¿Qué tal, millennial? ¿Te sientes a gusto en tu condescendencia generacional y en tus modos de vida centrados en tu egolatría y fútil autorealización? ¿Ya has despedazado uno a uno todos los frutos provistos en el árbol del ayer, aquel tan meticulosamente plantado, regado y cuidado por las generaciones de tus abuelos y de tus padres? ¿Aún no? ¿Todavía no has matado nada?
Porque puede que lo hayas hecho sin darte cuenta. Al menos si debemos hacer caso a todos los titulares alarmistas que explican cómo los millennials no tienen interés por nada. No tienen interés por los diamantes. No tienen interés por tener cosas en propiedad. No tienen interés por casarse. Han matado a la Unión Europea. Han matado a la democracia. Habéis matado a la democracia. Habéis destruido todas las cosas que hacían del mundo del pasado un lugar confortable y estable.
Y dado que en tu eterna autocomplacencia repleta de amigos digitales que contribuyen a rellenar el vacío que el post-capitalismo y la economía precaria colaborativa han dejado en tu interior es probable que no hayas caído en la cuenta de todo lo anterior, aquí va una breve recopilación de todas las cosas del inmaculado ayer que, según los medios, los millennials, todos juntos, hemos destruido.
Hemos roto los puestos laborales durables
Quizá por aquello de los contratos temporales.
Hemos roto la conducción
Hemos roto las ciudades
Hemos roto el amor romántico y la monogamia tradicional
Hemos roto las tarjetas de crédito (o no tenemos dinero, una de dos)
Hemos roto a Dios: in your face, Nietzsche
Hemos asesinado a las tiendas, a sangre fría
También hemos destruido la industria del PAÑUELO
En su lugar, nos retrotaemos al cazador-recolector que llevamos en nuestro interior y utilizamos pieles de liebres salvajes.
Hemos matado la comida
Comer es de viejos.
También hemos derrumbado el matrimonio
Que siempre ha funcionado muy bien.
Hemos aniquilado a las vacaciones
Algo, que, por otro lado, sueles coger cuando tienes trabajo.
Hemos arramplado con la industria alimenticia
Hemos roto el jabón de manos
También hemos acabado con la moda
Hemos roto LA CONCENTRACIÓN
Hemos roto el runnerismo
Algo bueno tendríamos que haber hecho.
Hemos destruido el golf
Somos vagos y hemos matado a los cereales
Pese a que decían que nos encantaba.
En, obviamente, Fox (nótese el epígrafe "funny" que ellos mismos ponen".
No hemos dudado en aniquilar a la Unión Europea
Que, como todo el mundo sabe, no tenía fallos estructurales desde su diseño.
Ni tampoco ese inventillo babyboomer llamado democracia
Hemos roto la madurez
Hemos roto las mudanzas
Hemos destruido el sexo
Hemos roto la burbuja inmobiliaria
DE NADA.
Hemos roto la comida tradicional vietnamita
Un segundo... ¿qué?
Y por supuesto, hemos acabado con los diamantes. Porque no tenemos corazón ni pensamos tenerlo
Ver todos los comentarios en https://www.xataka.com
VER 0 Comentario