2.000$ al mes para la mayoría de la población: la ambiciosa ayuda a debate en Estados Unidos

Estados Unidos siempre ha representado un contrapunto a las amplias redes de asistencia social tejidas por los países europeos. La cobertura sanitaria es uno de los ejemplos paradigmáticos: sólo un puesto laboral te habilita a ella, y generalmente con onerosos pagos. Eso no significa que no haya plataformas, organizaciones y partidos políticos interesados en reformar el sistema. En ocasiones con medidas muy audaces. Un ejemplo lo representa Kamala Harris, potencial vicepresidenta del país.

2.000€ al mes. Junto a Bernie Sanders y Ed Markey, Harris ha introducido una ambiciosa ley en el Senado que proveería con hasta $2.000 mensuales a todos aquellos estadounidenses por debajo de los $120.000 anuales. La propuesta, bautizada como "Monthly Economic Crisis Support Act", habilitaría a $4.000 mensuales para los matrimonios, y $2.000 extra por cada hijo (hasta un máximo de tres). Su objetivo, ofrecer un salvavidas a la mayoría de las familias y reactivar el consumo.

Los pagos durarían tanto como se prolongara la pandemia (más tres meses), y también se efectuarían de forma retroactiva. Es decir, comenzando por el pasado mes de marzo.

¿Por qué? No se trata de una idea que surja de la nada. En marzo, el Congreso aprobó un paquete de ayudas sociales (la ley CARES) dotado con más de $2 billones. Entre otras provisiones (líneas de crédito a municipios, más de $500.000 millones en ayudas directas a las empresas, un fondo de desempleo reforzado), el estímulo introdujo transferencias directas de dinero a las familias más pobres. Todos aquellos individuos por debajo de los $75.000 anuales tendrían derecho a $1.200.

Quiénes. El pago se efectuaría una sola vez y no tendría carácter periódico. Pero sería generoso. En estados como Alamaba o Kentucky, entre el 93% y el 95% de la población tendría derecho a la ayuda; e incluso en aquellos más ricos, como California o Nueva York, hasta un 78% podría solicitarla. El umbral de renta fijado por el Congreso cubría a la amplia mayoría de estadounidenses (el salario medio por unidad familiar es de unos $61.000), sin obviar otros cheques de ayuda (como el desempleo).

Lógica. Dos motivos fundamentales. Por un lado, el control demócrata del Congreso, más inclinado a paquetes sociales que los republicanos. Por otro, el desolador panorama económico resultante del coronavirus. En marzo y de una semana para otra, alrededor de tres millones de trabajadores se dieron de alta en las listas del paro. Lo abrupto del fenómeno rompió la serie histórica, generando una gráfica aberrante que mereció su propio espacio (o la ausencia de él) en las portadas de los periódicos.

Segundo. Debido a lo anterior, la escala de la ayuda aprobada en marzo se ha quedado corta. En mayo, los demócratas plantearon un nuevo paquete de estímulos (ley HEROES) en el Congreso: más de $3 billones en ayudas a comercios e individuos con una nueva ronda de transferencias de hasta $1.200 para todos aquellos estadounidenses por debajo de los $75.000 (con provisiones más generosas para las personas dependientes).

Los republicanos (mayoría en el Senado) se opusieron en un primer momento para contraatacar en julio con un paquete alternativo (ley HEALS)... Que también incluía ayudas directas de hasta $1.200.

Parálisis. Desde entonces, el proceso legislativo ha entrado en barrena. El paquete conjunto acordado por ambos partidos debería haberse aprobado antes de agosto, cuando expiraban algunas de las líneas de ayudas previstas en el estímulo de marzo. No fue posible, lo que obligó a Donald Trump a aprobar por orden ejecutiva de urgencia para cubrir sus huecos ($400 extra para aquellos desempleados por debajo de los $100.000 anuales, pero, por el momento, nada de los $1.200 directos).

Kamala. La propuesta de Harris y Sanders ($2.000 mensuales para la mayoría) llega en un momento de alta receptividad a una mayor red de apoyo por parte de estado. Tiene pocas probabilidades de salir adelante (demasiado radical para ambas cámaras), pero es significativa de la dirección que ha tomado parte del Partido Demócrata. No sólo avanza medidas sociales, sino que las lleva más allá que sus pares europeos.

La elección de Harris como segunda de Joe Biden de cara a las elecciones de noviembre evidencia que ideas así ya no caen en los márgenes del debate político. Están tomando el centro.

Imagen: Gage Skidmore/Flickr

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