El último lustro según la ONU ha registrado temperaturas de una calidez "excepcional" y las previsiones para los próximos cinco años apuntan a que el termómetro subirá 1,3ºC respecto a la era preindustrial. A este respecto, 2020 continúa evidenciando esta tendencia al registrar uno de los inviernos más cálidos que se recuerdan al registrar temperaturas por encima de los 0 grados, en Rusia y en pleno diciembre.
Abril histórico. Según los datos recopilados por el Servicio de Vigilancia Atmosférica Copernicus, el pasado mes de abril no fue el más cálido de la historia por 0,01 grados respecto al de 2016 que hasta la fecha es el que ostenta tal récord. Esto se debe a que hemos experimentado temperaturas superiores a la media en el norte y el centro de Eurasia, algunas partes de Groenlandia y la Antártida.
Ejemplos. Para ser más exactos, en Suiza, la temperatura registrada en el mes de abril estuvo 3ºC por encima de la media registrada en el periodo 1991-2020 y casi 5ºC más elevada si la comparamos con la horquilla 1871-1900. En la misma línea, en Francia, abril de 2020 representó el tercero más cálido de su historia desde 1900 y en España el sexto.
A nivel global, este mes ha evidenciado un aumento medio de la temperatura de 0.7 grados en todo el planeta si lo comparamos con las temperaturas promedio de las tres décadas anteriores.
Siberia. Rusia ha sido uno de los países más afectados por el comportamiento anómalo de la oscilación ártica. De enero a abril la temperatura media del país subió casi 6,3ºC respecto a las medias históricas registradas. Tanto es así que, según los registros de la Oficina de Meteorología de Moscú, los meses de diciembre del 2019 y enero de 2020 han sido los más cálidos jamás registrados. Rusia vivió un invierno donde la mayoría de los días estaban por encima de la temperatura de congelación.
Este aumento histórico de temperaturas continúa reafirmándose en la primavera con jornadas donde el termómetro ya ha alcanzado los 28 grados, en algunas zonas de Siberia. Una cifra muy alejada de los 13-15 grados habituales.
¿A qué se debe? Todo apunta a que estas variaciones en los patrones climáticos están relacionadas con el deshielo de los casquetes de hielo del Ártico. Durante el mes de abril, esta zona ha experimentado temperaturas de 0º grados lo que supone una variación de 15 grados en términos positivos respecto a las medias habituales. Por si no fuese suficiente, este 2020 la concentración total de hielo existente en el Ártico es la tercera más baja de los últimos 40 años y, en Groenlandia, las previsiones de descongelación también empeorarán este mes de mayo.
Es decir, el calentamiento global está acelerando el deshielo de los casquetes polares y con ello, la liberación de más gases efecto invernadero procedentes del permafrost.
Tendencia. Desde el Servicio de Vigilancia Atmosférica Copernicus enmarcan la actual subida de temperatura como una consecuencia directa del calentamiento global y califican los últimos cinco años de "una calidez excepcional" y resaltan especialmente el caso de 2016. Para hacernos una idea, las previsiones de la ONU para los próximos cinco años hablan de que la temperatura del planeta subirá hasta 1,3ºC respecto a los niveles preindustriales. Y es que, la temperatura media registrada desde 2015 ya se situaba en 1,1ºC respecto al siglo XIX y esta cifra supuso un aumento de 0,2ºC respecto al periodo 2011-2015.
En línea con los récords anteriores, la tasa de CO2 emitido fue un 20% superior a la de los últimos cinco años.
Imagen: Tropicaltidbits
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