Si había algún sitio de Europa donde la industria del cómic iba a chocar con los avances en el uso de la inteligencia artificial, estaba claro que iba a ser en Bruselas, capital europea del medio y cuna de personajes legendarios como Tintin, los Pitufos, Spirou o Gaston Lagaffe. Precisamente los actuales propietarios de la mítica creación de Hergé han efectuado declaraciones que dejan muy clara la posición de la industria del cómic ante el uso cada vez más extendido de las IAs.
Los artistas, en contra del uso indiscriminado. El pasado mes de marzo, numerosos autores españoles reconocieron en el contexto del festival de edición independiente GRAF que pese a la ayuda que las IAs podían proporcionar a los creadores, su uso indiscriminado conllevaba riesgos. El ilustrador Elías Taño contaba a EFE que “la cuestión no es la IA. La lucha es en contra de la inteligencia artificial generativa, basada en el expolio y el robo de miles de millones de datos, imágenes e ilustraciones y de arte creado por humanos con los que se entrenan esas aplicaciones".
Rédito económico. También Albert Monteys ('¡Universo!', 'Matadero Cinco') hablaba del tema señalando el uso poco ético de la tecnología: “se alimenta y saca rédito económico de miles de obras que tienen dueño sin que haya una legislación que lo regule”. La historietista Nadia Hafid ('Chacales') añade que "al final la calidad podrá ser buena, mejor, pero no estamos hablando de que ofrezca calidad o no, sino de que no puede basarse en el esfuerzo de otros”.
Una zona legal gris. Todas estas preocupaciones vienen de que la legislación sobre el tema aún está en pañales. Las leyes del copyright europeas protegían la autoría de autores de cómic e ilustradores, pero casi todas (como la Directiva sobre Derechos de Autor en el Mercado Único Digital, que data de 2019) procedían de una época previa al uso de la IA. Eran tiempos en los que IAs generativas como Midjourney, que "aprenden" de ilustraciones generadas previamente por artistas humanos, no eran aún de uso común.
Tintin contra la IA. Gauthier van Meerbeeck es el director editorial de Le Lombard, la firma que publica y licencia las aventuras de Tintin en la actualidad. Meerbeeck afirma que la industria del cómic "se opone completamente al uso de las IAs" debido a que "roba de los artistas", en declaraciones que recoge el diario South China Morning Post. Todo eso podría cambiar con la llegada de la Ley de IA a mediados de 2025.
Qué dice la ley. En el apartado 105 de la Ley, ésta explicita con claridad que "cualquier uso de contenido protegido por derechos de autor requiere la autorización del titular de los derechos en cuestión, a menos que se apliquen las excepciones y limitaciones pertinentes de los derechos de autor". Y también afiurma que "cuando los derechos de exclusión se hayan reservado expresamente de forma adecuada, los proveedores de modelos de IA de uso general deberán obtener una autorización de los titulares de los derechos si desean llevar a cabo minería de textos y datos sobre dichas obras". Es decir, que al menos sobre el papel habrá una protección para los creadores comparable en teoría a la que se ha dado en medios de difusión tradicionales.
Entrenar una IA. En contraste con estas visiones negativas de la IA, está la opinión, también para el South China Morning Post, de Marnix Verduyn, dibujante belga que suele firmar con el seudónimo NIX y que está entrenando un algoritmo generativo con sus propios cómics. Aunque ha acabado dibujando cómics, su formación es de ingeniero informático, y dice que su vertiente creativa es un "accidente". NIX afirma que el uso de las IAs para tareas repetitivas y sencillas es "amablemente disruptivo" y permite a industrias más artesanales, como la europea, competir con los gigantes japoneses y norteamericanos.
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