dice explicándonos su punto de vista sobre las adaptaciones. "Y afortunadamente, tengo mucha suerte y soy de los que puede vivir de esto".
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