Hace unos días subimos a nuestro Facebook las declaraciones de una superviviente del régimen norcoreano. La grabación circulaba desde hacía dos años, pero su testimonio personal era tan escalofriante que decidimos darle cobertura. Muchos de los usuarios comentaron negativamente al vídeo, defendiendo en una amplia gama de reacciones de más a menos airadas que lo que decía la joven Yeonmi Park era falso.
Nosotros también tuvimos nuestras sospechas cuando escuchamos sus afirmaciones. Park hablaba de la muerte de su padre, de la ejecución de una vecina o de la violación de su madre por uno de los traficantes chinos que las llevó al otro lado. Park, que habló en el One Young World Summit, recibió ese mismo rechazo desde el medio especializado en las relaciones asiáticas y occidentales The Diplomat, pero tanto The Washington Post como The Guardian o BBC, entre otros medios de autoridad, difundieron el mensaje y dan por válida su historia.
Sea cierto o no lo que dice Yeonmi Park, nos alegró saber que nuestros lectores podían sospechar de la veracidad de sus declaraciones. Significa que las personas que interactuaron con lo que contamos son críticas con lo que ven en los medios. Aunque la historia de Park fuese falsa, por otro lado, también sabemos que sí son reales los atropellos a los derechos humanos que lleva a cabo sistemáticamente el país dictatorial (al menos según la ONU), así como la existencia de mafias chinas de tráfico humano que cometen abusos en la práctica con casi total impunidad.
En general, tenemos un problema con Corea del Norte. Su iconografía, su propaganda interna y culto al líder, su aparente envoltorio totalitario comunista (aunque en verdad se asemejan más al antiguo régimen imperialista japonés) nos seducen a periodistas y lectores, y nos interesa mucho más que otros regímenes igual de cruentos. Si a eso le sumamos un control muy poderoso de la información que llega al exterior y un empuje por parte de la otra Corea por moldear una imagen negativa, tenemos un cóctel perfecto para el sensacionalismo.
Y por eso mismo hemos de tener especial cuidado con las noticias más sensacionalistas que nos llegan de Corea del Norte. La documentalista Anna Broinowski, que vivió durante un tiempo en Corea, ha querido recopilar en este libro algunas de esas noticias que han aparecido en la prensa occidental y que, como se descubriría después, aunque sin la misma notoriedad, eran falsas o bien estaban altamente tergiversadas.
La coreana ejecutada por echar una cabezada en su trabajo
Qué se dijo: Kim mandó ejecutar a una agente de tráfico por quedarse dormida en el trabajo.
Qué pasó: eran imágenes descontextualizadas y sin subtitular de la entrega de un premio honorífico a la trabajadora por su buena labor. En realidad era un acto de propaganda del régimen norcoreano.
El sexy, sexy Kim
Qué se dijo: Kim Jong-un recibe el premio a “hombre más sexy vivo”.
Qué pasó: el origen viene de un artículo del medio satírico The Onion que otras páginas se tomaron en serio.
No, el dictador no mató a su esposa
Qué se dijo: Kim habría mandado ejecutar a su novia y cantante pop después de que apareciese un video erótico de la misma. La información la dio originalmente The Chosun Ilbo, uno de los principales periódicos de Corea del Sur.
Qué pasó: siete meses después de que esta información se propagase fuertemente tanto en Corea del Sur como en occidente, Hyon Song-wol volvió a aparecer viva en la televisión del partido.
La intriga de la corte
Qué se dijo: El amado líder envenenó y asesinó a su tía Kim Kyong-hui.
Qué pasó: no se sabe. Dos desertores, uno de ellos altamente clasificado, dieron distintas versiones sobre una posible orden del asesinato de la mujer, primero en 2012 y luego en 2015. Según la inteligencia surcoreana, la general podría seguir viva en febrero de 2015 pese a todo. Desde el lado norcoreano se informó en ese mismo período que la salud de la anciana de más de 60 años era delicada tanto por su corazón como por su alcoholismo. Los medios consideran que aún sigue viva.
La otra intriga de la corte
Qué se dijo: Kim también parecía haberse cargado a otro miembro de la camarilla cercana al líder, el general Hyon Yong-chol, con una pistola antiaérea.
Qué pasó: La información la dio la agencia de inteligencia nacional de Corea del Sur y fue ampliamente difundido, pero al poco tiempo la agencia se corrigió y dijo que la expulsión de Hyon se habría llevado a cabo por su mala educación durante los eventos oficiales, ya que se le había visto durmiendo en ellos. Además, podría seguir vivo, aunque excluido del régimen.
Y la última intriga de la corte... que sí tenía algo de purga
Qué se dijo: a finales de 2013 Jang Song-thaek, el tío de Kim y segundo al mando en el régimen, fue acusado de insubordinación. Kim ordenó su ejecución, y Jang junto a otros cinco insurgentes del movimiento habrían sido desnudados y echados literalmente a los perros, a 120 animales hambrientos.
Qué pasó: Kim sí ordenó ejecutar a su tío Jang. La parte de los perros hambrientos se viralizó tanto en oriente como en occidente después de que algunos medios chinos se hicieran eco de la historia en un blog satírico que se imaginaba la escena.
El Kim de Tierra 2, 3 y 4
Qué se dijo: En 2014 el líder estuvo durante un mes alejado de las cámaras, cosa que provocó especulaciones de todo tipo. Distintos medios dijeron que le habían derrocado en un golpe, que sus generales le habían asesinado, que había contraído la gota e incluso que se había roto los tobillos después de engordar por haber comido demasiado queso.
Qué pasó: Lo único cierto en todos estos casos es que el líder sí pareció haber ganado peso en ese tiempo.
Los unicornios de Pyongyang
Qué se dijo: según medios ingleses, el medio norcoreano KCNA habría recogido la siguiente noticia: los arqueólogos del país habían encontrado una guarida de unicornios en Pyongyang. La noticia circuló con un montaje en photoshop barato con un unicornio.
Qué pasó: “Guarida de unicornio” es una mala traducción del original “Kiringul”, uno de los sitios asociados a la mitología coreana. Lo que la propaganda del régimen quiso venderle a la población es que Pyongyang se erige sobre las ruinas de la ciudad más importante de su historia. Algo que también es muy posible que sea falso, pero que no es lo mismo que andar por ahí reclamando la existencia de los unicornios.
Corea del Norte y el hackeo a Sony
Qué se dijo: ¿Recuerdas la polémica de The Interview? ¿La película de Seth Rogen y Evan Goldberg en la que ambos viajaban al país asiático para relacionarse con el líder norcoreano y que se filtró a la red poco antes de su estreno? Muchos medios indicaron que el hackeo a Sony lo habrían llevado a cabo agentes del gobierno de la dictadura. El código de los hackers estaba escrito en coreano común.
El mismo John McCain habló de ese hecho como un “acto de guerra”. El FBI dijo que Corea era responsable y el 2 de enero de 2015, el gobierno de los Estados Unidos impuso nuevas sanciones al país rival por su “terrorismo promovido desde el estado”.
Qué pasó: los hackers que se “asignaron” el ataque, Guardians of Peace, avisaron inicialmente de que la causa de las filtraciones era un intento de no exhibir (o al menos no hacer dinero con ello) la película que retrataba al líder coreano. Que el código fuese coreano común y no el dialecto que se habla en el norte ha levantado muchas sospechas, y hay quienes defienden que los responsables fueron empleados de Sony descontentos con la organización. A día de hoy el caso sigue sin estar nada claro.
Todos los coreanos a imagen y semejanza del líder
Qué se dijo: Radio Free Asia difundió en 2014 la idea de que en el país era obligatorio para los varones estudiantes universitarios llevar su corte de pelo. Un tiempo después BBC difundió la idea de que en Corea del Norte el pelo largo estaba prohibido con la justificación de que te extirpaba la energía mental.
Qué pasó: La gente que ha ido al país dice que esto es totalmente falso. Además los norcoreanos podrían llevar muchos más de los 18 cortes de pelo permitidos para hombres y 10 para mujeres que circulaban desde algunos medios a partir de una noticia reciclada de 2005. Sí es cierto que se han promovido campañas en contra de llevar el pelo largo.
Por cierto, algo que tampoco se recomienda es creerse todo lo que vean los turistas que se acerquen a Corea.
En Río, la victoria o la muerte
Qué se dijo: El periódico Sun edición Toronto difundió el rumor de que los atletas olímpicos enviados por Corea del Norte a los últimos juegos podrían ser enviados al gulag a su vuelta por su fracaso a la hora de alzarse con algún premio y haber deshonrado al país.
Qué pasó: La realidad es que no está confirmado ni desmentido que ningún atleta actual o pasado haya sufrido represalias por sus resultados en los juegos.
El desertor más imaginativo de la cuenta
Qué se dijo: Shin Dong-hyuk es uno de los más conocidos desertores del país y escribió unas memorias sobre su experiencia en el país.
Qué pasó: Años más tarde de la publicación del libro, Shin reconoció que varias de sus afirmaciones son falsas.
De todo esto, especialmente del último punto, sacamos una cosa en claro: no podemos descartar que el día de mañana descubramos que la historia de la joven Yeonmi Park sea falsa o esté manipulada. El clima propagandístico de ambos bloques y el bloqueo de la propia Corea del Norte hacen muy difícil poder informar de una forma rigurosa y neutral. Pero, como es obvio, el mismo hecho de que un país se cierre al exterior es el síntoma de una política represiva que quiere controlar la libertad de sus ciudadanos. Y en el caso de esas libertades, cuando hablamos de la dictadura de Kim Jong-un, van desde salir del país, expresarse o protestar contra el estado. El terror en estado puro.