Se acerca la Navidad y, como todos los años, las colas para hacerse con un décimo de lotería. De media, los españoles compran más de 15 millones de billetes para el Sorteo Extraordinario de esta época del año, o lo que es lo mismo, más de 150 millones de décimos. Pero no ha sido así siempre. Aunque ahora incluso uno pueda hacerse con los boletos de forma online, las cosas fueron muy distintas durante el orígen de esta tradición: la demanda de Lotería era muy escasa y se hacía en lugares muy específicos.
Hoy vamos a hablar de uno de esos puntos de partida, de la administración de lotería más antigua de España y de cómo esta práctica fue arraigándose en el país.
En XVIII, la población española a duras penas llegaba a los 9 millones de personas y la economía del país no pasaba por su mejor momento. Las arcas del estado necesitaban reponerse y el pueblo no podía engordarlas con más impuestos. Con una coyuntura semejante, la corte de Carlos III comenzó a pensar en la posibilidad de que los ciudadanos aportasen "impuestos voluntarios" al país.
Idear este plan no fue fácil, y parte de la estrategia cayó en manos de Leopoldo de Gregorio y Masnata, conocido como el Marqués de Esquilache, quien presentó al rey una lotería que más tarde se convertiría en la que utilizamos en la actualidad.
Entonces se le dio el nombre de "Lotería Real", que entró en vigor cuando se publicó el Real Decreto de 30 de septiembre de 1763, en el que el monarca señalaba: "He tenido por oportuno y conveniente, establecer en Madrid una lotería para que se convierta en beneficio de hospitales, hospicios y otras obras pías y públicas, en que se consumen anualmente muchos caudales de mi Real Erario".
Ese mismo día, Carlos III también promulgó un decreto en el que declaraba una prohibición de los demás juegos de azar en España y así dejar vía libre a la Lotería: "Prohíbo que las personas estantes en estos reinos, de cualquier calidad y condición que sean, jueguen, tengan o permitan en sus casas los juegos de banca o faraón, baceta, carteta, banca fallida, sacanete, parar, treinta y cuarenta, cacho, flor, quince, treinta y una envidada, ni otros cualesquiera de naipes que sean de suerte y azar".
Tras el decreto, solo pasaron cinco meses hasta que abrió el primer despacho de venta de boletos de Lotería Real. El 28 de febrero de 1764 se le concedió el permiso a Pedro de Benavente y Aranda, quien se convirtió en el primer postero (como se llamaba en aquella época al “lotero”), en el nº 1 Virgen de Gracia, en Carmona (Sevilla). Este establecimiento está situado en la calle San Pedro, frente al Teatro Cerezo, y es la administración de lotería más antigua de España, con 259 años de historia.
Todo eso se produjo 50 años antes del primer sorteo navideño de lotería, que tuvo lugar en Cádiz en el año 1812, cuando se libraba una feroz batalla contra las tropas napoleónicas en territorio español. Aquel sorteo tuvo como objetivo recaudar dinero y hacer frente a los costes del conflicto. Fue conocido como 'Prósperos de Premios'.
En la primera edición de este “Gordo” de Navidad, el boleto se vendía a 40 reales y el ganador fue el número 03604, cuyo premio se cifraba en 8.000 pesetas. Al tratarse de un momento agitado en España, este primer sorteo no se celebró en todo el país, sino sólo en Cádiz y San Fernando, extendiéndose al poco por el resto del país a medida que Francia retiraba sus tropas. Y no fue hasta 1892 que se le dio la designación actual, siendo Sorteo de Navidad o Lotería de Navidad, y fijando la fecha en el 22 de diciembre.
En lo que respecta a la administración de Virgen de Gracia, con el inicio de la guerra de la Independencia, la gerencia la asumió Domingo Román, quien logró esquivar el servicio militar durante la invasión napoleónica, un privilegio concedido por la Junta Central de Defensa. Y en 1831 asumió la administración Cristóbal de Medina y Cansino, antepasado de Valentín Pinaglia, el actual gerente. Seis generaciones de loteros han pasado por esta administración.
Aunque en 1964 el local se trasladó a la actual ubicación del número 9 de la calle San Pedro, sigue teniendo la misma licencia, que la sitúa como la administración más antigua de España. Y, aunque aún no ha dado ningún "Gordo" este siglo, a sus espaldas hay otros muchos premios de la Lotería Nacional, siendo el más especial de ellos un gordo del siglo pasado, en 1928, con el número 8076. El premio le sirvió a Bernardo Enrique Cerezo Castro, uno de los afortunados, para construir el Teatro Cerezo, frente al que se ubica hoy en día la administración.
Imagen: Flickr / Administración Virgen de Gracia
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