Ridley Scott, John Carpenter o Guillermo del Toro deben estar tremendamente orgullosos de los trabajos de estos artistas(que, por cierto, parece que cada día hay más). Lo vamos diciendo ya: el contenido de las imagines que dejamos a continuación puede resultarle muy violento a los lectores de estómago frágil. Pero no podíamos resistirnos a dejar por aquí estas obras de horror físico que nos inquieran por lo verosímil de sus construcciones.
Si eres de los que tiene una imaginación potente, de las que puede causarte problemas en situaciones que inciten al miedo, tal vez es mejor que no veas lo que están haciendo estos nuevos artistas contemporáneos veneradores de la carne como material para la creación maldita.
Choi Xooang
Originario y residente de Seúl, Xooang reivindica con sus esculturas que se tome más interés por liberar a los pueblos que viven en Estados represores, que limitan tanto la libertad de pensamiento como la sexual de sus individuos. Su obra es, lógicamente, pesimista sobre el estado de la sociedad. Los seres amorfos e hiperrealistas al mismo tiempo que construye con arcilla de polímero se erigen como una traslación figurativa del sistema que critica.
Berlinde De Bruyckere
Cera, madera, lana... y piel y pelo de caballo, entre otros materiales, le sirven a esta artista belga que desafía nuestra idea de lo que edifica un cuerpo, ya que retorciendo la anatomía y disposición normal de los mismos rompe las limitaciones de nuestra propia identidad. Somos vulnerables.
Paul Fryer
A Paul Fryer le va la representación icónica. En sus instalaciones escultóricas tiende a humanizar figuras bíblicas conformándoles cuerpos torturados, como ha hecho en sus obras de un Cristo atado a una silla eléctrica, una Lilith voladora que no parece más que un insecto sometido a la taxidermia o a Lucifer enmarañado en los cables del poste eléctrico.
Etsuko Miura
¿Un artista japonés hacienda dolls? No, eso no tiene nada de especial. Incluso añadirle un toque tétrico a la expresión de las muñecas es algo habitual en este ámbito. Pero nadie duda de que Etsuko Miura ha llevado el concepto mucho más lejos, metiendo en los cuerpos de las jovencitas aparejos quirúrjicos y mutaciones físicas propias de un doctor loco y sádico. Además, sus dolls están hechas a escala 1:1 con los humanos, con lo que la impresión al verlas en directo es mucho mayor.
Meghan Smythe
Según el propio perfil público de Smythe, en su intento por lograr plasmar una "vulgaridad elegante" encapsula momentos que nos definen como mortales de forma sorpresiva, jugueteando con la línea entre nuestras tendencias eróticas y macabras que dan paso a la vida, y, finalmente, la muerte. Cerámica, yeso y arcilla que simulan ser bodegones o pilas de órganos a los que, en muchos casos, les salen despistados miembros erectos.
Emil Melmoth
El horror y lo bello con una nostalgia por el espectáculo mortuorio de cuerpos y órganos, como de cripta carnavalesca, ocupa el centro de creación de este artista mexicano, que cree qe deberíamos abrazar más abiertamente la muerte en nuestras vidas. Sus piezas son totalmente iguales a las criaturas que vinos en la cabecera de la quinta temporada de American Horror Story.
Mónica Cook
Tiene pinturas al óleo que exhiben la asquerosidad de lo carnal, pero su arte tridimensional tampoco se queda corto. Esto que tenemos aquí es su corto de animación stop-motion Volley, y ya nos da una medida de sus intereses: monos antropomórficos y peludos que paren fetos deformes.
Sarah Sitkin
Por su parte, Sarah Sitkin está convirtiéndose en alguien bastante notorio en Internet, pero es natural, ya que sus esculturas o performances con actores y actrices revestidos de trozos de cuerpos que les convierten en mutantes tienen un atractivo natural para el visitante de shows de variedades.
Francesco Albano
Puede que en este tour hayas sentido inquietud, temor, fascinación… pero no asco. Esa es la sensación que, comprensiblemente, embargará a los espectadores de estas esculturas de látex, poliéster y cera que se combinan para simular cuerpos humanos que han perdido sus músculos y huesos. El pretexto artístico de Albano es que al utilizar la piel derretida se muestran simbólicamente las consecuencias de las presiones sociales que nos provocan nuestros cuerpos a nosotros mismos. Cómo la piel no nos protege de los golpes psicológicos.
Arpad Slancik
Este artista serbio es reservado en sus intervenciones, por lo que se deduce que prefiere que las obras hablen por sí mismas. Espectros antropomórficos con boca pero sin ojos, como apresados dentro de los límites de su cuerpo, gritando en silencio por liberarse de sus restricciones. La brutalidad de la máquina golpea sus carnes y genera una sensación de ansiedad y alienación. Tal vez lo que todos llevamos dentro.
Sarah Best
Como muchos de los artistas de esta lista, Sarah Best tiene una fijación por el cuerpo femenino. De sus posibilidades plásticas y del placer que sentimos con su descuartización o amputación. En realidad, usamos la fisicitud de la mujer para intentar conectar a niveles más íntimos con otras personas, con algo que encontramos en nosotros mismos. Una belleza palpitante que, paradójicamente, se manifiesta en materia inerte.
Ver todos los comentarios en https://www.xataka.com
VER 0 Comentario