“"Los tiempos están cambiando", que cantaba Bob Dylan. En menos de lo que esperas es probable que tengas que redibujar tu idea del mundo y remover algunas nociones básicas, como que China, el Gigante Asiático, es la mayor bolsa de población del planeta. Es más, si lees este artículo dentro de un año quizás esa afirmación sea ya falsa. La razón: se avecina el gran sorpasso demográfico.
Salvo giro de guion imprevisto y si los expertos de la ONU no patinan en sus previsiones, en 2023 la India superará a China en población. Si ya lo dijo Dylan: "El orden está destiñéndose".
A redibujar el ranking se ha dicho. O eso asegura al menos Naciones Unidas en el World Population Prospects 2022, un informe lanzado ayer coincidiendo con el Día Mundial de la Población. Su vaticino sobre el equilibrio de población es muy claro y deja lugar a pocas interpretaciones: "Se prevé que India superará a China como el país más poblado del mundo en 2023".
Cifras. Según los datos del Banco Mundial, en 2021 China contaba con 1.412 millones de personas y su vecina, con una superficie muy inferior, 1.393 millones. En tercera posición, a bastante distancia, estaba EEUU con 332. El informe apunta que en 2022 ambas andan superan los 1.400 millones de habitantes y la situación cambiará en breve: se prevé que la India tome la delantera en 2023.
La razón: China pisa el freno. El cambio se explica por el doble ritmo de ambos países. Así de sencillo. El informe prevé que más de la mitad del aumento de la población mundial previsto de aquí a 2050 se concentre en solo ocho países y entre ellos, por supuesto, destaca la India. En China sin embargo la cosa es distinta. Allí la ONU proyecta un descenso de población ya el próximo año. No es una sorpresa.
A finales de 2021 la CNN se hacía eco del augurio de varios expertos que alertaban de que el país afrontaba la cuenta atrás de su saldo demográfico.
Adiós a su natalidad. No es la única señal de los últimos meses. Hace un año Financial Times informaba de que China había registrado su primera caída en seis décadas hasta situar su padrón por debajo de los 1.400 millones de habitantes. Las autoridades del Gigante Asiático desmintieron el dato, pero los expertos del propio país calculan que la contracción demográfica no tardará en concretarse.
¿Qué pasa en el Gigante Asiático? Algo similar a lo que padecemos en España, aunque a otra escala, por supuesto: no nacen suficientes bebés. Las propias estadísticas oficiales muestran que en 2020 la tasa se situaba en 1,3 hijos por mujer en edad fértil, muy por debajo del nivel de reemplazo generacional, que supera los dos hijos. El Banco Mundial la sitúa en 2,7, pero el dato queda lejos en cualquier caso de los 2,6 de finales de la década de los 80 o de los 6,4 de los años 60.
El año pasado James Liang, experto en Economía de la Universidad de Pekín, calculaba que en China habían nacido unos 9,5 millones de niños frente a más de diez millones de defunciones. La consecuencia, evidentemente es un envejecimiento de la población: si en 2019 la proporción de mayores de 65 años era del 12,57%, en 2025 se prevé que el dato ronde el 25%.
¿Y las causas del cambio? Como ocurre casi siempre con los fenómenos demográficos, lo que ocurre en China no tiene una única explicación. Se han sumado un cambio social y cultural no muy distinto al que se ha vivido en Occidente, con un cambio de prioridades y perspectivas vitales que ya no pasan necesariamente por tener hijos o fundar familias; y, sobre todo, la resaca de "la política del hijo único", la directriz decretada por el Gobierno en los años 80. Aunque su veto se flexibilizó en 2015, el balance de las décadas anteriores sigue pesando sobre las estadísticas.
Números que significan mucho más. Las estadísticas y previsiones son al fin y al cabo eso: estadísticas y vaticinios, números al fin y al cabo. En China sin embargo se traducen en realidades con una profunda huella social y e económica. Lo de que el Gigante Asiático pierda su posición de líder en el ranking mundial es probablemente, de hecho, el menor de sus preocupaciones.
Que se pierda población afecta a una de las grandes fortalezas del modelo económico chino, su descomunal mercado interno. Otra de las patas más afectadas es su estado de bienestar: con menos trabajadores jóvenes y más población anciana, lo que complican el equilibrio. No es nada que no ocurra en muchos países europeos, pero China lo afronta con un nivel menor de desarrollo.
¿Y el panorama en el resto del mundo? El el World Population Prospects 2022 de la ONU no se centra solo en la relación entre China y la India. A nivel más global aporta cifras igual de interesantes: calcula que hacia mediados de noviembre de este año la población mundial alcanzará ya los 8.000 millones de personas, se situará en 9.700 millones en 2050 y escalará hasta un pico de 10.400 durante la década de 2080, cuando se estancará para mantenerse hasta 2100.
Imagen: Yannis H/Unsplash