Tras un lustro de polémicas, denuncias y vídeos explosivos, Dalas ha llegado, quizá, al final de la escapada: la Fiscalía Provincial de Madrid le acusa de dos delitos, ciberaxoso infantil y abuso sexual de menores, por los que le exige hasta cinco años de prisión. El juicio tendrá lugar mañana viernes y podría representar el punto y final a la carrera del, con seguridad, youtuber español más controvertido. El colofón.
¿Qué? Según Teknautas, la investigación se origina en la denuncia de una menor (de 16 años, 13 al inicio de la relación) contra Dalas. Ambos habrían contactado a través de Twitter y de Skype. Dalas siempre había manifestado su deseo de mantener relaciones sexuales. No se conocerían en persona hasta la firma de uno de sus libros. En un encuentro, "la besó en la boca, llegando a efectuar tocamientos en la zona vaginal y en los pechos", según el escrito.
Al parecer, Dalas habría solicitado quedar en repetidas ocasiones (a través de WhatsApp y otras redes) y le habría pedido fotos desnuda.
La defensa. Por el momento, Dalas tan sólo ha respondido a los periodistas de El Confidencial con una carta amenazadora, negando la información publicada. En ocasiones anteriores, su estrategia habría sido la contraria. Cuando numerosas mujeres anónimas le acusaron de violación, optó por hacer un vídeo mofándose de las imágenes y de las acusaciones. Lo mismo ha sucedido tras las polémicas destadas por sus exparejas.
Dalas suele afrontar los fuegos vertiendo un bidón de gasolina sobre ellos.
A los que durante años me acosaron con que todo era una "conspiración de Miare"...
— Miare (@MIAREsproject) November 29, 2018
Ya no lo digo yo. Es el juzgado de instrucción y la fiscalía quienes han visto indicios de abusos sexuales como para juzgarle y enfrentarlo a 5 años de cárcel. ¿Es también parte de la conspiración? https://t.co/eCFMlR0s4l
El historial. No es su único proceso judicial pendiente. Dos de sus exparejas (@SoyMia y @Miare) le han acusado de violencia de género. La primera demanda fue desestimada, pero la segunda sigue en proceso de instrucción. Miare llegó a acusarle de reclamar la propiedad de un perro que ambos tenían en común como represalia. Es una de las muchas polémicas le rodean: otras youtubers han relatado sus experiencias de abuso y maltrato psicológico, sin llegar a los juzgados.
La fama. En parte, Dalas ha fomentado su imagen de enfant terrible de YouTube. Como vimos en su día, siempre ha producido vídeos volcánicos de carácter provocativo en los que cargaba contra el feminismo y ridiculizaba sus presupuestos (o las incriminaciones contra su figura. Esto le ha granjeado la animosidad de otros youtubers (Wismichu o AuronPlay le han denunciado públicamente) y una turbia popularidad en los confines de la red.
Hace un año, un vídeo de Wismichu y la concatenación de diversas acusaciones provocó que su canal perdiera más de 300.000 seguidores en un abrir y cerrar de ojos (fue borrado temporalmente por YouTube). El juicio y la investigación de la Fiscalía representan el punto y aparte (o final, en función del veredicto) para una carrera mediática plagada de escándalos, rumores y denuncias cruzadas.