Hoy en la nueva edición de "youtubers y feminismo, una combinación peligrosa" tenemos como protagonista a Zorman, un cómico online que ha hecho diversas parodias de distintos grupos sociales (como heavies, canis o lesbianas) y que ha provocado encendidas reacciones entre los internautas, a uno y otro lado del espectro ideológico, con su vídeo sarcástico sobre el "feminismo moderno".
Mientras en los comentarios del video unos mandaban a las mujeres a cocinar y sentían que la parodia de Zorman era un retrato fidedigno, muchas feministas saltaban a despreciar su desprecio de la lucha feminista y aireaban en lo alto los comentarios dejados en el vídeo como demostración de la misoginia que provoca ese tipo de contenidos.
Al final, para lo que más ha servido su clip es para relanzar un viejo debate sobre la ausencia o no de humor y autocrítica feminista, sobre si es cierto que las feministas no saben reírse de ellas mismas o, directamente, hacer humor de su condición. Por eso nos parecía interesante ofrecer algunas alternativas audiovisuales cómicas a la propuesta de Zorman.
Ali Wong
Humorista que se hizo especialmente popular gracias al monólogo que realizó estando embarazada y que está subido a Netflix, Wong es conocida por reírse de los horrores de la mujer moderna, a la que el feminismo "ha hecho mucho daño" ya que ahora no pueden optar por ser mantenidas. "Cuando oigo la expresión 'hogar con dobles ingresos' quiero vomitar".
Broad City
Las dos amigas neoyorquinas más patéticas de la televisión llevan varias temporadas de su serie en Comedy Central mostrando el constante ciclo de fracasos a los que se enfrentan las mujeres feministas cotidianas. Especialmente, su imposibilidad de romper con las inercias culturales tradicionalmente asociadas a lo femenino, como pasar de ser guapa y delgada (en realidad siguen ansiándolo, aunque su parte racional lo repudie) o ser activas en la conquista sexual (quedando siempre como criaturas patéticas cada vez que quieren ser predadoras o dar el primer paso).
Soy una pringada
En marzo de este año medio Internet malinterpretó a esta joven youtuber, que con una mezcla de parodia radfem y de crítica a la masculinidad tóxica hizo a muchos pensar que esta veinteañera de verdad odiaba a los heteros (¿o sí les odia realmente? ¿o no?). Más allá del polémico vídeo, Soy una pringada es un canal bastante autoexplicativo, y el patetismo vital con el que aborda las facetas de su vida con las que pretende realizarse hace que el loserismo se sienta más confortable.
Cessy Casanova
La veterana mexicana Cessy Casanova no es tan importante por su crítica al feminismo como por todo lo contrario, empoderar a las novias y esposas que acuden a su show. Pero si por algo merece la pena ver sus videos es por la incomodidad en la que se sumen los hombres que ven las corrosivas puyas que le suelta al género masculino.
Sarah Haskins
En la serie TargetWoman la cómica Haskins desmonta los estereotipos de género femeninos en televisión disparando al tiempo a los publicistas y a las mujeres que perpetúan un mundo en el que nos resulta embarazoso admitir que, bueno, no hemos ido al baño a retocarnos, sino a cagar.
Yolanda Domínguez
Esta española ha realizado varias performances que analizan las diferencias de género en sociedad. De ellas, una especialmente crítica con el consumo femenino fue Poses, donde las mujeres posaban en la calle como lo hacen las modelos de los anuncios de alta cosmética para encontrarse que los transeúntes piensan que esas mujeres están locas o les ha dado una pájara.
Loca de mierda
Malena Pichot es la Maitena de las nuevas generaciones. Aunque su despertar feminista vino más tarde, lleva desde los inicios de youtube haciendo chanza sobre las miserias cotidianas a las que se enfrentan las mujeres que pretenden ser independientes. Su fuerte, sin embargo, no es el comentario de género, sino su ingenio para dar rienda suelta a una res cómica 100% argentina.
JuStYosS
JuStYosS es lo que podríamos llamar una youtuber tradicional. Con mucho éxito entre las audiencias hispanoparlantes, esta joven habla sobre sus problemas con los límites del feminismo, ya que no se encuentra cómoda con las "feministas radicales" ni tampoco con los machistas que pueblan las redes. Con los años ha ido abrazando más ideas del feminismo, pero sin perder el sentido del humor en ningún momento.