La Tomatina de Buñol celebra hoy su 70 aniversario. Una fiesta que empezó como una pelea de pueblo y hoy congrega miles de turistas de medio planeta dispuestos a arrojarse tomates. Google le dedica hoy su doodle diario y nosotros hemos repasado las principales cifras de una de las pocas fiestas que no celebra nada en concreto. A tomatazo limpio.
1945
El año en el que supuestamente empezó todo. Unos chavales se meten en mitad de una procesión de gigantes y cabezudos en las fiestas patronales de Buñol, tiran a uno de ellos al suelo y se monta una pelea que incluye el lanzamiento de tomates. Como no había Internet y los memes tardaban más en caducar, al año siguiente la chavalada se plantó en la procesión con sus propios tomates. La fiesta se prohibió a principios de los años 50.
El "entierro del tomate", la protesta contra la prohibición de la tomatina.
Pero tras las protestas, se legalizó de nuevo en 1957.
1983
El año en el que el resto de España se entera de que existe la fiesta de Buñol. El portentoso bigote de Javier Basilio se plantó junto a las cámaras de Informe Semanal en la localidad valenciana para contarle al país la historia de unos tipos lanzándose tomates y pasándolo en grande.
Unas 28.000 personas. Con entrada
¿El motivo? Llegó a haber hasta 45.000 visitantes en años anteriores al 2013, cuando se decidió empezar con la venta de entradas. Buñol tiene algo menos de 10.000 habitantes. La fiesta corría el riesgo de convertirse en algo insostenible. El año pasado se vendieron 17.000 para turistas (10 euros) y el resto eran gratuitas para los oriundos. Este año las cifras son similares.
Turistas de 96 países
Según los organizadores. Y muchas cámaras: el año pasado fueron 112 medios de comunicación acreditados. Los más habituales, los británicos (un 14%). Los turistas cuentan con packs de autobús, alojamiento, afterparty y demás. La Tomatina es una de las Fiestas de Interés Turístico Internacional reconocidas por el Ministerio de Industra, Energía y Turismo.
150.000 kilos de tomates
¿Es mucho? Son algo más de 5 kilos por persona. Varias decenas de tomates por cabeza. Los tomates, que no son aptos para el consumo, provienen de La Llosa, en Castellón. Aunque la cooperativa que se encargaba anterioremente, de Xilxes (también en Castellón), afirmaba en 2008 que los traía de Navarra.
20.000 metros cuadrados
O, lo que es lo mismo, dos hectáreas. Es más o menos la cantidad de tierra cultivable que se requiere para conseguir esas 150 toneladas de tomates. Para hacerse una idea, en 2012 la extensión dedicada al tomate en nuestro país era de unas 48.600 hectáreas. Puesto en contexto, el argumento de "es un despilfarro de comida" no se sostiene mucho.
Tekken 6
El homenaje más chiflado que haya recibido la fiesta: un escenario del juego de lucha japonés inspirado directamente en la fiesta de Buñol.
