Los primos de Willy no serán libres, pero al menos por fin dejarán de criarse en cautividad ahora que la empresa estadounidense SeaWorld ha puesto final a su programa de reproducción de orcas. La red de esta empresa no sólo tiene parques en este país, sino que posee la mayor parte de orcas en cautividad tanto de Estados Unidos como de Europa (aquí en España está el Loro Parque, en Santa Cruz de Tenerife).
Una decisión que da la razón a las organizaciones en defensa de la libertad de los animales (no sólo de orcas), opinión que, según señala Joel Manby (presidente de SeaWorld) en el comunicado de prensa en el que anunciaban la decisión, cada vez tenía más peso y finalmente acabó inclinando la balanza pese a la gran cantidad de público que visitaba sus instalaciones para ver a estos mamíferos. No obstante, no hay ninguna decisión entorno a otras especies como delfines, belugas o leones marinos. ¿En qué situación se encuentra la cautividad de estos animales?
Los animales que actualmente se encuentran en cautividad no serán liberados dado que por haberse criado de este modo esto sería lo menos recomendable para su supervivencia. Así, las orcas que queden en los parques seguirán siendo parte del espectáculo ofrecido, eso sí, con un nuevo programa en parte debido a este cambio (enfatizando en que se centra en la protección de los animales).
Una decisión tomada tras el acuerdo con Humane Society of the United States (HSUS), organización en defensa de los animales a nivel nacional. Una alianza con la que se refuerza el compromiso de la empresa con el rescate y rehabilitación de mamíferos marinos, ayudando a depurar la imagen de los parques sobre todo tras la publicación del documental Black Fisk en 2013. Una producción de la cineasta estadounidense Gabriela Cowperthwaite en la que se analiza la situación real de las orcas en cautividad, mostrando el sufrimiento de los animales y hablando de las muertes de personal que ha habido.
Así, en cuanto al resto de especies no hay ningún cambio y, tanto en los de SeaWorld como en el resto de instalaciones, se mantiene la idea de que estos parques contribuyen a la conservación de las especies y que tienen un valor educativo de cara a los niños. Pero, ¿hasta qué punto eso es así?
La relatividad del valor educativo
En parte de los parques acuáticos los espectáculos con los animales no los son tanto dado que están planteados como "encuentros educativos" (como el caso de SeaWorld". Se espera pues transmitir a los alumnos (y visitantes en general) los valores en cuanto a cuidado, investigación y conservación de las especies que se tienen en cautividad como los delfines, focas, orcas, belugas, leones marinos y en algunos casos aves como pingüinos.
Un ejemplo es Zoomarine, que en su página web también explica que pretenden transmitir un "fuerte mensaje educativo" en relación a la conservación del medioambiente con una serie de programas. No obstante, no es tan fácil encontrar parques que especifiquen en qué se basa el programa educativo ni las evidencias que prueben dicho valor.
Lo que solemos encontrar son espectáculos en los que se muestran distintos "trucos" que los animales aprenden y son, al fin y al cabo, alteraciones de su comportamiento natural a base de condicionamiento y reiteración. En el blog All you need is biology encontramos un ejemplo gráfico de esto, comparando a orcas en su hábitat natural frente a una muestra de uno de estos espectáculos:
Está en duda pues el hecho de que dentro de este programa educativo se logre hacer entender el comportamiento natural de estas especies, así como su ecología (hábitat, comunidad, etc.). De cara a las orcas, de hecho, se sigue aludiendo a ellas con la denominación de "ballenas asesinas" (que se acuñó en España, por cierto) tanto de manera común como en estos parques (lo veíamos en la web de SeaWorld), cuando no son ballenas (son delfínidos) y su supuesto "instinto asesino" no es más que su necesidad de alimentación.
Otro ejemplo que citan también en este blog es la deformación que existe de cara al comportamiento natural de los delfines. Hay ciertas pautas habituales (como golpear con cola o aletas la superficie del agua) que no son "diversión" sino más bien algo con componente agresivo, y está el hecho de que algunos ejemplares macho sean de por sí violentos y extremadamente lascivos.
En ocasiones el valor educativo es, desgraciadamente, por el hecho de ser claras muestras de problemas etológicos (relativos a su comportamiento). La prueba de que las instalaciones no son adecuadas para los animales es el hecho de que muestren comportamientos estereotipados (repetitivos), sinónimo de estrés, y que en algunas ocasiones sirven como sesiones prácticas para los estudiantes, de modo que observan estas pautas. Un conocido ejemplo es la instalación de las belugas y las morsas del Oceanogràfic de Valencia, que de hecho se denunció por parte de ex-trabajadores entre otros:
El dilema de la conservación
Si bien existen los centros de conservación per se, centrados en determinadas especies cuya actividad se basa en controlar la población y atender a los heridos, algunos de estos parques acuáticos (y zoológicos en general) también incluyen centros de conservación. De hecho, en Europa es obligatorio incluirlos, así como garantizar que los espectáculos tengan componente educativo. No obstante, no en todos los casos la conservación es tal en la práctica, en parte porque las especies que se crían no están en peligro de extinción.
De hecho, las especies marinas que lo están se debe en muchos casos a consecuencia de la sobreactuación del ser humano en algunos aspectos como la caza indiscriminada o la contaminación del hábitat, por lo que la aportación de estos parques a la conservación de las especies es ínfima. Terra Natura (en Benidorm, Valencia) tiene uno de estos programas (no en animales acuáticos) y en las bases especifica la necesidad de que haya un apoyo externo para que esta labor sea efectiva.
Así, las especies de animales marinos que solemos ver en este tipo de parques suelen ser los delfines y leones marinos. SeaWorld tiene el monopolio de las orcas (hasta que mueran las actuales) y en menor medida encontramos tortugas marinas y belugas.
Delfines | Orcas | Leones marinos | Belugas | Tortugas marinas | Otros | |
---|---|---|---|---|---|---|
SeaWorld | Sí | Sí | Sí | Sí | Sí | Morsas, pingüinos, nutrias, tiburones, focas, rayas y otras especies terrestres. |
L'Oceanogràfic (Valencia) | Sí | - | Sí | Sí | Sí | Pingüinos, tiburones, rayas, focas y numerosas especies de peces y aves. |
Marineland (Barcelona) | Sí | - | Sí | - | - | Focas y varias especies de aves. |
Mundomar (Benidorm) | Sí | - | Sí | - | - | Suricatas, tortugas y otras especies terrestres. |
Aqualand (Tenerife) | Sí | - | - | - | - | - |
La economía tras la decisión
Con los años en la sociedad los parques zoológicos se han asentado como otro elemento de entretenimiento en la práctica, tengan o no programas educativos. No obstante, con ayuda de los movimientos de las asociaciones en defensa de la naturaleza el público en general es consciente de lo que implica la cautividad de las especies y la presión social al final motiva decisiones como la de SeaWorld con respecto a las orcas. Algo que explicaba Manby en el WSJ:
Ha habido una gran presión. La gente actualmente, millenials, padres, quieren unas vacaciones con significado, y están dispuestos a apoyar a las organizaciones para conseguirlo.
Así, la situación de según qué especies conlleva ciertos intereses económicos que suelen tener bastante peso en estas decisiones. Según exponen en el WSJ, en SeaWorld esperan que el cierre del programa de cría de orcas se note tanto en ingresos como a nivel de visitas, previendo que en los próximos 3-5 años se pase de un aumento de 380.000 visitantes a 940.000 (el pasado año recibieron un total de 22,5 millones de visitas).
Por tanto, según apuntan esta decisión parece atender al cambio de la demanda en la sociedad, esperando ahorrar con ella los 15 millones de dólares que estiman de coste en gestión de la reputación de no haber puesto fin al programa. No en vano, el principal detonante de la decisión fue el hecho de que las autoridades de California obligasen a poner fin al programa si la empresa deseaba realizar la ampliación prevista en el parque de San Diego. Algo que supuso una batalla legal y, por tanto, un gasto extra.
Por el momento la bolsa dio su visto bueno a la determinación de los parques SeaWorld y sus acciones subieron un 9,4% tras el anuncio, y además esperan que los ingresos se cuadrupliquen en los próximos 3-5 años. No existen planes seguros para cuando dejen de haber orcas en los parques, pero probablemente realicen ampliaciones en cuanto a las atracciones. Así, aclaran que la continuidad de los espectáculos con otras especies dependerá de si la demanda también se ve afectada.
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