España afronta su primera semana completa de confinamiento en un estado de exaltación comunitaria, inquietud y parcial paralización de la actividad económica. Las pequeñas excepciones, como pasear al perro o comprar al pan, están funcionando de válvula de escape. ¿Pero qué esperar en el primer fin de semana completo bajo Estado de Alarma, sin salir de casa?
Es probable que muchos tengan la tentación de dar un paseo, correr o pedalear. Para ellos el estado se reserva ciertas sanciones.
Multas graves. El Real Decreto 463/2020 aprobado por el gobierno el sábado contempla ciertas sanciones para quienes incumplan el confinamiento, pero no las especifica. Se remite a la Ley Orgánica 4/1981, que a su vez delega en legislaciones posteriores el régimen sancionador. Grosso modo, abarca un puñado de leyes con multas muy variadas:
- La Ley de Seguridad Ciudadana (PDF), con sanciones de entre 100€ y 600€ para quienes sorteen precintos y de entre 601€ y hasta 30.000€ para quienes desobedezcan a la autoridad.
- La Ley del Sistema de Proteción Civil (PDF), con multas de entre 1.500€ y 60.000€ para "el incumplimiento de las órdenes, prohibiciones, instrucciones" en "emergencias declaradas".
- La Ley de Salud Pública (PDF), con sanciones de entre 3.000€ y 60.000€ para las "omisiones que produzcan un riesgo grave para la salud de la población", de hasta 600.000€ si son "muy graves".
- Y el Código Penal, en su artículo 556, que prevé penas de entre tres meses a un año de prisión para aquellos que "resistieren o desobedecieren gravemente a la autoridad o a sus agentes".
¿Se está aplicando? Sí, aunque con diversos grados de intensidad. Según Heraldo, el Ministerio de Interior ha instruido no multar a las personas que acudan a cuidar su huerto puntualmente o a quienes, contando con prescripción médica, decidan pasear al aire libre. Sí serán sancionados quienes utilicen el coche para desplazamientos largos, como segundas residencias en playa o montaña.
Ejemplos. En Sevilla los agentes locales tramitaron 29 denuncias por incumplir el confinamiento decretado por el gobierno, incluyendo una "detección por desobediencia". En Valencia, la policía ha puesto sanciones en cuatro días. En un pueblo de Albacete las autoridades tuvieron que desalojar una reunión de 18 personas en un bar, y multar a su dueño. En Pontevedra un paseante se encaró con dos agentes.
Similares escenas se han vivido en Madrid, en Alicante, en Pamplona, en Vigo, en Zaragoza, en Barcelona y en casi todas las ciudades del país.
Problemas. Sucede que los criterios para sancionar recaen en última instancia sobre los organismos locales. El decreto no podía contener todos los supuestos. Esto abre la mano para cierta discrecionalidad. Otro problema surge de las personas sin hogar. En Barcelona se han llegado a tramitar, según una fundación, multas de hasta 300€ por estar en la calle.
La cuestión es, ¿a dónde pueden ir? En Madrid el Ayuntamiento anunció 150 camas en Ifema, pero todavía no ha abierto. Defensa podría habilitar instalaciones militares.
¿Salgo? Dos motivos quedarse en casa. El más evidente, el expuesto más arriba: las fuerzas de seguridad pueden multar con grandes cantidades de dinero en función de la infracción y de la resistencia opuesta. El menos evidente: España, con 1.000 muertos ya contabilizados, sólo podrá detener la epidemia con distancia social. Es decir, con aislamiento.
Imagen: Ion Alcoba Beitia/AP