17 momentos milagrosos en la vida de John Glenn, el primer hombre de la NASA en orbitar la Tierra
9 diciembre 2016, 14:34
Actualizado 9 diciembre 2016, 19:29
John Glenn era la encarnación de la carrera espacial de Estados Unidos. Fue el primer astronauta de la NASA en orbitar la Tierra, en 1962, y décadas más tarde, en 1998, se convirtió en el hombre de mayor edad en volar al espacio, con 77 años. Piloto de combate en la Segunda Guerra Mundial y la guerra de Corea, piloto de pruebas y miembro de los Siete de Mercury , los primeros astronautas norteamericanos, Glenn ha fallecido a los 95 años.
Glenn era de los últimos componentes de aquel programa que todavía vivía, y fue también uno de los que alcanzó más fama. Fue senador, amigo de los Kennedy y su carrera como astronauta conecta los inicios de la NASA con su época más reciente. Sólo le faltó participar en el programa Apolo para haber vivido todas sus etapas.
17) Entrenamiento de supervivencia
Los astronautas de la NASA tenían que pasar, como parte de su entrenamiento, una prueba de supervivencia de varios días en el bosque, por si sus naves aterrizaban lejos del lugar previsto. Esta foto, tomada en 1963, muestra a dos de los miembros del Proyecto Mercury, John Glenn y Gordon Cooper (en el centro) con dos de los astronautas que entraron para participar en el Programa Gemini, que debía allanar el terreno a las misiones tripuladas a la Luna. Esos astronautas en la foto son Neil Armstrong (a la izquierda) y Pete Conrad. 16) En el simulador
Los simuladores con los que los astronautas trabajaban en el Proyecto Mercury tenían cierto aspecto "casero" que, actualmente, llama la atención. Glenn participa aquí en el simulador de procedimiento, que le permite entrenar las diferentes secuencias de comandos en el modo normal de operación y en el de emergencia. Mientras las naves rusas Vostok eran automáticas, las Mercury requerían cierta participación de los astronautas. 15) El cerebro del programa espacial
Sin Wernher von Braun, el programa espacial estadounidense no habría tenido éxito. El ejército ya sabía de su importancia cuando venció al ruso en la carrera por atraerlo a su lado mientras la Segunda Guerra Mundial daba sus últimos coletazos. Von Braun había sido uno de los cerebros detrás de las bombas volantes V-2 de Hitler, y tanto Estados Unidos como la URSS sabían que, si contaban con él, tendrían ventaja en la Guerra Fría que se avecinaba. La recién nacida NASA fue quien se hizo con los servicios de Von Braun, al que el gobierno estadounidense perdonó su crímenes de guerra, y el ingeniero alemán se encargó de supervisar el programa espacial tripulado de la agencia que, al final, llevaría al hombre a la Luna. 14) Una nave a medida
Las cápsulas Mercury eran pequeñas y sólo tenían capacidad para un tripulante, que no tendría, precisamente, un viaje cómodo. Para ayudar a que los astronautas pudieran soportar mejor las intensas fuerzas del lanzamiento, que podían llegar a superar en tres veces la gravedad de la Tierra, la NASA hizo moldes del cuerpo de cada uno de los Siete de Mercury para construir asientos personalizados para ellos. 13) Un piloto condecorado
John Glenn había recibido hasta en seis ocasiones la Distinguida Cruz de Vuelo por sus misiones de combate en el frente del Pacífico durante la Segunda Guerra Mundial y, sobre todo, en la guerra de Corea antes de pasar a ser piloto de pruebas para la Marina. Así es cómo se presentó a las pruebas de preselección de los primeros astronautas de la NASA. En la foto, Glenn se prepara para su vuelo observando una maqueta de la Tierra y el espacio a su alrededor. 12) El interior de la Mercury
Las cápsulas Mercury, al igual que las Vostok rusas, tenían un espacio muy reducido para los astronautas. El vuelo de Glenn fue el tercero del programa, y el primero que llegó a la órbita terrestre, y estuvo metido en la nave durante las 4 horas y 55 minutos que duró el vuelo, y las casi cuatro horas en las que tuvo que esperar en la rampa de lanzamiento a que se solucionaran diversos fallos técnicos antes del lanzamiento. 11) Las "luciérnagas" de Glenn
John Glenn dio tres vueltas completas a la Tierra, y durante la primera empezó a experimentar problemas con uno de los impulsores que debía controlar la rotación de la nave. En esa primera órbita contó también que veía por la ventanilla como unas "luciérnagas" que se movían lentamente junto a la cápsula, y que desaparecieron cuando la Friendship 7 se adentró en el lado diurno del planeta. Alan Shephard, el primer astronauta de la NASA en ir al espacio, también las había visto. Se dijo después que eran cristales de hielo desprendidos de algunos sistemas de la nave. 10) La nave de la amistad
Todos los miembros del Proyecto Mercury bautizaron a sus naves con nombres más simbólicos que los que utilizaba la NASA para denominar cada misión. La de John Glenn era la Mercury-Atlas 6, pero él eligió el nombre Friendship 7, que fue pintado en el exterior de la cápsula. El número 7 se añadió a todos los vuelos del proyecto, para indicar que había siete astronautas en él. 9) Listo para el lanzamiento
Los astronautas entraban a las cápsulas Mercury por una estrecha escotilla. Éstas medían 3,3 metros de alto y 1,8 metros de ancho, y el espacio habitable era de 2,8 metros cúbicos. Su tripulante estaba tumbado con la espalda sobre el escudo térmico, que era la posición en la que los científicos habían descubierto que se podían soportar mejor las altas fuerzas G del lanzamiento. 8) Los Siete de Mercury
John Glenn formaba parte de los siete primeros astronautas de la NASA, reclutados para el Proyecto Mercury. Conocidos como los Mercury 7, junto a Glenn figuraban también Gus Grissom, Scott Carpenter, Alan Shephard, Deke Slayton (el único que no voló en una cápsula Mercury), Gordon Cooper y Wally Schirra. Grissom fallecería en el accidente del Apolo I, en 1967, y de todos ellos, sólo Shephard iría a la Luna, en la misión Apolo XIV. 7) La amistad de los Kennedy
De todos los astronautas del Proyecto Mercury, Glenn el que acabó acercándose más al presidente John F. Kennedy, que había lanzado la carrera para llegar a la Luna antes que la URSS. Los psicólogos de la NASA ya habían determinado que era el astronauta mejor preparado para la vida pública de los Siete de Mercury. Robert Kennedy convenció a Glenn de que se presentara a las elecciones a senador por el estado de Ohio, en 1964. Cuatro años más tarde, cuando Bobby Kennedy fue asesinado, Glenn fue uno de los portadores de su ataúd en el funeral. 6) El primer traje espacial
El traje espacial del Proyecto Mercury era una modificación de los trajes presurizados que empleaban los pilotos militares que volaban a gran altura. Su nombre oficial era Navy Mark IV, y los astronautas tenían que llevar en la mano la unidad de ventilación. Como eran los primeros vuelos tripulados de la NASA, los astronautas llevaban en su cuerpo sensores de todo tipo que registraban sus respuestas físicas a los rigores del vuelo. 5) El astronauta de mayor edad
En 1998, con 77 años y 36 después de su vuelo a la órbita terrestre en la cápsula Mercury, John Glenn se convertía en el astronauta de mayor edad en ir al espacio al participar en la misión STS-95, del transbordador Discovery. Era sólo su segundo vuelo al espacio, y su presencia dio un notable impulso promocional a una misión que debía realizar varios experimentos de biociencia y observaciones astronómicas. 4) El primer vuelo de Pedro Duque
En aquella STS-95 voló por primera vez al espacio el astronauta español Pedro Duque, que participaba como especialista de la Agencia Espacial Europea para el módulo laboritario SPACEHAB. El más veterano de toda la tripulación no era John Glenn, que sólo había ido dos veces al espacio, sino el comandante, Curtis Brown, para el que era su quinta misión. 3) John Glenn, especialista de carga
Glenn participó en la misión STS-95 como especialista de carga, y su objetivo era realizar diversos experimentos sobre envejecimiento durante los nueve días que duró el vuelo. La manera en la que la estancia prolongada en ingravidez afecta al cuerpo humano se ha utilizado para estudiar enfermedades como la osteoporosis, y Glenn se sometió a diversos experimentos que midieron su flujo sanguíneo, su equilibrio o sus facultades de percepción. 2) El reconocimiento del presidente
En 2012, el presidente Barack Obama entregó a John Glenn la Medalla Presidencial a la Libertad. Para entonces, era el único superviviente del grupo original de astronautas de la NASA y también había dejado atrás su carrera como senador. Llegó a estar entre los posibles candidatos a vicepresidente por el partido demócrata en 1976, 1984, 1988 y 1992. 1) ¿Favor político o misión científica?
Su participación en la misión STS-95 fue criticada desde algunos sectores como un favor político que el presidente Bill Clinton debía a Glenn. Éste, sin embargo, defendía la importancia científica de su vuelo al espacio, y criticó después que la NASA no continuara esas investigaciones sobre el envejecimiento con otros astronautas de su generación. En Magnet | Las FLATs, la historia de cómo la Nasa perdió la carrera espacial... femenina
Ver todos los comentarios en https://www.xataka.com